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México D.F. Sábado 4 de diciembre de 2004 |
La entrega del petróleo
La
cotización de la mezcla de petróleo mexicano para la exportación
se situó este viernes en 25.70 dólares por barril, en lo
que parece ser una caída artificial de su precio para ubicarlo alrededor
de los 23 dólares, tal y como lo desea el presidente Fox. El hecho
de que la cotización del crudo manipulada por el gobierno hubiera
descendido a menos de 27 dólares es significativo por dos razones:
la primera, el Presidente aprovechó la ocasión para justificar
su idea de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año
2005, que implica recortes; la segunda, existe un seguro internacional
por 350 millones de dólares adquirido por la Secretaría de
Hacienda para garantizar un ingreso de 27 dólares por barril para
el año entrante.
La actitud del gobierno -por demás revanchista-
da la impresión de ser un intento más por golpear a la Cámara
de Diputados por el asunto del presupuesto, ya que el Legislativo dio marcha
atrás al proyecto enviado por el Ejecutivo. Asimismo, es una decisión
que beneficia claramente a Estados Unidos, el principal comprador, que
absorbe entre 80 y 90 por ciento de nuestras exportaciones. Y esta situación
no es nada nuevo.
El especialista en temas energéticos José
Antonio Rojas señaló que hace tres semanas "Pemex decidió
reducir unilateralmente en tres dólares el precio del barril de
petróleo que vende a Estados Unidos". Lo escandaloso del caso es
que por esas fechas, la cotización del crudo alcanzó e incluso
rebasó los 50 dólares. Por otra parte, los expertos -entre
ellos el Banco de México- predecían que para ese tiempo,
el valor del crudo mexicano estaría a un nivel de 35.66 dólares
por barril. Estas cifras revelan que México pierde dinero deliberadamente
y se convierte en el esquirol de los países industrializados e importadores
de petróleo. El escándalo es aún más grave
si se tiene en cuenta que la caída del precio de la mezcla mexicana
no tiene razón de ser: la economía de las naciones ricas
ha dado signos de recuperación y, por ende, han aumentado sus importaciones
de crudo, y China, la potencia emergente, ha incrementado su consumo, lo
que aunado a la guerra de Irak ha provocado que las cotizaciones llegaran
a superar los 50 dólares antes citados.
Así, cabe preguntarse por qué el gobierno
actúa de esa manera, abaratando los recursos energéticos
de la nación, que dicho sea de paso no son renovables. En ese contexto,
el Ejecutivo debe explicar por qué beneficia a Estados Unidos en
detrimento del país: el haber rebajado la cotización le quita
a la ciudadanía millonarios recursos, sobre todo ahora que el Presidente
se está peleando con la oposición por el presupuesto. Además,
plantea otro escenario de confrontación con la diputación.
Tal y como advirtió la senadora priísta Laura Alicia Garza
Galindo, "no sé a quién quieren engañar, pero los
legisladores no somos ignorantes (...) tenemos la certeza de que el gobierno
federal no tiene derecho a ningún recorte presupuestal, porque tienen
asegurado el precio del petróleo en 27 dólares por barril".
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