Editorial
El presupuesto de Fox castiga la salud y la educación
El gobierno del presidente Vicente Fox dio un duro golpe a los rubros de educación y salud con las modificaciones al decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2005, aprobado por la Cámara de Diputados en diciembre pasado. En la versión publicada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el gobierno dio marcha atrás a las ampliaciones presupuestales decididas por los diputados, por lo que ahora la Secretaría de Salud (Ssa) sufre un recorte de mil 134 millones de pesos, mientras los recursos destinados a educación básica se redujeron en mil 252 millones. Estas limitaciones en sectores esenciales para el desarrollo y la estabilidad de México inciden directamente en la calidad de vida de la población, pese a las promesas de Fox de trabajar por el bienestar de la ciudadanía.
Al comparar el decreto de presupuesto aprobado por la diputación y el documento divulgado por Hacienda se descubrieron varios recortes alarmantes, recursos que Fox pretende desviar al seguro popular, proyecto que conlleva el fin de la responsabilidad del Estado de proveer atención sanitaria gratuita a los mexicanos, que ahora deberán pagar por este servicio. Así, los institutos del sector salud contarán con menos presupuesto para cumplir con su misión: el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado perderá 388 millones de pesos, lo que agudizará el rezago que sufre; el Hospital General Manuel Gea González, 9 millones 800 mil pesos; el Hospital General de México, 19 millones 340 mil pesos; el Hospital Infantil de México Federico Gómez, 14 millones 583 mil pesos, y el Instituto Nacional de Cancerología, 10 millones 167 mil pesos. Inclusive hay centros médicos que ni siquiera figuran en las prioridades de la Ssa, como el Instituto Nacional de Pediatría. Las reducciones no sólo implican la disminución en la calidad de la atención médica y hospitalaria, sino también significan menor capacidad para atender a más gente.
Por otra parte, en educación los recortes no sólo perjudicarán a miles de niños y jóvenes que carecen de los recursos necesarios para estudiar aspecto de por sí grave, además afectan la calidad de la educación pública a todos los niveles por ejemplo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología dejará de percibir 170 millones, especialmente la educación básica, en la que existen graves rezagos. Un informe de la Secretaría de Educación Pública publicado recientemente revela que en los pasados cuatro años el atraso en educación básica creció hasta alcanzar la cifra de 35 millones de mexicanos que desertan de la escuela o no tienen acceso a este derecho. Y es que 20 de cada 100 alumnos de secundaria y 11 de cada 100 estudiantes de primaria no concluyen sus estudios.
Pero los recortes no se limitan a estos rubros y otras áreas esenciales también han sido perjudicadas. El gobierno de Fox quitó 283 millones de pesos a Seguridad Pública (reducción de 63 por ciento respecto de las ampliaciones avaladas por los diputados), tema de suma importancia para el bienestar social. Asimismo, Desarrollo Social perdió 600 millones (disminución de 24 por ciento); Trabajo y Previsión Social, 13 millones; Agricultura, 54 millones, y Medio Ambiente y Recursos Naturales, 717 millones, entre otros.
Estas áreas tienen que ver directamente con aspectos básicos de la vida nacional protegidos por la Constitución, como el desarrollo del campo y el acceso gratuito a educación y salud. Sin embargo, el gobierno foxista ha optado por ignorar esta circunstancia y, por el contrario, prefiere castigar aún más estos rubros y por tanto a la población para sacar adelante el seguro popular, proyecto con tintes populistas y electorales de cara a los comicios presidenciales de 2006.