México D.F. Lunes 18 de octubre de 2004
BALANCE DE LA JORNADA
Carlos Hernández
Año sabático para aficionados de los
grandes
DICEN LOS VERDADEROS aficionados al futbol -no
los fanáticos veletas, que se mueven según la dirección
del viento-, que en estos tiempos ya se puede cambiar de todo, menos de
equipo favorito. Es posible cambiar de partido político, de pareja,
de trabajo y hasta de sexo, pero no se le puede ir a una playera distinta
a la que se tiene pegada a la piel.
LO
ANTERIOR, COMO consuelo ante la dramática situación de
Cruz Azul, América y, un poco menos, de Chivas.
ASI QUE PARA ESE numeroso grupo de seguidores sólo
queda recomendar que se compren una bolsa de papel y se cubran con ella,
o se tomen un año sabático -o de plano algunos- para descansar
de tantas vegüenzas.
ES ILUSTRATIVO QUE los equipos grandes anden arrastrando
su prestigio, ubicados en los últimos sitios. Los Cementeros, además,
con la amenaza del descenso.
CRUZ AZUL Y AMERICA parecen coincidir en el mismo
mal: refuerzos extranjeros que sólo sudan cuando corren a la caja
y elementos de fuerzas básicas que no tienen calidad para portar
esas camisas tan exitosas en las décadas 70 y 80, respectivamente.
EN LO PRIMERO, LOS extranjeros mal contratados,
destacan elementos como Claudio López, proveniente del prestigiado
calcio
y fue mundialista argentino en los dos recientes mundiales. El Piojo
ha pasado de noche: no desborda, no tira fuerte, no cabecea, ni siquiera
toca el balón.
DJALMINHA -QUIEN llegó con etiqueta de talentoso
y polémico-, sólo se ha distinguido por lesionarse. "Está
resentido del pretexto posterior de la pierna derecha", dicen con ironía
en Coapa, donde el brasileño sí se ha destacado, pero sólo
por conducir un impactante auto Hummer de color amarillo, valuado en un
millón de pesos.
DEL PORTERO SEBASTIAN Saja y del central Horacio
Ameli la culpa es de la directiva americanista, que permitió su
contratación para complacer al ex técnico Oscar Ruggeri,
quien había sido promotor de ambos jugadores. Negocio redondo. Y
en dólares.
Y LOS LOCALES -como Davino, Salinas, Villa, Mendoza-
son simplemente elementos sobrevaluados.
EN CRUZ AZUL LA situación es similar. Dejaron
ir al Cata Díaz, por un imperdonable error en la liguilla
ante Pumas, y contrataron al veterano, lento y atrabancado Federico Lussenhoff.
A su lado le pusieron a otro jugador de los llamados troncos, Joel Huiqui,
quien en Pachuca se cansó de dar patadas ante la ceguera de los
árbitros, siempre complacientes con Tuzos.
Y SI LOS BUENOS años del Conejo Pérez
quedaron atrás, en la misma línea están jugadores
como Alberto Hernández, Victorino, Campos, y los intentos de refuerzo
en que quedaron Chiquis García y Emilio Mora.
OTRO GRANDE, EL Guadalajara, sigue también
dando tumbos y suma cuatro partidos sin victoria, tres derrotas, mientras
Jorge Vergara está más preocupado en promocionarse con su
supuesta compra de otro cuadro rojiblanco, el Atlético de Madrid.
DESTACO TAMBIEN la goleada al superlíder
Veracruz. Los Tiburones, con algo de suerte, sumaron racha de ocho triunfos
consecutivos, pero en sus dos derrotas coincidió la ausencia de
Cuauhtémoc Blanco. En la fecha uno, ante Monterrey, fue expulsado,
y frente a Tigres no participó por lesionarse en el Tri.
EL CAMPEON PUMAS, en tanto, parece resurgir y pelea
la clasificación en su flojo grupo, pero sigue en los últimos
sitios de la tabla general.
Y DEL TRICOLOR poco
hay que decir. Con un pírrico 3-0 sobre los leñadores de
Trinidad y Tobago aseguraron el pase al hexagonal definitivo de la Concacaf.
HUGO SANCHEZ ROMPIO su silencio y sólo dijo
algo coherente: el torneo local no debería suspenderse cuando el
cuadro nacional enfrente a equipos del Caribe, ante los cuales la goleada
es una obligación sin necesidad de entrenamiento.
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