"Ya ni nos desgastamos en eso", expresa la presidenta del CDI

El golpeteo entre gobernantes y partidos no afecta a las comunidades indígenas

Nosotros debemos decidir qué rumbo tomar, pues con el gobierno no se ha podido trabajar, señala Carmen Alvarez Juárez El movimiento zapatista, parteaguas en el país, considera

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 20 de octubre. El golpeteo entre los partidos y gobernantes es meramente político, no afecta a los pueblos indígenas. Es más, los mexicanos ya ni nos desgastamos en eso, no somos partido ni somos políticos, señaló Carmen Alvarez Juárez, presidenta del Consejo Consultivo del Consejo Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

Entrevistada al participar en el coloquio Indígenas migrantes, efectuado en esta ciudad, Alvarez Juárez señaló que "el llamamiento y la invitación que hacemos nosotros es a que el gobierno federal retome la propuesta de los pueblos indígenas que es servir sin servirse y mandar obedeciendo".

La representante chichimeca de Guanajuato expresó que el movimiento zapatista de Chiapas fue un parteaguas en la vida nacional, pues al derramamiento de sangre de esos hermanos "le debemos en mucho los espacios que se han abierto, pues quizá si ellos no hubieran tomado las armas el país tendría una dinámica distinta, y muchos pueblos indígenas no nos hubiéramos atrevido a hablar, a proponer y a reclamar nuestros derechos".

Comentó que quizá ya no a través de las armas, sino por otros medios, pero los pueblos indígenas deben estar siempre en defensa de que se les reconozca como sujetos de derecho, y pugnar por que los acuerdos de San Andrés se retomen y vuelvan a las reformas constitucionales.

Interrogada sobre la situación de empantanamiento que vive el problema de Chiapas, pese al ofrecimiento que en campaña hizo el ahora presidente Vicente Fox Quedada de resolverlo en 15 minutos, Carmen Alvarez dijo que "cuando las cosas no se viven es fácil hacer ese tipo de planteamientos, cuando además se tenía toda la intención de que diéramos un voto", pero finalmente, dijo, "debemos ser nosotros mismos, los pueblos indígenas, los que decidamos qué rumbo tomamos, independientemente, porque no se ha podido establecer un mecanismo de trabajo con el gobierno.

"Lo más sano es que el gobierno federal se sentara a escuchar, que realmente sintiera esa raíz indígena que debe tener, así sea muy escondida por ahí, y una conciencia de pertenencia a esta nación mexicana pluricultural y multidiversa para trabajar juntos", agregó.

"Somos nosotros mismos los que en algún momento debemos tomar la vara y decidir el camino, porque finalmente puede haber leyes escritas o no escritas, derechos, declaraciones nacionales o internacionales, que sin embargo serán letra muerta si nuestros propios pueblos las desconocen y no saben siquiera de su existencia."

Carmen Alvarez señaló que por estar en el consejo consultivo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que es parte de la estructura de gobierno, "no quiere decir que vayamos a avalar todo lo que el sector oficial diga; creo que tenemos que sentarnos a negociar, para que el gobierno sea democrático, es decir, donde el pueblo es el que gobierna, no que se centralice el poder en una persona y en un partido, que es lo más crítico".

Respecto al tema del coloquio, expresó que los indígenas que han emigrado para trabajar en los grandes centros urbanos del país y de Estados Unidos son doblemente excluidos y discriminados, respecto a otros migrantes, por su condición de pobreza y baja escolaridad, entre otros factores.

Lamentó que no existan representantes legislativos de las comunidades originarias, porque los diputados o senadores que se ostentan como tales representan a un partido y no a sus comunidades. "Se tendrían que buscar los mecanismos para que hubiera representación de los 61 pueblos indígenas, que totalizan unos 12 millones de habitantes", dijo.

Carmen Alvarez señaló que las políticas de apoyo gubernamentales han sido mayoritariamente asistencialistas; "te doy vacas, borregos, puercos, para proyectos productivos, pero esto no representa procesos organizativos de representación de las comunidades; hay proyectos, pero desde el papel de los otros".

Dijo que como no se consulta a los pueblos sobre sus necesidades reales, por eso no se reflejan los apoyos en una mejoría a las condiciones de vida y así es como se alimenta el fenómeno migratorio, pese al enorme arraigo del indígena con la madre tierra.