El Carlillos, cercano colaborador de El Mayo Zambada, entre los acribillados
Ajuste de cuentas en Sinaloa; 13 muertos
Dos familiares de Rafael Caro Quintero pierden la vida a causa de un accidente aéreo
Ampliar la imagen Narcoejecuciones en el poblado Chiqueritos FOTO Leo Espinoza /El Debate de Culiac�
Culiacán, Sin., 15 de febrero. Un ajuste de cuentas entre narcotraficantes dejó 13 personas asesinadas a balazos la madrugada del martes sobre la carretera internacional México 15, entre ellas Carlos Tirado Lizárraga, El Carlillos, presunto operador en Mazatlán de Ismael Zambada, El Mayo.
El procurador de Justicia del estado, Luis Cárdenas Fonseca, informó que los cadáveres aparecieron en cuatro sitios de esa ruta y todo apunta a que un grupo de sicarios persiguió a sus rivales, quienes iniciaron el viaje en Mazatlán rumbo a la capital del estado, y a lo largo de la carretera los fue ultimando.
Siete víctimas fueron localizadas en la comunidad de Chiqueritos, municipio de Culiacán. Estaban a un lado de una camioneta tipo Lincoln, blindada y con placas 1504-FAM del Distrito Federal; los cuerpos tenían impactos de bala en tórax y cabeza.
Cinco fueron identificados como Jorge Quiñónez Garzón, Fernando Zárate López, Juan Melchor Zamora, David Morales Molina, todos con residencia en Mazatlán, y Alberto Tapia Nevárez, en Culiacán. En la camioneta se encontraron dos fusiles AK-47, percheras para cargadores y equipo de intercomunicación.
La policía ministerial identificó también a Carlos Tirado Lizárraga, El Carlillos, quien fungía como operador del narcotraficante El Mayo Zambada en el sur de Sinaloa, específicamente en Mazatlán. El séptimo muerto permanece en calidad de desconocido.
En abril pasado, efectivos del Ejército realizaron en Mazatlán un operativo para capturar a El Carlillos, pero sólo detuvieron a cinco de sus pistoleros. Este personaje participó en diferentes enfrentamientos a tiros, sobre todo en el sur del estado, de los que había salido ileso.
Cuatro kilómetros más adelante de Chiqueritos, en la comunidad Vida Campesina, fueron encontrados en un automóvil con placas de Jalisco los cuerpos de otros dos sujetos, a quienes se les identificó como Alvaro Cabrales Orona y Leonardo Sánchez Terriques, ambos con domicilio en Mazatlán. Al primero se le localizó un reloj Rolex de oro en la muñeca. Se cree que los dos eran parte del cuerpo de seguridad de Tirado Lizárraga.
Otro cadáver fue encontrado en la comunidad de El Habal, municipio de Mazatlán, pero permanece en calidad de desconocido; tres más en El Espinal, quienes tampoco han sido identificados. En los cuatro sitios fueron localizados aproximadamente 700 casquillos, en su mayoría de fusiles AK-47.
Luego de estos hechos, al menos las comunidades Vida Campesina y Chiqueritos quedaron prácticamente sin habitantes, por lo que los agentes que comenzaron las investigaciones no pudieron recoger versiones de testigos.
En lo que va del año, alrededor de 70 personas han sido asesinadas a balazos en Sinaloa, la mayoría en Culiacán. Sólo en enero hubo 40 ejecuciones y en febrero 30, un promedio de dos por día.
El procurador Cárdenas Fonseca informó lo anterior luego de tomar protesta al nuevo director de la policía ministerial, Conrado Valdovinos Salazar, quien formó parte del cuerpo de seguridad del ex gobernador Juan S. Millán. Sustituye en el cargo al general Arturo Villaseñor, quien renunció el domingo pasado.
Se desplomó una Cessna en zona serrana
Un hijo y un hermano del narcotraficante preso Rafael Caro Quintero murieron calcinados junto con otras dos personas en un accidente aéreo ocurrido en la zona serrana de Sinaloa, cuando el avión en que viajaban chocó con cables de energía eléctrica y luego se estrelló e incendió.
La nave, una Cessna 206, matrícula KB-IKP, despegó el lunes de Otatillos, comunidad del municipio de Badiraguato, rumbo a Cosalá. Entre las víctimas fueron identificadas Emilio Caro Quintero y Wilfrido Caro Contreras, hermano e hijo del narcotraficante preso; también murieron Alejandro Tapia Gándara, piloto con residencia en Culiacán, y Benjamín Contreras, de quien se desconocen más datos.
Los familiares de Caro Quintero se dirigían a La Ilama, Cosalá, donde era velado el menor José Miguel Torres, de 17 años, quien fue asesinado de 28 balazos de AK-47 la noche del domingo.
Otro desaparecido en Tamaulipas
Manuel Montes Hurtado, policía ministerial adscrito al municipio fronterizo de Díaz Ordaz, Tamaulipas, desapareció el viernes pasado cuando viajaba en un vehículo sobre la carretera ribereña rumbo a Nuevo Laredo. Al presentar la denuncia, Manuel Montes Ramírez dijo que su padre dejó de responder el teléfono celular cuando circulaba sobre esa ruta. Fuentes de la procuraduría estatal informaron que una de las dos personas ejecutadas el sábado en ese municipio es el policía desaparecido.
Con información del corresponsal Martín Sánchez Treviño.