Misceláneas imperiales y formidables tragaderas
La impudicia de la administración Bush y la facilidad con que miente, sólo tienen comparación con la capacidad de la mayor parte de los medios de información de comulgar con ruedas de molino servidas como hamburguesas, con ketchup y todo.
Veamos si no: un oportuno y misterioso atentado asesina al ex primer ministro libanés, conservador y amigo de Estados Unidos. Tal como sucedió con el igualmente misterioso y oportuno 11 de septiembre, de inmediato se desencadena la jauría. Si en el 11/S el "culpable" público fue Saddam Hussein (que no tenía nada que ver en eso y al cual el crimen no le convenía para nada), ahora tampoco hay dudas: fue Siria. Y sobre Siria llueven los ultimátum (no apoyar más a la resistencia iraquí ni al terrorismo antisraelí, retirar sus tropas de Líbano, entre los principales).
O sea que Estados Unidos, que planeó la invasión de Irak, de Siria y de Irán simultáneamente o en un continuum, porque el problema que tiene es reforzar a Israel y controlar el gas y el petróleo de la zona, además de expulsar de la misma la influencia francesa y rusa, ahora encontró el pretexto para amenazar con la invasión a Siria, integrante "del Eje del Mal" diseñado por el imperialismo, aunque a Siria no le convenga para nada este atentado y mucho menos ahora.
Las tropas sirias están en Líbano a pedido de la Liga Arabe y son una garantía contra una invasión israelí no sólo de Líbano, sino de Siria misma (cuya meseta del Golán sigue ocupada militarmente por Tel Aviv). La alianza defensiva entre Siria e Irán establecida esta semana es presentada por Washington, sin embargo, como una amenaza, y la construcción en Irak de una industria nuclear como la preparación de un ataque a Israel -que desde hace rato posee ojivas nucleares, es una potencia atómica, jamás ha cumplido las resoluciones de Naciones Unidas, ocupa tierras árabes donde practica el apartheid y ha causado diversas guerras de agresión. Bush presenta a Sharon (que es más semejante a un porcino), como si fuese una blanca paloma... y los medios registran las palabras sin sentido del Departamento de Estado y tragan, tragan...
Otros detalles: la resistencia de Irak es mostrada como si fuese sólo obra de nostálgicos ex soldados de Saddam Hussein, de algunos sunnís y de terroristas árabes provenientes del extranjero, y que pescan en río revuelto. Sin embargo, sunnís, chiítas o cristianos caldeos o de otras confesiones son, antes que nada, árabes y nacionalistas antimperialistas y se oponen al ocupante extranjero no sólo por su viejo orgullo nacional, sino también por los crímenes, destrucciones materiales, violaciones de mujeres y de la religión y la dignidad de sus víctimas, saqueo de las riquezas históricas de Irak.
Desde los años 50 he seguido la evolución de los países árabes, en los cuales he vivido a veces por un largo periodo, colaborando con los nacionalistas revolucionarios, y he estado en Irak, con cuyo pueblo he entablado relaciones relativamente estrechas (todo lo estrechas que pueden ser las que existen entre los ciudadanos de un país y los visitantes, por simpatizantes que sean). A pesar de las grandes divisiones políticas entre baasistas, comunistas, antibaasistas conservadores, chiítas, sunnís y caldeos, lo que comprobé es el común sentimiento nacionalista antimperialista.
No hay, por lo tanto, base para una "guerra civil" entre chiítas y sunnís, por más que grupos de provocadores al servicio del ocupante traten de provocarla haciendo atentados contra los primeros. La resistencia antiyanqui de los chiítas en realidad es tan fuerte como la de los sunnís y lo será aún más si Washington hostiliza a Irán. En Irak, país mucho más desarrollado que otras naciones árabes, la división es de clase entre los ricos comerciantes y burgueses sunnís y el "pueblo menudo", mayoritariamente chiíta y, por lo tanto, despreciado por aquéllos.
El odio de los chiítas a Saddam Hussein llevó a muchos de ellos hacia el Partido Comunista iraquí y es compartido por muchos sunnís, y está lejos de ser un cheque en blanco concedido al invasor extranjero, bárbaro racista y, además, infiel. La división real se da entre kurdos y árabes, de cualquier secta que éstos sean, porque el independentismo kurdo y la reivindicación de la lengua, la cultura, las tradiciones propias, agrupan a los kurdos contra los turcos, en el norte, los persas en Irán, los árabes en Siria e Irak. De modo que Estados Unidos, que ahora cuenta con el apoyo de los tradicionales caudillos tribales kurdos Barzani y Talebani, se puede encontrar de golpe con un gran problema geopolítico (sobre todo con su aliado turco) y, ahora mismo, atenta contra la base de sustentación de sus fantoches árabes, ex agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), en el gobierno de Irán, porque éstos hablan de la unidad nacional que Washington zapa.
Existe una gran cantidad de libros sobre el nacionalismo árabe, sobre la historia árabe reciente, sobre la relación entre los países árabes e Israel. Si en las redacciones no los leen, es sin duda por ignorancia, superficialidad y racismo inconsciente (ya que los "civilizados", se supone, deben saber de qué hablan cuando se refieren a los "atrasados"). Pero también es por sumisión consciente o inconsciente a la revisión de la historia y de los hechos cotidianos por los nuevos Goebbels de Washington. Es, por consiguiente, necesario aprender a leer a contrapelo.