La medida, ante el aumento de la narcoviolencia
Elementos del Ejército y la AFI sitian Culiacán y Mazatlán
Culiacan, Sin., 18 de febrero. Elementos del Ejército Mexicano sitiaron las dos ciudades más importantes de Sinaloa (Culiacán y Mazatlán) luego de que el martes un grupo de sicarios abatió a tiros a 13 narcotraficantes, entre ellos Carlos Tirado, El Carlillos, quien fungía como operador de Ismael Zambada, El Mayo, en el sur del estado.
Aproximadamente 400 efectivos castrenses participan en operativos de vigilancia, retenes y revisión de vehículos en carreteras, caminos vecinales y accesos a estas ciudades, en coordinación con elementos de las policías Federal Preventiva, Ministerial, Preventiva y agentes estatales.
Unidades tipo Hummer y camionetas del Ejército encabezan las labores de patrullaje, revisión de vehículos y vigilancia en los principales accesos a Culiacán y Mazatlán, aunque versiones extraoficiales indican que este operativo se extendió a Los Mochis, ubicada al norte del estado.
El gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, informó que desde este miércoles elementos del Ejército Mexicano patrullan ante "la ola violenta recrudecida en los días recientes por la acción del crimen organizado, que mucho preocupa y ocupa a las autoridades estatales, porque quebranta la tranquilidad de la sociedad".
Este operativo mixto incluye patrullajes en las ciudades, caminos y carreteras de la entidad con el objetivo de lograr acciones para el decomiso de todo tipo de armamento portado de manera ilegal, dijo.
"La delincuencia y el crimen organizado no tienen por qué, ni podrán ganarle la lucha al Estado mexicano. Haremos todo lo que corresponda, conforme a nuestras facultades y recursos, para impedir que se ponga en duda la fortaleza de las instituciones públicas", sostuvo el mandatario estatal.
En lo que va del año han ocurrido alrededor de 90 homicidios en Sinaloa, la mayoría de ellos en Culiacán, lo que significa un promedio de casi tres asesinatos diarios, muchos con el tiro de gracia, considerado la firma de los ajustes de cuentas típicos del narcotráfico.
El caso más reciente ocurrió la madrugada del martes pasado, cuando un grupo de sicarios persiguió y dio a muerte a 13 presuntos narcotraficantes cuyos cuerpos quedaron tirados a lo largo de 17 kilómetros entre Culiacán, Mazatlán y Elota. Versiones publicadas por el periódico Noroeste y atribuidas a familiares de los muertos, indican que en el multihomicidio participaron elementos de la Policía Ministerial, bajo las órdenes del propio Zambada García.
Presuntamente participaron policías ministeriales de Elota, Cosalá y Culiacán, junto con un grupo de sicarios que trabaja para Zambada García, jefe del cártel de Sinaloa.
Esta versión sostiene que Tirado Lizárraga, El Carlillos, fue operador de El Mayo en el sur del estado, específicamente en Mazatlán, pero luego hubo un distanciamiento entre ambos, que terminó en este múltiple asesinato.
En Mazatlán, el alcalde panista Alejandro Higuera, dijo que deberían aplicarse medidas más enérgicas para combatir el hampa, y propuso poner en marcha una versión del plan que en 1976 aplicó el Ejército, en coordinación con la Procuraduría General de la República, y que provocó que los grandes narcotraficantes que controlaban la plaza en Sinaloa buscaran refugio en otros lugares.
La presencia de un convoy en la zona de Mazatlán, compuesto por tres unidades del Ejército y cinco de las policías federal, estatal y municipal, no causa expectación más que en los turistas extranjeros, ya que los ciudadanos locales están acostumbrados a que el patrullaje se realice cada vez que ocurre alguna matanza.
En una visita de trabajo, el gobernador dijo que de ser necesario se solicitará la presencia permanente del Ejército para que, a como dé lugar, regrese la seguridad a territorio sinaloense.