Realizaron serie de "minimítines" en Cancún para evitar confrontación con tricolores
A última hora, PRD-PT cancelaron megacierre en QR
Cancun, QR, 2 de febrero. La coalición PRD-PT, que postula como candidato a gobernador a Juan Ignacio García Zalvidea, cambió su estrategia de campaña a último minuto y en lugar del megacierre que se había anunciado, al ritmo de la banda El Recodo, optó por una serie de "minimítines" y ruidosas caravanas que, sin orden ni concierto, por la tarde cruzaron de un lado a otro las colonias populares de Cancún, encabezadas por el hiperactivo Chacho.
Megáfono en mano, el hombre que pretende ser el primer mandatario no priísta de Quintana Roo fungió como animador, orador, organizador, trabajador de logística y hasta repartidor de camisetas y chicharrones. "Al camión, al camión, se va el camión", pregonaba, encargándose personalmente de que sus seguidores abordaran los chachobuses, chachotaxis y hasta chachomotos de la caravana amarilla.
Enfrentaba el escándalo de los automovilistas atrapados en el descomunal embotellamiento: "Disculpen el tráfico, señores, pero así es esto de la democracia". Colorado, con el cabello pegado a la frente sudorosa, no paró de animar a su gente hasta bien entrada la noche, en una recta final que resultó muy distinta a la gran concentración con la que habían pensado medir fuerzas con su contrincante, el priísta Félix González Canto.
La cancelación del soñado megacierre puede ser vista como un repliegue en la batalla por los votos de los quintanarroenses, en la que los chachistas con frecuencia jugaron con las mismas tretas del viejo PRI: compra de votos, reparto de dinero y enseres, y acarreo. Pero fue también un gesto prudente frente a los palos y toletes que desde hace varios días erizan la Plaza de la República, donde se había planeado realizar la última concentración de PRD-PT. Los pronósticos de desalojos por parte de grupos de choque violentos no han dejado de sonar en las radios locales en las últimas noches. De modo que se prefirió suspender la fiesta y evitar la confrontación.
Una docena de patrullas y camionetas de la policía, así como dos carros de bomberos llegaron anoche a reforzar el plantón que mantienen desde hace siete días cerca de 250 policías municipales, de tránsito y bomberos, de un total de 2 mil en nómina del municipio de Benito Juárez. Estos empleados exigen el pago de 9 millones de pesos por aguinaldos y 3 millones del fondo de ahorro, adeudo que el alcalde interino Carlos Canabal reconoce tener.
El paro de policías fue considerado por el secretario general del PRD como "otra de las travesuras" de Joaquín Hendricks para enturbiar el proceso electoral. "Sabemos -dijo Carlos Navarrete- que el gobernador está nervioso porque no sabe si terminando su gestión se va a ir a su casa o a la cárcel."
También a última hora, la coalición PRD-PT lanzó otras iniciativas para cerrar frentes internos de conflicto que se abrieron desde el momento en que se impuso, sin elección interina de por medio, la candidatura de García Zavildea y sus cercanos, todos ellos ajenos a la izquierda y a las luchas del perredismo local, marginando a los históricos del partido del sol azteca quintanarroense de los mejores puestos de elección.
Así, los disidentes perredistas anunciaron que cerraron filas en torno al candidato que disputa el primer lugar al PRI. Tomás Contreras, Latife Musa Simón y Julio Lara dieron por saldada su inconformidad. "Ya no hay diferencias; somos parte del mismo puño y juntos estamos viviendo una insurgencia social" para democratizar la vida del estado. Los tres alertaron sobre los recursos de desestabilización que puede echar a andar el PRI este fin de semana, desde robo y quema de urnas hasta provocaciones. "No nos vamos a agachar ante el tremendo embate que se espera del tricolor", dijeron.
Falta ver si esta "operación cicatriz" sanará heridas más profundas, como el desencanto de militantes de izquierda que han visto que el cambio de camisetas es más redituable que la congruencia y las ideas. Luis Gamero, aspirante a diputado, uno de los más cercanos a García Zalvidea, es un buen ejemplo. Su trayectoria fue la misma: PAN, PVEM, Convergencia y ahora PRD, en pocos años de carrera política. Justifica este pragmatismo a ultranza: "Tanto cambio de camiseta no es malo, al contrario, beneficia a la ciudadanía, porque le da más opciones".
Hay otras visiones, como la de Rafael Esquivel, sol azteca de hueso colorado, quien niega ser chachista y advierte que si su partido gana estos comicios muchos cuadros militantes, como él, no encontrarán cabida en la nueva administración. "Tenemos un producto que se vende bien; lo que no tenemos es un proyecto de gobierno."
Ya en el último peldaño de la campaña, la coalición PRD-PT intentó sanar otro de los conflictos que marcaron su dinámica interna, el supuesto apoyo que García Zalvidea brindó a su cuñado, el candidato del PAN a la alcaldía, Rogelio Márquez, en detrimento del abanderado de su propio partido, Alejandro Ramos.
Esto había creado fricciones con el Comité Ejecutivo Nacional del PRD y sería la explicación de que desde hace varias semanas Leonel Godoy dejó de viajar a Cancún para apoyar al Chacho. Para disipar toda duda, el PRD-PT anunció que pediría a Márquez -otro experto en cambios de partidos postulantes- que declinara en favor de su contrincante amarillo.
Ramos informó que solicitó formalmente al blanquiazul que llame a 10 por ciento de su voto duro a volcarse en favor del compañero de fórmula del Chacho para "consolidar con una ventaja incuestionable" su victoria con esta alianza de último minuto.
García Zalvidea pidió a los votantes de PAN-Convergencia a que se sumen a su proyecto, que es el único viable para sacar al PRI del poder. Minimizó el histórico peso de la estructura priísta en este estado, que nunca ha perdido una elección de gobernador, y dijo que se trata de "un mito". "El PRI tiene capacidad de hacer transas, pero dentro de cierto límite", agregó.
Mientras, el candidato de PRI-PVEM a gobernador, Félix González Canto, realizó su cierre de campaña en el complejo deportivo Toro Valenzuela, donde reunió a aproximadamente 10 mil personas.
Faltó al acto el dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo, quien a pesar de haber visitado el estado en cuatro oportunidades en 15 días, no participó de ningún acto masivo en Cancún, que es la principal plaza electoral de Quintana Roo.
Félix González dijo a sus seguidores que el triunfo está asegurado, y desde la mañana había intentado instalar la idea de que García Zalvidea no es su principal competidor. Luego de tres semanas de decir lo contrario, González Canto aseguró que el Chacho ha caído al tercer lugar de las preferencias electorales. En un encuentro con la prensa afirmó que el PRD tendrá un voto de castigo en Benito Juárez (Cancún), donde ha gobernado su principal contrincante.
Por su parte, la abanderada de la alianza PAN-Convergencia, Addy Joaquín, realizó un acto masivo en la isla de Cozumel, su tierra natal.