Premiación a braceros documentados

Hace casi un mes que don Angel Chaparro Martínez terminó su estancia de ocho meses que cada año realiza en Canadá, donde labora de jornalero en los cultivos de pimiento. Sin embargo, esta vez tuvo que demorar el viaje de regreso y tomarse unas vacaciones obligadas. Y todo porque debía esperar a que viniera el presidente Vicente Fox y, en una ceremonia especial, los premiara a él y a otros cinco connacionales como parte de la más antigua generación de braceros documentados que manda México a esta nación desde hace tres décadas.

Cuando vino por primera vez al cultivo de hongo, en 1976, don Angel -oriundo de Temascalzingo, estado de México- cobraba a destajo; para 1982 se le pagaban 2.65 dólares canadienses la hora y hoy su sueldo es de 7.70 dólares la hora.

Asegura el señor Chaparro Martínez que a él lo han tratado bien en esta nación y no tiene grandes testimonios para documentar abusos hacia quienes viajan en situaciones como la de él. Sí en cambio evoca cuando un tal Miguel, encargado del programa en la Secretaría del Trabajo, que cobraba mil 500 pesos a quienes venían a esta nación. Y claro, dice, esa persona mandó a tantos que no sabían nada de la actividad; los canadienses se enojaron y ya hasta andaban eliminando el programa.

Vicente Fox llamó a estos trabajadores ''héroes auténticos'' de los que ''estamos muy orgullosos. Son verdaderos embajadores de lo que es nuestro país'', porque si bien han salido de su tierra en un acto de voluntad, ''es bueno romper fronteras para alcanzar nuestros sueños''.

Al entregarles además el premio Othli, que concede el Instituto de Mexicanos en el Exterior, el Presidente les ofreció trabajar para que este fenómeno migratorio lo realicen ''bajo la condición de un acto voluntario'' y no como ''a veces nos sucede hoy'', por estricta necesidad.

Entre los premiados también estaba el doctor Francisco Díaz, científico mexicano que hace aquí investigaciones sobre sida.

ROSA ELVIRA VARGAS, ENVIADA