El nivel de escolaridad en el sector es de apenas 3.5, señala
Niños indígenas enfrentan situaciones de mayor desigualdad: Yuriko Yazukawa
La representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, Yuriko Yazukawa, señaló ayer que en México los indicadores de bienestar, que en muchos casos son "bastante decentes comparados con el resto del mundo, esconden grandes desigualdades e iniquidades".
Al participar en la inauguración de un curso de especialización sobre los derechos de la niñez y sus implicaciones en la administración de justicia en México, Yazukawa señaló que si bien las desigualdades no se resolverán con la sola aplicación de la ley, sí se abre paso hacia la construcción de una cultura de derechos e igualdad de niños y niñas.
La funcionaria de Naciones Unidas comentó, a manera de ejemplo, que la desnutrición crónica afecta a casi 18 por ciento de los niños y niñas del país, pero en varias ciudades el nivel es tres veces mayor y entre los menores indígenas el porcentaje es cuatro veces mayor.
La escolaridad promedio en México, añadió, es de 7.5 años; entre 20 por ciento de la población más rica la escolaridad alcanza 11.6 años; mientras que la relación entre la población más pobre, que es de 20 por ciento, alcanza apenas 3.5 años. Esto, subrayó, refleja grandes desigualdades, lo cual no significa que la aplicación correcta de las leyes en sí vaya a disminuir estas brechas, pero sí la aplicación igual de la normatividad, con las mismas garantías y las mismas sanciones a todos, independientemente de la clase social, religión o etnia, será fundamental para la construcción de una cultura de derechos e igualdad de los menores de este país.
Por su parte, el ministro de la Suprema Corte, José Ramón Cossío, convocó a litigantes y juzgadores a transformar jurídicamente las condiciones de desventaja en que se encuentran actualmente muchos niños de la República.
Cossío dijo que la Corte "no puede reconstruir el orden jurídico", ni puede darle el contenido, como quisiera, a los tratados internacionales, por lo que es absolutamente indispensable que reciba planteamientos, vía conceptos de invalidez o agravios, en donde las partes empiecen a proponer temas nuevos, porque "ese será el único camino de cambio que puede llevarnos a todos a una mejor situación jurídica".