El Trío Coghlan se presenta en Musicosophia
Conciertos didácticos para popularizar obras clásicas
Desde mediados del año pasado, el Trío Coghlan encara un desafío quijotesco: tratar de popularizar la música clásica en México. Para ese propósito recurre a la estrategia de sacarla de las salas de concierto y llevarla a lugares poco habituales y a sectores sociales alejados del género.
Por tanto, se ha presentado en escuelas de todos los niveles, instituciones públicas y privadas y centros culturales, entre otros espacios, lo cual seguirá haciendo este año, además de planear una gira en marzo por comunidades indígenas de Michoacán, así como presentaciones en San Luis Potosí.
En tanto, hoy actuará en la sede de Musicosophia (Pitágoras 561, colonia Narvarte), a las 15 horas, con un programa internacional de obras de diversas épocas para trío de cuerdas. El cupo es limitado. Informes en el teléfono 11 07 76 37.
El origen de esta iniciativa, explican la violista Patricia Hernández Ayala y el violinista Teodoro Gálvez, responde a la necesidad de contribuir a erradicar la idea de que el arte y la cultura son exclusivas de elites y con ello "posibilitar que mayor número de personas disfruten de parte de lo mejor del espíritu humano".
De igual manera, agregan, se busca poner al alcance los valores y la belleza de esa música como ''alternativa a la cultura chatarra de esta época del Big Brother".
La realización del proyecto es posible gracias a una beca del programa México en escena, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, que comprende apoyo monetario para que el trío realice esos conciertos didácticos, así como comisionar sendas obras a los compositores mexicanos Eugenio Toussaint, Eduardo Gamboa y Horacio Uribe, que serán estrenadas este 2005.
''El proyecto se divide en dos partes. La primera, la de las presentaciones, está enfocada a hacer perder las reservas y el miedo de las personas por la música clásica", precisan Hernández y Gálvez.
''No quisiéramos ser fatalistas, pero la música clásica es cada vez más marginal y su presencia casi nula entre las mayorías, comparada con la música norteña o la de banda."
Con la segunda parte, la de las comisiones de partituras nuevas, se busca incrementar el repertorio nacional para el Trío Coghlan, sui generis en el país, pues integra violín, viola y violonchelo.
El trío fue fundado en 1997 por Teodoro Gálvez y Patricia Hernández, a quienes desde finales de 2004 se unió el violonchelistas finlandés Ville Kivivuori. Originalmente se planeó como cuarteto, pero ante la salida de un violinista, se decidió mantener su forma actual. Antes de él, no existía en el país uno con esa dotación, señalan.
Aunque en el transcurso de este tiempo la media de conciertos del grupo es de seis por año, uno de los factores por lo que sus fundadores lo han mantenido ''es por sanidad mental", según dicen
Es un espacio, explican, que permite cultivar la creatividad y la expresión individual como músicos, aspectos que, prosiguen, resultan prácticamente imposibles de fomentar en su trabajo como atrilistas de la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
El Trío Coghlan cuenta con un repertorio de 40 obras y ha realizado el estreno mundial de ocho partituras escritas ex profeso por autores mexicanos. También grabó dos discos Para los kioskos, fuentes, globos y arboledas y Noche de alebrijes (Urtext Digital Classics), con música mexicana compuesta especialmente para el grupo y este año producirá su tercer material.