Pide la liberación de la periodista italiana secuestrada
Da el Papa primera bendición desde que salió del hospital
Roma, 13 de febrero. El Papa Juan Pablo II, de 84 años, dio su primera bendición dominical desde que abandonó el hospital romano Gemelli el jueves pasado, aunque pronunció sólo algunas palabras, mientras que la misa del Angelus fue oficiada por un ayudante.
Gracias al buen clima Karol Wojyla pudo asomarse a la ventana de su apartamento en el palacio apostólico.
"Queridos hermanos y hermanas", dijo el Papa con voz débil, y luego dio la palabra a un colaborador para la lectura del mensaje dominical, como es la tradición desde hace varios años, cuando empezó a presentar problemas de locución. Al final, no saludó en otros idiomas ni a sus compatriotas en polaco, como suele hacerlo, pero se despidió de los presentes con la frase en italiano: "¡Buen domingo para todos!".
Juan Pablo II, que padece el mal de Parkinson y tuvo que ser internado por una afección respiratoria el 1º de febrero, mostró un mejor aspecto que en sus últimas apariciones públicas e incluso levantó la mano al pronunciar la bendición.
El domingo pasado su aparición desde la ventana del hospital, donde se vio muy débil, suscitó debates sobre una eventual renuncia y la posible sucesión.
En su mensaje rechazó indirectamente toda propuesta de una eventual renuncia y pidió la liberación de todos los secuestrados en Irak, en particular de la periodista italiana Giuliana Sgrena, del diario independiente de izquierda Il Manifesto.
Por otro lado, Sor Lucía, la última sobreviviente de los tres pastores a los que supuestamente se apareció la Virgen María en Fátima (centro de Portugal) en 1917, falleció este domingo en Coimbra a los 97 años.
El primer ministro portugués, el conservador Pedro Santana Lopes, expresó "todo su respeto" por la memoria de Sor Lucía, y los partidos oficialistas Socialdemócrata y Centro Democrático y Social anularon sus actos de campaña.