México D.F. Martes 19 de octubre de 2004
Serían entre $100 mil y $300 mil a la semana: priístas; el alcalde niega imputaciones
Acusan a edil panista yucateco de costear escapadas nocturnas con fondos del erario
LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 18 de octubre. La dirigencia estatal del PRI pidió al Congreso local que investigue la administración de Francisco Canul Uicab, alcalde panista del municipio rural de Kanasín, debido a que existen informes de que gasta entre 100 mil y 300 mil pesos semanalmente en centros nocturnos de esa localidad, presuntamente dinero del erario.
Canul Uicab, conocido en su comunidad como Pancho Huech, reconoció que acude a esos lugares de esparcimiento para "desestresarse" de sus actividades gubernamentales, pero negó que las costee con recursos del ayuntamiento.
Las constantes escapadas nocturnas del alcalde de Kanasín, en compañía de amigos y colaboradores, provocaron que la dirigencia del tricolor en Yucatán solicitara, mediante su bancada en la 57 Legislatura local, que se le investigue para determinar si está desviando recursos del erario municipal, ya que, además de "parran-dear", en apenas tres meses de gestión adquirió dos modernos vehículos, entre ellos una camioneta Ford Lobo.
Según el PRI la cifra de entre 100 mil y 300 mil pesos que Canul Uicab gasta cada semana en centros nocturnos fue obtenida con base en datos proporcionados por personas que trabajan en esos lugares, quienes hicieron un cálculo del costo de las bebidas, de los table dances y de las tarifas de las sexoservidoras.
Al respecto, Edgar Ramírez Pech, dirigente estatal del PAN, dijo que no solapará a ningún alcalde emanado de su partido que realice actividades ilícitas, y apuntó que si hay pruebas contra de Canul Uicab deben ser presentadas en el Congreso para que se pueda iniciar una investigación al respecto. Comentó que pidió a la bancada legislativa del blanquiazul averiguar los pormenores del caso del presidente municipal de Kanasín.
Lo irónico de este caso es que Kanasín, municipio conurbado con Mérida, se ha convertido desde hace algunos años en la moderna zona de tolerancia de la entidad, ya que en un franja de 20 kilómetros se encuentran asentados al menos 15 giros negros o centros nocturnos, así como decenas de hoteles de paso.
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