México D.F. Martes 19 de octubre de 2004
Elecciones en Estados Unidos
Asesores y funcionarios republicanos señalan
que su actitud ya preocupa a donantes
Inaceptable para Bush todo argumento que cuestione
su visión del mundo
Entiende bien al enemigo fundamentalista porque él
es igual, dice ex consejero de Reagan
No es un loco religioso; la fuente de su inflexibilidad
es su ideología, no su fe: Al Gore
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 18 de octubre. El presidente
George W. Bush está tan convencido de sus políticas que ya
no está dispuesto a considerar ninguna idea, opinión, hecho
o la pura realidad que pudiera cuestionarlas, afirman asesores y funcionarios
republicanos que han trabajado o trabajan en la Casa Blanca.
En un extraordinario perfil del presidente publicado en
la revista del New York Times esta semana, Ron Suskind ilustra este
punto al referirse a una conversación que sostuvo que un alto asesor
de la Casa Blanca quien se había irritado por los argumentos de
Suskind y otros quienes, según la fuente, forman parte de una "comunidad
en base de hechos" que constantemente critica al presidente.
"Realmente así ya no funciona el mundo ahora",
declaró el asesor de la Casa Blanca. "Ahora somos un imperio, y
cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes estudian
esa realidad, actuaremos de nuevo, creando otras nuevas realidades, las
cuales ustedes también pueden estudiar, y así continuarán
las cosas. Nosotros somos los actores de la historia... y ustedes, todos
ustedes, sólo quedarán para estudiar lo que hacemos nosotros".
Después de los atentados del 11-S, el presidente
Bush se ha convencido a tal grado de que tan acertados o correctos son
sus propios "instintos", de la importancia de su fe en Dios y de la capacidad
de Estados Unidos para determinar el curso del mundo, que ya no tolera
ni tiene paciencia para argumentos o hechos que cuestionan su visión
o sus políticas, señala un sorprendente coro de observadores,
entre ellos conservadores y simpatizantes de su partido. Cuando se le pregunta
por decisiones o políticas particulares, el presidente, tanto en
debates privados como en público, frecuentemente se limita a decir
que fueron tomadas porque así lo sintió o por "instinto",
y después invoca su fe en Dios.
Eso
espanta a mucha gente, incluidos varios veteranos republicanos de la política
en Washington. Ron Bartlett, quien trabajó como asesor de política
doméstica para Ronald Reagan y como alto funcionario en el Tesoro
durante la presidencia de Bush padre, comentó a Suskind: "creo que
sólo en los últimos meses se le ha prendido una luz a gente
que ha pasado tiempo cerca de Bush: que ese, su instinto del cual siempre
está hablando, es algo un poco raro, la idea mesiánica de
que cree que Dios le ha dicho qué hacer". Agregó que "es
por esto que dispensa a gente que lo enfrenta con hechos inconvenientes...
Realmente cree que está en una misión de Dios. La fe absoluta
como esa abruma la necesidad para el análisis. Todo eso de la fe
es creer cosas de las cuales no hay pruebas empíricas".
Pero no todos comparten este análisis de Bush guiado
por su fe divina. El ex vicepresidente y candidato presidencial demócrata
en 2000, Al Gore, quien tuvo el gusto de conocer de cerca a Bush durante
la última elección presidencial, argumentó hoy en
un discurso que es un error calificar a Bush de loco religioso. "Estoy
convencido de que gran parte de las frecuentes desviaciones de un análisis
sobre la base de hechos del presidente tienen que ver mucho más
con la ideología política y económica derechista que
con la Biblia", sostuvo Gore. "Es ideología, y no su fe religiosa
la fuente de esta inflexibilidad preocupante".
En una ponencia en un foro patrocinado por el grupo MoveOn.org,
Gore sostuvo que "la mayoría de los problemas que el presidente
Bush ha causado para este país se originaron, no de su fe en Dios,
sino de su creencia en la infalibilidad de la ideología derechista
republicana que exalta los intereses de los ricos y de las grandes empresas
sobre, y más allá, de los intereses del pueblo estadunidense.
Es amor al poder para su propio fin lo que es el pecado original de esta
presidencia".
En su artículo para la revista del Times,
Suskind se enfoca menos en la motivación y propósito de la
toma de decisiones de esta presidencia y más sobre el proceso. "El
presidente ha exigido fe incuestionable de sus seguidores, de su equipo,
de sus principales asesores y sus simpatizantes en el Partido Republicano.
Una vez que toma una decisión -muchas veces rápidamente,
basado en alguna creencia o posición moral- espera una fe completa
en su virtud", escribe Suskind.
Christine Todd Whitman, ex gobernadora republicana de
Nueva Jersey quien después encabezó la Agencia de Protección
Ambiental durante los dos primeros años de esta presidencia, declaró
a Suskind que "en reuniones, (Bush) preguntaba si había hechos para
apoyar nuestra posición. Por ello, me acusaban de deslealtad".
La convicción del presidente sobre la rectitud
de sus propias ideas, y la renuencia de sus asesores a atreverse a contradecirlo,
puede llegar a extremos absurdos. Suskind recuerda una reunión con
legisladores republicanos y demócratas en la Casa Blanca sobre el
tema de mantenimiento de paz en Medio Oriente. El veterano legislador Tom
Lantos, demócrata miembro del Comité de Relaciones Internacionales
de la Cámara, sugiere al presidente la posibilidad de solicitar
la participación del ejército de Suecia en tal operación
de paz.
"No sé por qué estás hablando de
Suecia", respondió Bush. "Son los neutrales. No tienen un ejército".
Suskind dijo que fue informado por dos personas que fueron testigos de
que Lantos le responde: "señor presidente, tal vez usted pensó
que dije Suiza. Ellos son los históricamente neutrales sin un ejército".
El presidente insistió, "no, no, es Suecia la que no tiene ejército".
Alguien en la sala cambió el tema.
Pero Suskind, ex reportero del Wall Street Journal,
argumenta -igual que Gore- que esto no significa que el presidente tenga
alguna carencia intelectual. Más bien es su absoluta renuencia a
escuchar o pensar una vez que está convencido de algo. Suskind cita
al senador demócrata Carl Levin, quien dice del presidente: "es
bastante inteligente para hacer la chamba... Es su falta de curiosidad
sobre temas complejos lo que me preocupa".
Y esto no sólo es opinión entre los opositores
políticos del presidente. Recientemente, un senador republicano
contó a la revista Time una reunión con el presidente
en octubre de 2002 antes de la invasión de Irak. En aquel tiempo,
Bush estaba solicitando al Congreso aprobar una resolución en apoyo
al uso de fuerza militar para tal invasión. Según el senador
republicano, Bush llegó a la reunión y declaró: "Mira,
quiero tu voto. No voy a debatir contigo". Cuando uno de los senadores
reunidos intentó hacerle una pregunta, Bush repitió: "Mira,
no voy a debatir esto contigo".
Se ponen nerviosos
Esa actitud ahora empieza a preocupar incluso a algunos
de los donantes más generosos al presidente. Uno de ellos, quien
ha contribuido con más de 100 mil dólares a la campaña
de reelección de Bush, declaró a Suskind que después
de un encuentro con el presidente en septiembre pasado, se empezó
a sentir "un poco nervioso" por la manera en que Bush toma decisiones.
"Hay muchas cosas grandes que desea hacer domésticamente
-agregó-, y quién sabe qué países podríamos
invadir o que podría pasar en Irak. Pero cuando se pone complejo,
parece acudir a la oración o Dios en lugar de profundizar y pensar
a fondo las cosas. Como dice el dicho, el diablo está en los detalles.
Si tú no vas detrás del diablo, él vendrá por
ti".
Bruce Bartlett, el ex asesor de Reagan, es más
crítico. Comentó a Suskind que la creencia de que Dios está
detrás de este presidente se está creando un mundo mucho
más peligroso y está guiando la política a un grado
extraordinario. "Es por esto que George W. Bush es tan claro sobre Al Qaeda
y el enemigo islámico fundamentalista. El cree que los tiene que
matar a todos. No puede ser convencido que son extremistas guiados por
una visión oscura. Los entiende porque él es justo como ellos".
En el modelo de democracia de EU no hay dónde
denunciar o resolver quejas de fraude
Demócratas y republicanos juegan sucio, a dos
semanas de la elección
Los partidos van de la intimidación sutil a la
alteración de los registros sin que nadie los detenga
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 18 de octubre. ¿Se
prepara el fraude en Estados Unidos?
A dos semanas de las elecciones republicanos y demócratas
están resucitando las técnicas sucias y en algunos casos
ilegales para ganar votos en favor de sus candidatos y desalentar el sufragio
para sus contrincantes, según informes de varios estados claves
en los comicios nacionales.
El Partido Demócrata ya ha presentado una demanda
legal en Florida acusando a autoridades estatales de intentar negar el
derecho al voto a simpatizantes de su partido empleando trabas técnicas
en el proceso de empadronamiento.
Pero las acusaciones no están limitadas a unos
cuantos estados o funcionarios. Autoridades electorales han intentado anular
el registro de votantes opositores empleando pretextos técnicos
en por lo menos otros cuatro estados, y hay pruebas de esfuerzos de intimidación
de votantes al generar angustia por un posible atentado terrorista el día
de las elecciones, o de difundir información falsa sobre posibles
penas legales si uno no presenta ciertas credenciales. Además, hay
investigaciones en curso en por lo menos tres estados sobre grupos que
han promovido el empadronamiento de nuevos votantes y que han destruido
registros para aquellos que no favorecen a su candidato.
Ambos
partidos han contratado equipos de abogados en los 50 estados de la unión
para responder a toda queja de fraude, y el Demócrata ha difundido
un manual de 66 páginas a sus representantes en cada estado, en
el cual indica cómo detectar un fraude de los republicanos y recomienda
maneras de publicitar maniobras electorales sucias de sus contrincantes.
"Si aún no se han revelado señales de técnicas
de intimidación, lancen un ataque preventivo", aconseja el manual
que recomienda a los oficiales del partido denunciar fraude aun si no cuentan
con pruebas.
En Nevada y Oregon, la empresa contratada por el Partido
Republicano para empadronar votantes ha recaudado datos de miles de individuos
que buscaban registrarse y destruyó sistemáticamente las
solicitudes de empadronamiento de cualquiera que se identificaba como demócrata.
Dos senadores federales han solicitando al Departamento de Justicia investigar
acusaciones de que "miles" de solicitudes oficiales de empadronamiento
ya han sido destruidas en este proceso.
No está claro si es ilegal
Pero no son sólo los republicanos. En Florida,
una organización comunitaria que simpatiza con los demócratas
recaudó más de 100 mil solicitudes de empadronamiento y destruyó
aquellas de quienes se identificaban como republicanos. El Departamento
de Justicia ya investiga estas acusaciones. En ambos casos, votantes que
pensaban que ya estaban empadronados descubrirán que no estarán
registrados al acudir a las casillas el día de las elecciones y
no podrán participar en la elección.
Aún más sorprendente es que a pesar de que
fiscales están investigando estas maniobras, no está claro
en la ley si lo que estos grupos hicieron es técnicamente ilegal.
Otra táctica común este año es la
de autoridades encargadas del proceso electoral a nivel estatal o de condado,
las cuales suelen ser partidarias de uno de los dos partidos principales,
descalificando a los recién empadronados del otro partido.
Por ejemplo, el secretario de estado de Ohio, un republicano,
empleó una anticuada regla para argumentar que miles de registros
de nuevos votantes demócratas son nulos por el papel utilizado para
imprimir los formularios. Un juez finalmente determinó que esto
era ilegal, pero el New York Times reporta que los republicanos
están usando tácticas similares en Florida y Wisconsin.
Tal vez no sea sorprendente que el mayor número
de denuncias sobre tácticas de intimidación o supresión
del voto y otros "trucos sucios" provienen de Florida, donde el presidente
George W. Bush ganó la última elección sólo
después de la intervención de la Suprema Corte que constató
su margen de triunfo de 537 votos. Cuatro años después nadie
sabe cuál fue el conteo final preciso en Florida, como en muchos
estados mas. Sí se sabe que cientos, tal vez miles de votos no fueron
contados, que a mucha gente que deseaba participar no se le permitió
hacerlo, y que otros votaron más de una vez.
El Daily News de Nueva York reportó este
lunes que ha comprobado que cuatro profesionistas que residen en esta ciudad
después de mudarse de Florida hace años, votaron en Nueva
York y en Florida en la elección de 2000. Tres de ellos confirmaron
que votaron en la elección nacional en Nueva York, comprobaron que
no habían estado en Florida durante esa elección, que no
sabían cómo había ocurrido eso, ni que su registro
para votar aún estaba vigente en Florida.
Sospechan que es resultado del conteo impreciso en Florida,
pero tal vez que alguien cometió fraude en su nombre. Votar más
de una vez es delito federal, pero como indica el Daily News, es
un crimen que el sistema electoral no hace nada para impedir (no hay un
padrón federal, cada estado está encargado de mantener y
administrar un padrón estatal en las elecciones nacionales). Nadie
sabe cuántos casos más de estos existen.
Pero Florida no es el único lugar donde ocurre
esto.
Janet Ryder, contratada por la central obrera AFL-CIO
para el esfuerzo de movilización del voto, reporta las maniobras
electorales de los republicanos en uno de los estados claves: "Hay una
historia de intimidación sutil y no tan sutil en Pennsylvania, especialmente
en Filadelfia, pero también en otras partes donde residen las poblaciones
africanas, americanas y latinas", declaró recientemente. "El año
pasado hombres blancos vestidos con traje oscuro, a bordo de vehículos
negros de apariencia oficial dieron vueltas por estas áreas de minorías
durante la elección para alcalde. Estos falsos "oficiales" pidieron
identificación a varias personas e hicieron declaraciones falsas
e intimidatorias como si uno debía pagos para apoyo de sus hijos,
o infracciones de tránsito, o si había 'cualquier cosa mala
con tus documentos', podría acabar detenido si intentaba votar".
Este año, cuando votantes acudieron a una elección
especial en la reserva indígena de Pine Ridge, en Dakota del Sur,
se encontraron con anuncios en las casillas informando que "sin identificación,
no puede votar". Jacqueline Johnson, directora ejecutiva del Consejo Nacional
de Americanos Nativos, dice que cientos de personas simplemente dieron
la vuelta y se fueron al ver los anuncios, a pesar de que por ley un votante
puede hacerlo sin presentar identificación siempre y cuando firme
un documento legal que certifique su identidad.
Los individuos investigados por el fiscal estatal por
estas tácticas han renunciado sus puestos en el Partido Republicano
de Dakota del Sur, pero un periódico local reporta que ahora han
sido contratados por el mismo partido en Ohio para promover el voto.
Maniobras de ambos bandos
Los republicanos, vale repetir, no tienen el monopolio
de estas maniobras electorales. Mientras que el partido de Bush intenta
suprimir el voto en barrios y zonas pobres donde la tendencia favorece
a los demócratas, el partido del candidato John Kerry intenta alentar
la participación electoral al ofrecer a pastores religiosos y otros
líderes comunitarios fondos para promover el voto en sus barrios.
En la última elección, medios locales reportaron
que a pastores de algunas iglesias negras grandes en Nueva Jersey los demócratas
les ofrecieron hasta 10 mil dólares para ayudar en los esfuerzos
de llevar a votantes a las casillas el día de las elecciones.
Los votantes negros, según encuestas, sufragarán
abrumadoramente por Kerry y la tasa de participación de esa comunidad
será particularmente importante en Nueva Jersey, donde los sondeos
más recientes indican que los dos candidatos están empatados.
Lo más notable de todo esto es que estas maniobras
son consideradas parte "normal" del proceso electoral estadunidense, y
donde los responsables gozan de una impunidad impresionante (con algunas
excepciones). Por ejemplo, un periódico de New Hampshire reportó
que James Tobin, el hasta ahora coordinador de la campaña de relección
de Bush en Nueva Inglaterra, figura en documentos judiciales como co-conspirador
con dos otros individuos, quienes ya se han confesado culpables de atascar
las líneas telefónicas del Partido Demócrata el día
de las elecciones de 2000 para incapacitar el esfuerzo de promoción
del voto en esa región.
Aunque se conocía la participación de Tobin
en esta maniobra desde hace meses, renunció el viernes pasado sólo
después que los medios presentaron los hechos a la luz pública.
Con todas estas actividades para manipular el proceso
electoral, una nueva investigación de la Oficina de Contabilidad
Gubernamental (GAO) del Congreso encontró que el Departamento de
Justicia no ha establecido ningún mecanismo para documentar las
irregularidades electorales o casos de intimidación de votantes.
A un par de semanas de la elección, no hay dónde
denunciar, y menos resolver, quejas de los fraudes que se preparan aquí,
en el modelo de la democracia para el mundo.
Presionan a televisora para rechazar Fahrenheit
9/11
Nueva York, 18 de octubre. El servicio de televisión
de pago por evento In Demand, de Estados Unidos, rechazó hoy la
petición del cineasta Michael Moore de difundir el documental Fahrenheit
9/11, crítico de la administración de George W. Bush
y su guerra contra Irak, en la noche del lunes 1º de noviembre, víspera
de los comicios presidenciales. La decisión contrasta con el anuncio
de la red de 62 televisoras Sinclair Broadcast Group de programar un documental
crítico al servicio militar del candidato presidencial John Kerry,
con el título de Honor robado. In Demand está disponible
en 28 millones de domicilios residenciales estadunidenses de un total de
120 millones en el país. "Está claro que se ha ejercido presión",
dijo hoy Moore, al saber del rechazo de la empresa a su cinta.
Firma Bush presupuesto para seguridad
Washington. El presidente estadunidense y aspirante
republicano a la relección, George W. Bush, firmó hoy un
proyecto de presupuesto de 17 mil millones de dólares para "seguridad
doméstica". En un acto de campaña en Nueva Jersey, Bush acusó
de debilidad a su oponente, el demócrata John Kerry, en materia
de defensa. En Florida, Kerry dijo que las afirmaciones "duras" de Bush
sobre el apoyo a las instituciones armadas estadunidenses son sólo
"retórica vacía".
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