Solicitan a senadores hacer a un lado tácticas dilatorias y aprobar el dictamen
Treinta organizaciones sociales apoyan el proyecto de ley de radio y televisión
Representantes cetemistas critican la legislación y condenan a las radios comunitarias
Una treintena de organizaciones sociales expresaron ayer su respaldo al proyecto de ley federal de radio y televisión, y solicitaron a los senadores aprobar la legislación, haciendo a un lado las "tácticas dilatorias" con que intereses económicos pretenden frenarla y la intención de crear un ordenamiento light al gusto de los propietarios de los medios electrónicos.
En contraparte, durante una reunión de comisiones unidas en el Senado, los representantes de los dos sindicatos de la Confederación de Trabajadores de México que agrupan a los empleados de la radio y la televisión privada, descalificaron el proyecto de dictamen y se lanzaron en contra de las radios comunitarias, a las que calificaron de ilegales.
Sin embargo, la mayoría de las voces que ayer escucharon los senadores fueron en apoyo al proyecto de dictamen. Las académicas Alma Rosa Alba de la Selva y Clara Jusidman, esta última de Espacio para el Diálogo Civil, así como Irma Avila Pietrasanta, coordinadora del Centro de Comunicación Comunitaria, alertaron sobre la pretensión de retardar la aprobación de la ley.
Avila Pietrasanta dijo que al ver el Canal del Congreso los ciudadanos se sorprendieron por la discusión con terminologías "legaloides" que se dio hace 15 días en comisiones unidas, porque parece una estrategia de dilación y distracción para frenar el dictamen.
Los sectores que atacan la iniciativa "no quieren que se les obligue a cumplir una función social ni que los medios del Estado la cumplan, porque, dicen, es competencia desleal, y tampoco les gustan los medios comunitarios, porque son vendedores ambulantes del cuadrante".
Jusidman señaló que existe la intención de hacer una ley light, pero "cualquier simulación de cambio para dejar contentos a los concesionarios postergará las urgentes y necesarias modificaciones de fondo" a los medios de comunicación electrónica, y reivindicó la creación del Consejo Nacional de la Radio y la Televisión.
Ernesto Piedra, consultor del Centro de Investigación y Docencia Económica, ya no se atrevió a formular las críticas que antes hizo por escrito al proyecto de dictamen, en el que insiste en que la Cofetel regule los medios electrónicos. Ayer señaló que si se insiste en que esa tarea la realice un órgano independiente, está bien, pero debe tener fortaleza y autonomía.
Gerardo Soria, del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones, se manifestó en contra del proyecto de ley, porque pretende regular los contenidos, lo que inhibiría el desarrollo tecnológico.
Esta visión tecnocrática fue echada abajo por una docena de oradores, entre ellos Eréndira Cruz Villegas, directora del Centro Nacional de Comunicación Social. Luego, representantes de radios comunitarios intervinieron en favor de la reforma.
Alfredo Zepeda, del Comité de Derechos Humanos de la Sierra Norte de Veracruz, y Pedro Ruperto, de Radio Huayacocotla, narraron la historia de asedio que ha vivido en los 40 años de vida esa radio comunitaria otomí, al igual que otras que operan en zonas indígenas, como Radio de Juchitán y Radio Pueblo de Guadalajara, que han sido cerradas por "transmitir mensajes cifrados", es decir, en lenguas indias.
A los dirigentes sindicales cetemistas no les gustó que invitara a la reunión a representantes de las radios comunitarias, a las que calificaron de "clandestinas".
Ricardo Acedo Samaniego, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Radio y la Televisión, aclaró que no representaba a la patronal, pero que le preocupan las empresas, y repitió las descalificaciones que han expresado los concesionarios.
Sin ofrecer argumentos, insistió en que el proyecto de ley puede poner en riesgo las fuentes de empleo en la industria de la radio y la televisión, y fue claro al criticar que en la legislación propuesta se incluya a las radios comunitarias, porque son "una insana competencia".
En nombre de la otra organización cetemista, el Sindicato Industrial de Trabajadores y Artistas de la Televisión y el Radio, Abel Pacheco insistió en descalificar a las radios comunitarias y sostuvo que detrás de ellas hay algún grupúsculo con intenciones que van más allá de la ley.
Guadalupe Cortés, de Radio Educación, recordó que los trabajadores que laboran para los medios privados lo hacen en condiciones inhumanas y con salarios de hambre. Por eso, dijo, quienes prestan sus servicios en los medios públicos no quieren trabajar con los concesionados, "porque nos tratan como esclavos".
Aclaró que no pertenece a ningún grupúsculo, y señaló: "ahí está mi currículum". Los cetemistas se quedaron callados.
Al final, a pregunta expresa del senador Manuel Bartlett, el presidente de la Comisión de Comunicaciones, Héctor Osuna, precisó que el próximo miércoles los concesionarios acudirán a dialogar con las comisiones dictaminadoras.