Obispo de León: "abandonemos los caminos torcidos"
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago, consideró que en México "hay muchos caminos torcidos que tienen graves repercusiones en los órdenes familiar, político, social y cultural". Ubicó en este contexto a quienes abusan de su autoridad para favorecer a narcotraficantes y secuestradores, y a quienes "son colocados para educar a la juventud y, bajo el pretexto de una mentalidad liberada de prejuicios, infunden en los estudiantes criterios materialistas y ajenos a un ejercicio responsable de la sexualidad". En su mensaje de Cuaresma, el obispo de la diócesis de León, Guanajuato, urgió a cambios profundos, que vayan contra aquellos principios contrarios a la dignidad del ser humano, como es que algunos jóvenes gocen "sin responsabilidad del sexo, del consumismo, del alcohol, de las drogas, destruyan su salud corporal y hasta su vida, y acaben convirtiéndose en un fuerte peligro para la sociedad, y de sufrimiento para su familia". Durante este tiempo litúrgico -apuntó- "se nos ofrece la oportunidad de intensificar las prácticas cuaresmales que son eficaces si se viven según su verdadero espíritu", sin necesidad -insistió- de "caer en un ritualismo vacío". El llamado para esta ocasión, agregó, es "volvamos al camino de Dios y dejemos los caminos torcidos". Según estableció en su texto, 10 son las causas que entrarían en esta definición. Entre ellos, la conducta de "los esposos infieles, que abandonan el hogar irresponsablemente, dejando a la familia desintegrada y en el desamparo". Asimismo, "quienes tienen responsabilidades políticas y no manejan con honestidad lo dineros públicos, no son sensibles al bien común, buscan el poder por el poder y olvidan su compromiso de ejercer la autoridad como servicio". Cuestionó a quienes por encima de salvaguardar el orden público se relacionan con narcotraficantes y secuestradores o "abusivamente extorsionan y consiguen ventajas deshonestas". Finalmente, lamentó que a los jóvenes en la actualidad se les eduque con una "mentalidad liberada de prejuicios", lo cual, apuntó, "va en detrimento de la dignidad del ser humano".
Alma E. Muñoz