Obtilia Eugenio denuncia asedio en su casa y en la calle
Amenazada de muerte, indígena que exige castigo a presuntos violadores
Me Phaa Obtilia Eugenio Manuel, defensora de los derechos humanos del pueblo indígena tlapaneco, del municipio de Ayutla de los Libres, quien se ha caracterizado por exigir justicia para las indígenas Valentina Rosendo Cantú e Inés Fernández Ortega, que fueron violadas por militares en 2002, fue amenazada de muerte el 9 de diciembre de 2004.
A partir de esa fecha, tanto la defensora indígena, Obtilia Eugenio, como su hermana Andrea y su esposo Cuauhtémoc Rodríguez han sido intimidados por extraños que continuamente rondan su casa y la oficina de la Organización del Pueblo Indígena Tlapaneco, AC (OPIT).
Las amenazas contra su vida las ha recibido la defensora indígena en su domicilio por medio de anónimos, y se le han acercado extraños en la calle para intimidarla, relató la defensora en conferencia de prensa.
En un anónimo recibido a las 22 horas del 9 de diciembre pasado, en la casa de la defensora, le dicen: "Obtilia Eugenio Manuel, mira ya se te olvidó de lo que esiste a mi compañero del Charco ahora te vamos a cumplir con tu fiesta tu lo buscaste te vamos a dar gusto que te olvidaste de lo que dijiste Chilpo 3, 4 tu sigue dando duro golpe a nosotros sigue con tu mentira de violación Valentina y Inés ya basta estupideces de lo que nos has hechas, ya te vamos a dar gusto de por sí tenia hambre gusano de ti muy pronto descansar en paz.
"eres una perra maldita pinché vieja guerrillera para que estés feliz Cuahtemoc no queremo es candidato tú casa está vigilada día y noche hasta pronto querida obtilia."
Abel Barrera, dirigente del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, y Mario Patrón, abogado del mismo, informaron que el hostigamiento y las amenazas de muerte contra la defensora indígena han sido denunciados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y ésta solicitó al gobierno mexicano medidas precautorias a favor de la defensora, de su esposo, de su hermana, sus dos hijas y el personal de la OPIT.
Obtilia afirma que hace la denuncia pública "del caso de las indígenas violadas por militares para que se haga justicia, porque a los indígenas nunca nos hacen caso. Los guachos -militares- andan por la región, violan a indígenas y muchas no denuncian por temor. Yo hago la denuncia pública porque el pueblo así me lo pide".
Cuando Obtilia narraba las amenazas y el hostigamiento de que ha sido objeto se le quebró la voz. Fueron sólo segundos. Luego, serena, dijo: "no quiero morirme, por eso pido a los gobiernos estatal y municipal que investiguen mi caso, y que le hagan justicia a Valentina y a Inés, que fueron violadas por militares".