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México D.F. Lunes 18 de octubre de 2004
En breve, dos títulos inéditos
del escritor catalán
Recuerdan en Barcelona a Vázquez Montalbán,
a un año de su muerte
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 17 de octubre. Manuel Vázquez Montalbán,
el escritor catalán que murió hace justo un año en
el aeropuerto de la lejana ciudad asiática de Bangkok, fue recordado
hoy en Barcelona y en otros muchos rincones del mundo, de una forma que
a él mismo, quizá, le hubiera gustado: hablando de su obra
y su pensamiento rebelde; evocando su literatura y su comprometido humanismo.
En
el primer aniversario de aquella súbita despedida que consternó
a su familia, a sus amigos y a sus decenas de miles de lectores -lo mismo
en Australia, Barcelona o México-, se llevaron a cabo emotivos homenajes
y se anunció la publicación inminente de tres libros inéditos
y la redición de otros más prácticamente desaparecidos.
Vázquez Montalbán dedicó la mayor
parte de sus 64 años a cultivar la escritura, una herramienta que
descubrió desde muy joven y que utilizó con brillantez en
los géneros más diversos: la novela, el cuento, la poesía,
el ensayo y el periodismo (que en los últimos años desplegó
en La Jornada como articulista habitual). El lenguaje también
fue la vía que le sirvió para rebelarse y oponerse a la dictadura
fascista de Francisco Franco, cuya severidad sufrió en carne propia
con encarcelamientos y juicios sumarios, y que posteriormente originó
las bases de su pensamiento crítico con el orden establecido, con
la globalización impuesta por las democracias occidentales, y de
su denuncia impenitente de los lastres más graves del planeta, como
la injusticia, la pobreza y el abuso de poder.
La literatura y el pensamiento político fueron
las dos trincheras de Vázquez Montalbán, quien al tiempo
que nunca ocultó sus convicciones marxistas y sus ideales de izquierda,
también desarrolló su propio universo literario, ya sea en
la novela de intriga y policiaca, uno de sus géneros favoritos y
en el que tuvo como alter ego a su mítico personaje Pepe
Carvalho, en en la poesía, que siempre utilizó para su expresión
más íntima y filosófica. Pero también en sus
tratados de gastronomía -otra de sus pasiones más vitales-
o en sus escritos sobre lo que llamó ''la religión en busca
de Dios'': el futbol.
Barcelona, la ciudad que habitó la mayor parte
de su vida y que fue escenario de la mayoría de sus novelas, lloró
su muerte como ningún lugar. La impronta que dejo en su ciudad provocó
un alud de mensajes de aliento y de solidaridad de lectores anónimos
a su familia, su mujer Anna Sallés y su hijo Daniel Vázquez,
quienes reconocieron tener una sensación contradictoria de duelo
por su ausencia y de vitalidad por su presencia permanente.
Precisamente para conmemorar el primer aniversario de
su muerte, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, inaugurará este lunes
una placa con su nombre en la casa en la que nació Vázquez
Montalbán, en 1939, en el número 11 de la calle Botella,
del barrio de la Ciutat Vella.
El edil explicó que éste sólo es
un primer homenaje, ya que su figura será recordada con profusión
en el marco del Año del Libro, que se celebrará en 2005,
ya que, según Clos, "la memoria de Vázquez Montalbán
está aún viva en la ciudad que todavía conserva su
huella, que siempre ha reconocido su importancia desde los tiempos de la
represión hasta su muerte".
Además de este pequeño homenaje oficial,
el creador de Pepe Carvalho fue recordado con emoción durante el
Festival de Cine Negro de la localidad catalana de Manresa, en el que participaron
su hijo Daniel, el actor Juanjo Puigcorbé, su traductora al italiano
Fado Lyria, y el librero y editor catalán Paco Camarassa. Su vástago
explicó que su padre "necesitaba la figura de Pepe Carvalho para
explicar y reivindicar las cosas de manera diferente, para poder decir
las cosas al mundo en otra piel". La traductora Luria dijo que la obra
de Vázquez Montalbán era reconocida en muchos países
europeos y de América Latina, como Italia, Francia, Alemania, México,
Argentina y Colombia, entre otros, por lo que fue "muy doloroso" el anuncio
de su muerte.
Nuevas ediciones
La mejor forma de recordar al escritor, periodista y defensor
de las causas más justas -hay que recordar que fue un ferviente
difusor del movimiento zapatista- será sin duda a través
de la edición de sus obras, entre ellas los dos libros inéditos
que saldrán en las próximas semanas.
Cabe recordar que se publicaron dos libros póstumos
de Vázquez Montalbán: la que fue su última novela,
Milenio, que se publicó unos meses después de su fallecimiento
y que vendió más de 100 mil ejemplares, y el ensayo o diatriba
contra el ex presidente español José María Aznar,
que tituló La aznaridad, del que se vendieron 150 mil ejemplares.
Pero ahora sus lectores podrán disfrutar de al
menos tres libros más, que descubrió recientemente su viuda
en los archivos de la computadora que le acompañó en la travesía
de sus últimos días, que le llevó a Nueva Zelanda,
Australia y finalmente a Bangkok.
Las obras inéditas de Manolo son dos libros
de poemas, Rosebud, que terminó y será publicado de
forma inminente, y Teoría de la famosa almendra de Proust,
que consiste en 20 poemas escritos en el año 2000 con los que rindió
homenaje al pintor catalán Benet Rossel. El tercer libro es un ensayo
que dedicó a ese fenómeno de masas que tanto le atrajo, el
futbol, que tituló Futbol: una religión en busca de Dios,
que publicará la editorial Debate el próximo año.
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