Usted está aquí: sábado 12 de febrero de 2005 Opinión ¡Al mero cuarto para las doce!

Gustavo Leal F.*

¡Al mero cuarto para las doce!

Finalmente, después de andar 50 demagógicos meses sólo "democratizando" la salud y mercadeando un fantástico Seguro Popular (que ni es "seguro" ni mucho menos "popular"), la Subsecretaría de Innovación y Calidad de la Secretaría de Salud (Ssa) -"persuadiendo" a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos- logró que Vicente Fox instruyera su primer compromiso sexenal explícito para intentar mejorar económicamente a alguien en el sector salud. Se trata, afortunadamente, de las enfermeras.

El pasado 6 de enero, en su día, Fox les comunicó que a partir de 2005 "las y los enfermeros se desincorporarán del tabulador de salarios mínimos generales". Con ello, agregó, "no sólo se mejorarán las percepciones de este grupo, sino que además hará más atractiva la licenciatura en enfermería para los egresados de bachillerato".

Fox instruyó a Julio Frenk para que, junto con las representaciones sindicales, efectúe la revisión salarial, busque la retabulación de las enfermeras y las incorpore al Seguro Institucional de Responsabilidad Profesional en las nuevas condiciones de trabajo de la Ssa. Así que aún falta precisar el cómo, que efectivamente se materialice.

Aunque Fox también aprovechó interesadamente la oportunidad para anunciar que "se recuperará el código de enfermera obstetra en el tabulador de la Ssa, lo que mejorará la percepción de esas profesionistas vinculadas a la atención del parto de bajo riesgo en el ambiente rural, algo que forma parte del fortalecimiento del programa Arranque Parejo en la Vida", programita que su esposa, Marta Sahagún, tiene especialmente encargado a la oficina de Frenk.

Sin embargo, la voz de las enfermeras también sonó, y con fuerza. En nombre de sus 200 mil colegas, Minerva Hernández, de la Coordinación Estatal de los Servicios de Salud de Oaxaca, pidió que Vicente Fox considerara tres líneas prioritarias para consolidar la profesión: evaluación de sus servicios, modernización de la estructura organizacional y suficiencia del servicio humano: "Solicitamos más apoyo y suficientes recursos con características apropiadas de calidad, cantidad y diseño, que hagan eficiente nuestro trabajo".

Tratándose del "gobierno de empresarios y para empresarios", que tanto gusta proclamar Fox, esta última prioridad de las enfermeras no pudo sino terminar arqueando las cejas de los priístas que integran su gabinetazo social, fascinados -como viven- al dorar a cualquier costo el grueso maquillaje de los programas de "capital humano" que se publicitan en Foxilandia.

Por ello mismo, apenas unas horas después de la instrucción presidencial y haciendo gala de su oportuna ubicuidad en Los Pinos, el tecnócrata zedillista Santiago Levy, director "financiero" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se apresuró a comunicar que este instituto destinará 105 millones de pesos para construir y remodelar seis escuelas de enfermería (en Nuevo León, Baja California, Jalisco, Yucatán, DF y Sonora) e "intensificará la profesionalización-capacitación de su personal".

Además, llenándose la boca de artificial optimismo, Levy todavía se atrevió a destacar que se abrirán nuevas oportunidades para cursar la licenciatura de enfermería en el Sistema de Universidad Abierta de la UNAM: "actualmente 954 enfermeras la cursan y están inscritas mil 300 auxiliares de IMSS-Oportunidades" ¡Hurra; qué bárbaro!

Lamentablemente, los hechos derrumban -con suave soplido- su cínico optimismo financiero. Porque sucede que, desde la "reformita" Madrazo-Beltrones-Levy -impuesta a los trabajadores del IMSS por el Senado de la República el pasado 5 de agosto, y que cercena unilateralmente su régimen de jubilaciones y pensiones-, la carga de trabajo de las 80 mil enfermeras del instituto y las 10 mil 500 del Programa IMSS-Oportunidades se ha acrecentado.

Gracias al ya odioso oficio-circular Monterrubio (09-54-06-7100, del pasado 11 de agosto), quedó suspendida toda contratación de personal de base. Por tanto, las plazas de las enfermeras jubiladas no podrán ser sustituidas, una vez que se agoten los cuadros de trabajadores eventuales. El propio Sindicato de Trabajadores del IMSS invitó a que Levy salga de su oficina y se dé "una vuelta por las unidades para ver la serie de carencias de personal".

Ya en el remoto 1987, los paros, protestas y jornadas reivindicativas que entonces encabezaron las enfermeras del IMSS -único gremio que arrancó un sorprendente 5 por ciento de incremento salarial extraordinario al cerrado cuadro de "austeridad" delamadridista- postulaban un pliego petitorio que, ¡17 años después!, coincide exactamente con el que presentó a Fox la enfermera Minerva Hernández para garantizar la calidad de la atención y beneficiar efectivamente a los pacientes con equipos modernos de salud y bien abastecidos con medicamentos, material de curación y ropa.

Así que ¡ya era hora!, aunque sea al mero cuarto para las doce. Falta ver qué "instruye" Fox, ahora para los médicos (pasantes y residentes incluidos) que soportan la operación diaria del Sistema Nacional de Salud, más allá de las "acciones" sanitarias de los "expertos" en salud pública y el ejército de funcionarios no médicos que Frenk, Levy y González Roaro tienen contratados (con altos salarios) para "reformar" y "evaluar el desempeño" de una notable red que el soberonismo-foxista ya ha puesto por debajo de los "indicadores de proceso" con que lo recibió de su antecesor: el soberonismo-priísta.

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

 
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