Haghenbeck se enfurece y rechaza que vaya a declinar en favor de José Guadarrama
Nada está escrito, dice el candidato de AN sobre sondeos
Pachuca, Hgo., 19 de febrero. Antonio del Sagrado Corazón Haghenbeck está irritado por los rumores de que declinará en favor del candidato perredista a la gubernatura, José Guadarrama, y de inmediato el aspirante panista al gobierno del estado, arremete contra su adversario: "es una guerra sucia, no tiene ética, no tiene principios ese mapache mayor".
Poblano de nacimiento, Haghenbeck tiene una década de militancia panista. El senador alcanzó la candidatura pese a la inclinación de un importante grupos de panistas, incluido Guillermo Galland, por efectuar una alianza con el PRD, en la que no se descartaba al propio Guadarrama.
Por ello intensificó su campaña mediática para llamar al voto útil, sí, pero con el PAN. Los anuncios lo colocaban en el segundo lugar en la carrera por la gubernatura, mismos que muestran 21 por ciento en su favor, pero ocultan el 50 por ciento del PRI, es decir, la derrota que vaticinan las encuestas a la oposición. "En esto nada está escrito", responde cuando se le pregunta si el PRI la tiene ya ganada.
Haghenbeck asegura que algunos sondeos lo ubican competitivamente, pero no es esa su principal preocupación, sino Guadarrama y su campaña de rumores que anticipan una declinación de su candidatura, un hipotético acuerdo PRD-PAN en el que habría voto cruzado de militantes de ambos partidos: para gobernador por Guadarrama, para diputados por el PAN.
Nada más alejado de la realidad, afirma. Su campaña -sostiene- cerró con "gran respuesta" a pesar de la supuesta guerra sucia de Guadarrama.
Aunque sólo fue rumor, la versión tiene su trasfondo. En los albores del proceso electoral, en el panismo algunos grupos no estaban muy convencidos de la candidatura de Haghenbeck, un médico cuya candidatura se desprende de la ausencia de cuadros importantes.
La carta máxima del panismo era José Antonio Tellería, el ex alcalde de Pachuca, a quien al concluir su mandato se le proyectaba como candidato. Un mal incurable lo sacó de la carrera e inclusive de la política. Entre algunos grupos panistas, incluido Galland, había inclinaciones por una alianza con el PRD que nunca llegó a fructificar, pero entonces se habló de Guadarrama como candidato.