México D.F. Lunes 18 de octubre de 2004
El cantaor responde a quienes lo critican por
no ser gitano
Miguel Poveda: el duende no es cuestión
de razas
Dice a los ortodoxos exigentes: olvidan que el
flamenco es una expresión artística que nació de muchas
culturas
ANGEL VARGAS ENVIADO
Guanajuato, 17 de octubre. Lo tienen sin cuidado
las críticas de puristas y ortodoxos. Mucho menos se amilana por
no ser gitano. Considera que el arte se lleva en la sangre y las emociones
más que en la raza. Así es como Miguel Poveda, uno de los
más importantes cantaores de la nueva generación en
el ámbito del flamenco de España, defiende su trabajo y el
sitio que ha alcanzado.
"Ni
el flamenco ni el duende son patrimonio exclusivo de los gitanos.
¿Le han preguntado al duende si es payo o no es payo? El
duende lo tiene quien lo tiene, independientemente de raza o nacionalidad''.
De 31 años, sus ojos verdes revelan una mirada
aniñada, aunque profunda y un tanto enigmática. Cordial en
voz y en trato, sorprende por su sencillez. Su apariencia es más
de un chaval universitario que de estrella.
El artista catalán recién llega a la ciudad
de Guanajuato de dar un recital en León, en lo que es su primera
visita a México, invitado por la 32 versión del Festival
Internacional Cervantino.
Después de actuar este domingo por la noche en
el Teatro Juárez, regresará a su país para continuar
con su apretada agenda. Sin embargo, en noviembre lo tendremos de nuevo
en nuestro territorio, para presentarse en la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara y en uno de los foros del Centro Cultural Universitario.
Vestido informalmente, de jeans, playera y tenis, Miguel
Poveda se dice heredero del flamenco tradicional; sin embargo, no tiene
empacho en declararse abierto a explorar e intercambiar con otros géneros.
No entiende por qué a estas alturas de la vida
todavía hay quien ''se jala de los pelos'' y contraría por
la inclusión de nuevos elementos, lenguajes y ritmos en este género.
"Entiendo el flamenco como una expresión artística,
no como algo folclórico; es una música demasiado rica como
para que sólo se reduzca a eso. Parto de una forma libertaria de
cantar y de expresarme bajo la base tradicional, pero a partir de allí
no soy prejuicioso al intercambiar con músicos de otras culturas
y participar en aventuras que puedan aportarme cosas como profesional",
comenta en entrevista con La Jornada.
"Defiendo mi propuesta con libertad y sin traumas. Sería
agotador de otra forma y se me quitarían las ganas de hacer otras
cosas. Aquellos puristas exigentes olvidan que el flamenco no es una música
pura, que nació de muchas culturas que se conjuntaron en Andalucía.
Además, son ya muy pocos los ortodoxos, pero ¡qué ruido
hacen¡"
Miguel Poveda saltó a la fama en 1993 luego de
ganar el festival de cante de las Minas de La Unión, en Murcia.
Dos años después publicó su primer material discográfico,
Viento del este.
Recurrente invitado a festivales en la península
ibérica, Europa, Estados Unidos y Japón, ha incursionado
también en el cine, invitado por Bigas Luna, en La teta y la
luna, como uno de los protagónicos.
Sin sangre gitana en sus venas, su acercamiento al universo
flamenco se dio en casa. Era una música escuchada a diario, tanto
que su hermana se hizo bailaora.
Admirador de Camarón y Tomatito, respetuoso de
la propuesta de El Cigala, el cantaor prefiere mantenerse ajeno
de posturas y acciones políticas que otros artistas del flamenco,
sobre todo los de origen gitano, enarbolan desde su trabajo.
"En lo mío no hay nada de política. Lo que
tengo es mucha inquietud por hacer las cosas lo mejor posible y disfrutar
la música. Intento aprender día a día de mi trabajo,
de otras músicas y de mis compañeros. No abandero nada ni
es mi estilo, salvo mi propia música".
Los factores de intimidad e intimistas son esenciales
en la propuesta de Miguel Poveda. No se considera ni se ve como un músico
de masas. De hecho, indica que volverse comercial "es algo que no sabría
sobrellevar".
Cierra la charla el cantaor: "El flamenco es una música
de intensidades, como el tango. Aunque tiene una parte muy sufrida y muy
desgarradora, tragedia, dolor, lamento, también se da espacio la
alegría y la fiesta. Es una música en la que caben todos
los sentimientos. Aunque eso sí, es de extremos, no conoce el punto
medio".
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