Usted está aquí: domingo 20 de febrero de 2005 Mundo Funcionario británico supo de abusos en Abu Ghraib antes del escándalo

La Cruz Roja documentó el mal trato en octubre de 2003

Funcionario británico supo de abusos en Abu Ghraib antes del escándalo

SEVERIN CARRELL

Londres, 19 de febrero. Un funcionario británico de alto rango conocía las serias acusaciones de abusos cometidos en la prisión de Abu Ghraib, cinco meses antes de que los ministros supieran del escándalo, descubrió The Independent on Sunday.

El oficial, uno de los abogados militares con más alto rango, fue el encargado de investigar un reporte de la Cruz Roja que reveló que los prisioneros eran obligados a desnudarse y eran encerrados en celdas oscuras durante días, se les hacía desfilar sin ropa, sufrían abusos verbales y privación del sueño.

Pero los comandantes en Irak no transmitieron las acusaciones de la Cruz Roja a los ministros de su país, quienes aseguran que no supieron nada sobre Abu Ghraib sino hasta que salieron a la luz las famosas fotografías de los hechos, en abril del año pasado. Luego de esto, diplomáticos británicos recibieron la instrucción de reportar casos de tortura a manos de los "aliados", según Craig Murray, ex embajador de Gran Bretaña en Uzbekistán, en una entrevista con The Independent on Sunday.

Las acusaciones de la Cruz Roja surgieron durante dos inspecciones oficiales a la prisión, en octubre de 2003, después de indicios serios de mal trato a los prisioneros iraquíes en el penal.

Semanas más tarde salieron a la luz las ahora tristemente célebres fotografías de detenidos desnudos obligados a simular actos sexuales, sometidos a una falsa electrocución y siendo arrastrados con una correa de perro al cuello.

La Cruz Roja denunció: privación del sueño mediante música a alto volumen o luces constantes en celdas sin ventanas, detenidos obligados a desfilar desnudos por la cárcel con pantaletas de mujer en la cabeza, presos desnudos esposados a camas o puertas. También detectaron que los prisioneros padecían tendencias suicidas, pérdida de la memoria, discurso incoherente, ansiedad aguda, entre otras conductas anormales.

No hay acusación oficial por comportamiento impropio contra el funcionario, pero el descubrimiento ha levantado dudas sobre cómo fue manejada la información por este abogado británico, que el Parlamento se ha negado a identificar, y sus superiores.

El abogado trabajó como adjunto del juez coronel Mark Warren para ayudar a investigar las acusaciones de la Cruz Roja y preparar una respuesta a la comandante de la cárcel, la brigadier general Janis Karpinski.

El oficial ordenó posteriormente a su segundo de abordo, el abogado australiano, mayor George O'Kane, visitar Abu Ghraib. O'Kane envió más de 20 reportes a sus superiores, en los que incluyó informes detallados de las investigaciones en la prisión. El Parlamento ha rechazado detallar las acciones adoptadas por el abogado, porque, insiste, el funcionario era parte de la cadena de comando estadunidense.

Un vocero afirmó: "La reacción del (Coronel Warren) y de su personal hacia los reportes del Comité Internacional de la Cruz Roja fue proponer que el personal estadunidense recibiera nuevo entrenamiento y preparar una carta sobre el tema para ser firmada por la brigadier Karpinski.

"Hasta donde concernía a los reportes de la Cruz Roja, el oficial británico consideró que las autoridades estadunidenses estaban respondiendo apropiadamente a las críticas que constaban en los reportes", agregó el portavoz.

Pero el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, también enfrenta una demanda en la cámara de los comunes interpuesta por el representante de Plaid Cymru, Adam Price, exigiéndole que explique el rol del abogado británico en la elaboración del reglamento para interrogatorios en Abu Ghraib que estaba vigente cuando la Cruz Roja visitó el penal.

Adam Ingram, el ministro de Defensa, ha admitido que su ministerio engañó a la Cámara de los Comunes cuando el primero de septiembre del año pasado negó que el funcionario británico hubiera participado en el reglamento de interrogatorios elaborado en septiembre de 2003.

Investigaciones hechas por el ejército y el Congreso estadunidenses han descubierto la "política de contra resistencia en la política de interrogatorios" fue un "factor que contribuyó" en los peores abusos.

En una letra al Parlamento, el señor Ingram admitió: "Hemos establecido que el funcionario británico (...) contribuyó con comentarios que compartió con su superior (estadunidense) en el documento, cuando éste se estaba redactando". En referencia a las fotografías de Abu Ghraib, Ingram señaló que "nada en ese documento autorizó el tipo de abusos que después salieron a la luz".

El señor Price afirmó: "La insurgencia en Irak se agudizó luego de que surgieron las fotos de Abu Ghraib, un escándalo que pronosticaron los descubrimientos de la Cruz Roja".

©The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

 
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