En los planteles del Ejército el examen es obligatorio para los candidatos
La Armada niega violar derechos humanos de aspirantes con pruebas antisida
Fuentes militares descartan que dar de baja a contagiados de sida sea un acto de segregación
A diferencia de los planteles del Ejército -a partir del Heroico Colegio Militar- en los que la presentación del examen de VIH es un requisito indispensable para ingresar, en la Armada de México no se sigue la misma línea "porque la institución no discrimina los derechos humanos de los aspirantes".
De acuerdo con la Ley del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFAM), el que un militar sea seropositivo es uno de los 122 "accidentes o enfermedades" consideradas para darlo de baja "por inutilidad".
Fuentes militares precisaron que la ley se refiere únicamente a los militares en activo, no así a los que buscan ingresar a los plantes de formación castrense. De ahí que la aplicación de exámenes para detectar el sida obedezca a la decisión del alto mando de cada instituto armado.
En lo que se refiere a la Secretaría de Marina, se dijo que la dependencia no tiene una política definida sobre el tema, y que, en todo caso, si a un marino en servicio se le detecta el sida, entonces sería dado de bajo según lo establecido en la legislación.
En todo caso, añadieron marinos consultados, la Armada lleva adelante una política de respeto a los derechos humanos y en contra de la discriminación que impide aplicar ese tipo de "filtros" para ingresar a la institución.
Por otra parte, voceros oficiales del Ejército dijeron desconocer la aplicación de la prueba para detectar el sida a los aspirantes a ingresar a los planteles militares y, en todo caso, recomendaron acudir directamente al Heroico Colegio Militar por una respuesta.
Pero al hacer contacto con este plantel, se explicó que los requisitos de ingreso para el año lectivo 2005 aún no se encuentran disponibles y será en junio próximo cuando estarían en condiciones de resolver cualquier duda.
Sin embargo, entre los requisitos para el año 2004, que en su momento aparecieron en la página de Internet de la Secretaría de la Defensa Nacional, se enlistaban los estudios de laboratorio que tenían que presentar los aspirantes civiles y militares a ingresar a los cursos en cualquier plantel del Ejército: "Prueba anti VIH, prueba del VDRL, teleradiografía del tórax, examen para descartar embarazo, biometría hemática, grupo sanguíneo y RH, examen general de orina, química sanguínea y comprobante de aplicación de la vacuna antihepatitis B".
La convocatoria advertía que "en el concepto de que la alteración de alguno de estos será causa de no ingreso".
Por otra parte, los militares entrevistados negaron que el hecho de que los enfermos de sida sean dados de baja del servicio activo constituya en sí un acto de discriminación.
Explicaron que la determinación del ISSFAM de considerar que las 122 enfermedades o padecimientos referidos son motivo para dar de baja a un elemento, responde a que para el servicio de las armas se necesita personal que esté al 100 por ciento de sus facultades físicas y mentales. Además de que para recibir una determinada pensión o tratamiento médico, esto depende de si la afección fue con motivo de "actos de servicio", o si tuvo lugar en periodo vacacional o en el camino al trabajo.
En este contexto, difícilmente prosperaría una respuesta favorable para el soldado que resulte seropositivo, en caso de demandar pensión o tratamiento médico adecuado.
Y en todo caso, si hubiera un tratamiento especial para los enfermos de sida, como sería el no darlos de baja y que puedan ser tratados médicamente, entonces los que van a retiro forzoso por padecimientos como "alteraciones orgánicas o funcionales irreparables", pérdida de miembros, "falta total de lengua", "parálisis o falta de movilidad de la lengua que dificulta grandemente la deglución", afecciones cardiacas o pulmonares irreversibles, entre otras, tendrían que recibir el mismo trato.