Hoy empieza peritaje
Pérdidas mayores a 94 millones de euros en la torre Windsor
Madrid, 15 de febrero. El incendio que inició en la madrugada del pasado viernes y destrozó la torre Windsor, un rascacielos en el centro financiero de Madrid, quedó totalmente extinguido después de más 80 horas de trabajo del cuerpo de bomberos de la capital, que utilizó alrededor de 6 millones de litros de agua.
Peritos deberán determinar el origen del incendio para deslindar responsabilidades. Los costos son todavía incalculables: únicamente la torre Windsor está valuada en 82.4 millones de euros (unos 90 millones de dólares), a lo que hay que sumar 12 millones de euros, según estimación de los propietarios, por las pérdidas causadas por el siniestro.
A esto hay que añadir los daños sufridos en el edificio inferior adjunto, donde se encuentra una sucursal de la cadena española El Corte Inglés, cuyo cierre y destrucción parcial provocará importantes pérdidas económicas.
A ello se suma el costo asumido por el ayuntamiento de Madrid de los 6 millones de litros de agua utilizados para controlar el incendio y las mermas que sufren los pequeños y medianos comerciantes de la zona.
A partir de este miércoles el equipo de peritaje de los bomberos y los técnicos municipales ingresarán por primera vez al rascacielos, con la primera encomienda de inspeccionar y analizar la zona de origen del incendio, la planta 21, así como los registros de entrada y las grabaciones de las cámaras de seguridad que no hayan sido destruidas por el fuego.
También se verificará qué ocurrió con el sistema de seguridad y de alarma del rascacielos, pues se ignora si éste no funcionó, estaba apagado o no existía, pese a que por ley este tipo de edificios deben contar con sistemas de alarma y extinción automática de incendios. Ante el riesgo de derrumbe, el ayuntamiento madrileño mantendrá acordonada la zona afectada y un férreo control en las entradas del edificio, que hoy evadió una cadena de televisión, Tele 5, la única que ofreció imágenes del interior del rascacielos.
Debido al siniestro, autoridades federales y madrileñas anunciaron una reforma a la legislación, que modificará la seguridad y construcción de los rascacielos.