A LA MITAD DEL FORO
Estado de sitio. Transición a la deriva
MIENTRAS LOS NAVEGANTES de la transición lanzan desaforadas amenazas y se retan a ser hombrecitos en el trance de hacer excluyente la reforma incluyente que trajo consigo instituciones confiables y sufragio efectivo, llegan noticias del imperio. Y los alternantes ensayan hilarantes versiones de la sinrazón de Estado. Pero George W. Bush ha decretado estado de excepción y la pesadilla de la "guerra civil global" que anticipara la visión histórica de Hannah Arendt cunde de Mesopotamia a Guantánamo, de Alaska a la Patagonia.
SE ACABO LA FUNCION de aficionados. Jorge G. Castañeda juega al candidato ciudadano. Adolfo Aguilar Zinser vuelve a ser el insider que vino y se fue sin dejar otro rastro que el de borradores de la próxima crónica del porqué de la derrota. El dócil señor Derbez busca afanosamente la mayoría de votos que le permita presidir la OEA; va del Caribe a las oficinas de Condoleezza Rice. Le falta un voto, el de Estados Unidos de América. Va a perder. No logrará el sueño de servir a Washington a lo largo y ancho del hemisferio. El canciller Derbez tiene unos meses de experiencia en el mundo de la diplomacia. De la política exterior mexicana, de principios y tradiciones, ni hablar. Pasó de prisa. John D. Negroponte, nuevo zar de inteligencia en Washington, tiene 40 años de servicio público.
LOS MENSAJES DEL IMPERIO condenan la incompetencia de nuestro gobierno y advierten sobre alarmas potenciales en la disputa por el poder del alto y sonriente vacío que da la bienvenida a la contienda anticipada y la atribuye a las transparentes virtudes de la democracia. Nada accidental hubo en la supuesta indiscreción de Antonio Garza. No hacía falta Benjamín Franklin, no se requería la pluma de George Kennan para dejar traslucir la desazón imperial con una porosa frontera de 3 mil kilómetros y cadáveres como dantescas mojoneras; secuestros y asaltos, ajustes de cuentas de narcotraficantes. Desde las cabañitas de Los Pinos vino la voz de alarma; la del titular del Ejecutivo, nada menos: "Han infiltrado la Presidencia". Y el desmentido de rigor. Luego vendría del norte otro aviso. Porter Goss, director de la CIA, informa al comité selecto de Inteligencia del Congreso que México está entre los puntos de alarma potencial.
CUNDE EL PATRIOTICO PANICO. Santiago Creel, secretario encargado de la política interior, se hace cargo de la exterior: falso, mentira, informe equívoco, entre otros adjetivos de inflamado patriotismo, agraviado por quienes tan buenos amigos eran. Ni acuerdo migratorio ni sociedad energética de América del Norte. Ni siquiera licencias de manejar para los "ilegal aliens", a quienes se dotaría de documentos consulares y de doble nacionalidad. Y todavía hay, en la transición a la deriva, quienes se angustian por el destino de la iniciativa de reformas que permitiría votar desde allá a quienes se van en busca de oportunidades. No quieren reconocer que una cosa es la nacionalidad y otra la ciudadanía. En nuestras normas constitucionales, desde luego.
LES PREOCUPA, o fingen preocuparse, por imaginarias disputas entre Manlio Fabio Beltrones y Emilio Chuayffet. Como si faltaran fisuras y desgarres en el tejido variopinto del PRI. Cosas de la sucesión a la deriva. El juicio de procedencia distrae a quienes se asustan cuando alguien de la CIA descubre el golfo de México y anuncia que la agitada sucesión pospondrá las soñadas reformas "estructurales" que Vicente Fox reclama, exige, sin haberlas presentado como iniciativas al Congreso, al que culpa de todos los males del mundo. Todos lo sabían. Pero la indignación del titular de la política interior dio motivo a una respuesta petulante y simplista de Roger Noriega, el subsecretario de Estado adjunto para asuntos del hemisferio occidental: fueron "mal entendidas" las declaraciones de Goss.
LAS QUE INCLUYEN a México entre los puntos de alarma, junto a Cuba, Venezuela, Colombia y Haití. Vaya soponcio para la gente decente que se indignó cuando Fidel hizo pública la grabación del "comes y te vas"; para los intelectuales de las juntas de notables que alertan a la nación del peligro del populismo tropical encarnado por Hugo Chávez, cuya alma gemela es, dicen, López Obrador, el rayito de esperanza que quieren apagar con un desafuero que no habrá, pero que ya puso a la deriva a la transición. Desde la cárcel protestaré como candidato a la Presidencia, dice el estratega de Nacajuca. Con un amparo de la Corte Internacional de La Haya, o de la OEA que sueña presidir Luis Ernesto Derbez. El juicio de procedencia, el desafuero de la discordia, es un proceso político. No habrá desafuero.
TODOS LO SABIAN. Lo jurídico, la insensata acción del Ministerio Público, concluyó a las puertas de San Lázaro con la entrega de documentos a la comisión respectiva de la Cámara de Diputados: uno del PAN, uno del PRD, dos del PRI. No hay borracho que trague lumbre. Los del priísmo tienen vía libre para el retorno a Los Pinos, con todo y retrato de Juárez. A menos que opten por el suicidio colectivo y se ofrezcan como chivo expiatorio de la ultraderecha. Una contienda tripartita favorecerá siempre al PRI, único con organización y presencia nacionales. El voto duro no basta para contrarrestar el voto útil que Fox ganó cuando convenció a los no comprometidos que él de que podría sacar al PRI de Los Pinos.
EN LOS COMBATES IMAGINARIOS, Pablo Gómez llamó mentiroso a Santiago Creel y dijo que era "una cobardía" atribuir el proceso en curso a un conflicto entre particulares. Una diputada del PRD le devolvió la hipérbole por pasiva y exigió al secretario de Gobernación que fuera hombrecito. Santiago Creel se declara aspirante a la Presidencia y se muestra firme en no renunciar a Gobernación. Felipe Calderón saca el pecho cuando oye a Vicente Fox aplaudir las campañas políticas de sus colaboradores. A él lo reprendieron por un acto en Jalisco y renunció a la Secretaría de Energía. Francisco Barrio, el rebelde, para pasmo de los bárbaros del norte y quienes lo creyeron norteño Savonarola cuando denunció el Pemexgate y juró que caerían peces gordos, pidió amparo para no acudir a declarar ante el juez: los abogados de Carlos Romero Deschamps lo harían caer en contradicciones, dijo Pancho Barrio. ¡Ah, caray! Ponen el coco y se asustan de él.
PERO DE LOS MENSAJES del imperio hablábamos. El que tuvo a su cargo la seguridad en el gabinete de sombra de Los Pinos hizo revelaciones, adelanto de su próximo libro. Antes de irme a la ONU dejé un documento, una denuncia sobre la indefensión de la casa presidencial y la falta de recursos y acciones para enfrentar el reto del crimen organizado, dijo Adolfo Aguilar Zinser. En Gobernación dicen que nunca han visto tal documento. Pero todos lo sabían. Los que hacen leyes cambiaron fondo y forma para que la Secretaría de Gobernación nada tuviera que ver con la seguridad nacional, con las policías federales, con la inteligencia desarmada que habían trasladado al Cisen los del priato tardío. Desde las cárceles, en oficinas encargadas de las giras presidenciales, los capos ejercían los desmesurados poderes de la violencia armada y millones disponibles para comprar todo y a todos.
TODOS LO SABIAN. Antonio Garza le puso el cascabel a los gatitos. Hubo reconciliación donde nunca hubo pleito. Pero los mensajeros del imperio utilizan métodos probados. Se acabó la hora de los aficionados. El mundo vive en estado de excepción a partir del decreto de George W. Bush. John D. Negroponte fue puesto al frente de la inteligencia del país vecino, de coordinar 21 agencias: desde CIA y FBI hasta las del Pentágono. Siga el dinero, aconsejan los expertos. En la tajada del gasto público está la clave del poder de John D. Negroponte. Las otras agencias van a defender lo suyo en las afamadas guerras territoriales. Y mientras Derbez y Aguilar Zinser no llegan a un sexenio de experiencia, los 40 años de Negroponte incluyen servicio en Vietnam y Honduras, al tiempo en que el ultraderechista y hoy subsecretario Abrams estaba en El Salvador.
QUE LOS MUERTOS entierren a sus muertos, dirán los que ordenaron el tráfico de armas y de drogas del Irán-contras; los que ocultaron pruebas de las matanzas en El Salvador. Ya encienden una vela los mighty mexicans que recuerdan a John D. Negroponte como embajador en México después de John Gavin: "Es mi amigo", declaran. Quizás por eso. Con Negroponte llegó la abierta agresión de la ultraderecha reaganiana; acusaciones de testigos protegidos que señalaban a Miguel de la Madrid y a casi todo su gabinete como cómplices del narco. Alguno juró ante un juez haber visto al presidente de México y a su secretario de la Defensa en la habitación de un oscuro hotelucho de provincia recibiendo dólares de un mariguanero. Los Angeles Times publicó el desmentido de esos testigos, lo que les pagó la DEA.
LA VERDAD NO CUENTA. En el apogeo, la epifanía de la ultraderecha, del estado de excepción, los poderes mediático espectaculares acusan, juzgan y sentencian. "Calumnia, que algo queda", dice el clásico. Hoy queda todo, nada se aclara. En el estado de excepción, en el umbral entre la ley y el individuo, se imponen la violencia y la indefensión. En la transición a la deriva no hay debate, "sólo ruido y escándalo", dijo José Luis Soberanes al rendir el informe de 2004 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
LA POLITICA SECUESTRADA por la coyuntura ignora la ética y los derechos del individuo. "En política, el arrogante sólo acepta adherentes", dijo el ombudsman. Tras los intereses de una "política estupida" que daña a los demás sin obtener beneficio propio "está la arrogancia que se autoafirma cada vez que discrimina lo que no entiende o lo que desconoce".
SE ACABO LA HORA de los aficionados. Negroponte representó al gobierno de Bush en la ONU, en el Consejo de Seguridad que desestimó el multilateralismo para "justificar" la invasión de Irak. Procónsul en Irak, asistió a las elecciones celosamente vigiladas por las fuerzas de ocupación.
HABRA ELECCIONES EN MEXICO. Aunque quieran asustar al mujerío y a los hombrecitos con el juego de sombras de desafueros y disolución social.