ASTILLERO
Amar en el estado de México
Priístas agarrones del chongo
Sospechosismos en el PAN
Yeidckol-Citlali: provocar para no aclarar
NO APARECEN EN EL panorama priísta mexiquense globitos en forma de corazón luego de la escenita de celos tropicales que llevó al despechado Robertico Madrazo a desairar la fiesta familiar en que el muy orgulloso Tiin Montiel habría de entregar las joyas familiares del poder atlacomulco al sobrino (político) Enrique Peña. El tabasqueño tricolor está muy sentido (o, dicho con más rigor sentimental: aprovechó la ocasión para hacerla de oportuna tos) por los insensibles señalamientos del mencionado Primer Tío del Estado de México respecto de las presuntas proezas electorales del Madrazo Cupido (cupido: participio mal hecho del verbo caber; todo cupe en un berrinche sabiéndolo maquinar). Enojado porque el antedicho Mont Hiel le soltó metralla en el Campo Marte el pasado miércoles, Don Beto Coleone (es decir, que tiene mucha cola para ser pisada) retiró del Reino de Toluca a sus lugartenientes (el mítico mapachoso Meme Garza al frente de ellos) y luego se abstuvo de asistir al convite familiar Montiel-Nieto, al igual que el siempre bien maiciado Niño Muerde e incluso gobernadores miembros de la resquebrajada banda antimadracista, quienes aprovecharon la ocasión para bajarle los humos a su colega mexiquense que ya se sentía el líder de los tucómicos, que como emblema tienen un ave de mal agüero apellidada Labastida que dice pretender una senaduría por Sinaloa pero a quien no le desagradaría que, acribillándose entre ellos, los Tú Comes le dejaran el plato servido para una segunda mesa electoral.
TAMPOCO PODRIAN GRABAR una telenovela de amor los panistas del estado de México, pues sigue el pleito entre la corriente de Rubén Mendoza Ayala y la resistencia interna de José Luis Durán Reveles y su candidato presidencial, Santiago Creel, aprovechado todo por el marrullero Montiel que le montó un cadalso electoral al candidato Mendoza aunque el viernes pasado tal sacrificio previsto fue desactivado por los consejeros súbitamente prudentes, en una reversa con tufo a negociación en las alturas pinoleras que en todo caso se sabrá más delante. Este tecleador, siempre equivocado en sus percepciones, apunta aquí que se han venido dando diversos golpes al interés del presunto candidato oficial, el Santiaguillo, que en una de éstas de verdad se entera de que sólo él cree (Cree él) en su aparente postulación, pues alguna dama nunca resignada sigue creyendo que puede reaparecer. Por lo pronto, la carambola Nahúm Acosta-Manuel Espino alcanzó a Bucareli, pues Espino es el candidato santiaguino para presidir el PAN contra la voluntad de la Señora Marta; ahora, en el caso del estado de México, el golpe anunciado y no dado contra Mendoza Ayala simplemente fortalece al grupo contrario a Creel en una entidad electoralmente clave. Pero recuerde el amable lector que las anteriores especulancias no son sino simples sospechosismos.
A CONTRAPELO DE LOS PLEITOS internos de priístas y panistas, el PRD ofrece una insólita postal de Amor y Paz (del Tucom tricolor al ¿Tú crees? santiaguino, hasta llegar al Tucán negro y amarillo: Todos Unidos Con Andrés). Románticos pero muy pragmáticos, Los Chuchos volvieron a demostrar la altísima rentabilidad de las candidaturas concebidas para negociar su oportuna declinación: Chucho Zambrano recibió la subsecretaría general del gobierno capitalino (a la que había renunciado Martí Batres al ser designado candidato oficial al PRI, perdón, al PRD del DF) como premio principal a cuenta de que Chucho Ortega dejara el camino libre al ungido Leonel C(u)ota (además, los marchantes chuchos consiguieron la promesa de tres carteras en el comité nacional de Cuota, entre ellas presuntamente la secretaría general). Ayer hubo otra demostración de que San Valentín ha unido a la mayoría de las diversas corrientes y a los principales líderes nacionales en torno a la candidata a gobernar el estado de México. El Peje Máximo declaró un gran apoyo a la ex presidenta nacional de los industriales, y el dirigente formal del PRD, Leonel Godoy, aprovechó para fijar por primera vez una posición oficial respecto a lo publicado aquí el pasado martes 8, en la entrega intitulada "¿Citlali, o Yeidckol?", que ha sido retomada por diversos medios y frente a cuyo contenido central (el señalamiento de que Yeidckol Polevnsky Gurwitz tendría como nombre Citlali Ibáñez Camacho) la propia involucrada ha mantenido un largo silencio apenas matizado por algunas declaraciones bajo asedio con las que ha pretendido evadir la esencia del asunto (¿es cierto o falso el señalamiento hecho en Astillero?) y colocarlo en el terreno del compló contra su candidatura partidista a causa de la buena colocación que según eso estaría teniendo entre la ciudadanía mexiquense. En todo caso, Yeidckol-Citlali (Y-C) ha anunciado que esta semana habrá de dar una conferencia de prensa para aclarar el asunto. El dirigente oficial del PRD, el saliente Leonel, no se quedó en esos linderos imprecisos y decidió ayer asegurar que los perredistas no están "dispuestos a aceptar que descalifiquen a la candidata, porque sabemos que son provocaciones". Según el muy bien informado Godoy, él conoce "la historia de Yeidckol, y sé que no hay nada que pueda interponerse con su candidatura". Pero lo escrito en Astillero, la mención exacta de que la presunta Yeidckol es hija del coronel retirado Cuitláhuac Ibáñez Treviño y de Guillermina Camacho Amezcua, no fue combatido más que con la confesión de que en esta semana se dará a conocer "la verdad" sobre el nombre de Y-C, y que no se perderá la confianza en la aspirante porque sus identificaciones oficiales y documentos del Registro Civil "la respaldan". Este tecleador, que no ha querido abundar en el asunto desde que publicó 347 palabras el pasado 8, esperará, sin caer en provocaciones, "la verdad" de la señora Ibáñez Camacho. Y mientras sigue la tardanza oficial en demostrar con vigor la culpabilidad de Nahúm Acosta Lugo, ¡hasta mañana!
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