Mariachis y jaraneros llevaron Las mañanitas y son a la Virgen de la Candelaria
Pese al disgusto de algunos, se realizó la tradicional tlacotalpada
La consideran barbarie; consiste en cruzar seis toros por el río Papaloapan para luego soltarlos en el centro del pueblo
También hubo fandango dedicado al medio ambiente
Ampliar la imagen Muchos ven la costumbre como algo cruel, pues hay maltrato hacia los animales. La imagen es de los festejos de 2000 FOTO Fabrizio Le�iez
Tlacotalpan, Ver., 2 de febrero. La segunda jornada del 26 Encuentro de Jaraneros y Decimistas de Tlacotalpan comenzó con una población vestida de rojo y mentalizada a desvelarse. Asimismo, el mal tiempo ocasionó la cancelación del paseo de la Virgen de la Candelaria por el río Papaloapan, que había convocado a unas seis mil personas.
Por un lado, al mediodía, se llevaría a cabo la tlacotalpada, tradición que consiste en cruzar seis cebúes por el río Papaloapan para soltarlos en el centro del pueblo y ahí corretearlos. Pese a los esfuerzos municipales por evitar abusos y maltratos de los participantes hacia el animal, el resultado continúa siendo un espectáculo bárbaro y cruel del que cada vez más tlacotalpeños reniegan, inclusive en sus poemas, como es el caso del gran decimista Guillermo Cházaro Lagos.
El otro acontecimiento, y mucho más relacionado con el Encuentro de Jaraneros, fueron los festejos por el día de la Candelaria. A las cinco de la mañana, los jaraneros le llevaron Las mañanitas a la virgen y le dedicaron varios sones. La gente no quiso perderse ese momento, así que se abrigó para protegerse de las bajas temperaturas que han traído a Tlacotalpan los vientos del norte, y se puso recorrer las calles de fandango en fandango: el del escenario principal, el de la iglesia de San Miguelito y otro que se montó al lado de la parroquia de San Cristóbal.
Desde las 11 de la noche empezaron a llegar los mariachis a la iglesia de la Candelaria pero, a las cinco de la mañana, llegaron los jaraneros con sus décimas y sus sones. Casi todos estuvieron dedicados a ella y hubo quien abrió su corazón con peticiones, como el decimista Fernando Guadarrama que repudió la tradición de la tlacotalpada y pidió la Virgen y a los tlacotalpeños que acaben con tal barbarie.
Fotografía, pintura y otras actividades
De manera paralela, el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec) presenta en la Casa de Cultura diversas actividades, como exposiciones de fotografía, pintura, presentaciones de libros o discos. Entre los discos que se han escuchado hay uno que ha despertado gran interés. Se llama Sones y versos dedicados al medio ambiente y en él, diversos soneros y decimistas le dedican poemas al medio ambiente y, de manera especial, a los problemas del agua como recurso natural.
Fernando Sobrino García, requinto del grupo tabasqueño Son y Tanguero y participante en ese disco, comenta: "Escribir este tipo de letras para el son jarocho es una manera de llegar más a las personas. Es como evangelizar y crear conciencia en la gente, sobre todo en los jóvenes, de un problema tan importante como la contaminación del agua".
Otra actividad muy interesante que se llevó a cabo en esta segunda jornada del encuentro fue el Foro de la Décima Irreverente. Este acto se realizó en el salón Orquídea de la calle García Beltán y convocó a nueve decimistas, quienes hicieron de este verso un instrumento de crítica y rebeldía. Las décimas irreverentes pueden analizar aspectos sociales, políticos o ecologistas y enfrenta a sexos opuestos en un divertido y elocuente juego de albur. Este es el tercer año que se realiza el foro, organizado por los decimistas Rafael Figueroa, Adán Zamudo y Honorio Robledo.
Carlos Alonso, uno de los participantes, asevera: "Con este foro queremos externar que también existe lugar para otro tipo de arte. La décima irreverente siempre ha existido. Los grandes escritores las han compuesto, pero han sido satanizadas, criticadas y ocultadas ante la luz pública". En este tipo de décimas, la participación de mujeres es menor, aunque ya empieza a haber una presencia cada vez mayor de ellas.
Nidya Díaz explica: "Utilizo la décima para contrarrestar el machismo. Los hombres en las décimas hacen alarde de su virilidad y delegan a la mujer a un simple instrumento sexual. Entonces yo se las volteo. Por ejemplo, los hombres llaman frígida a una mujer para esconder su propia inutilidad, por eso yo escribí: 'Sumo mi nombre a la lista/ de insatisfacción sexual/ de un debate conceptual/ y experiencias pesimistas/ aquellas que muy altruistas/ se tornan desilusión/ me declaro en rebelión/ viendo ausencia de placer/ lo que muy al parecer/ es falta de educación'".