Gómez Alcántar afirma que el instituto estará sometido a fuertes presiones
El voto en el extranjero no debe afectar la confianza en el sistema electoral: IFE
La reforma legislativa que aprobó la Cámara de Diputados para hacer una realidad el voto de los mexicanos en el extranjero en los comicios presidenciales de 2006 coloca al Instituto Federal Electoral (IFE) ante el reto de definir los tiempos y costos que implicará ese proceso, advirtió el consejero electoral Marco Antonio Gómez Alcántar. Será en función de la modalidad que en definitiva adopte cuando lo apruebe el Senado de la República como se podrán determinar las complicaciones organizativas que podrían surgir, añadió.
Por lo pronto, los consejeros recibirán en los próximos días el informe elaborado por el área ejecutiva del IFE en el que se establecerá la viabilidad o inviabilidad de hacerlo en 2006, documento que se expondrá al Senado. Lo importante, subrayó, Gómez Alcántar, es que esta reforma no ponga en entredicho los principios de seguridad y certeza que tiene el sistema electoral mexicano.
"Es claro -continuó- que en nuestra legislación electoral existen muchos candados que se han introducido para darle cada vez mayor confiabilidad a las elecciones en México, mismos que deben cuidarse en esta reforma".
Señaló que será hoy cuando el área ejecutiva entregue el informe técnico que revisarán los consejeros electorales para unificar una postura respecto a la reforma que recientemente aprobó la Cámara de Diputados.
Hay algunos elementos que incidirán mucho en las posibilidades de aplicación que deberán esclarecerse, indicó. "En los términos en que ha sido aprobado hay que asumir que habrá una enorme presión de tiempos para que el IFE pueda cumplir con las responsabilidades que le corresponden", apuntó.
"Por ejemplo -planteó-: mucho depende de si se requerirá la credencialización, de cómo quedarán en definitiva las campañas o precampañas, y en función de ello cuál será el esquema de fiscalización que se adoptará. Hay que tener claras las limitantes que tendría el IFE relacionadas con la imposibilidad de aplicar extraterritorialmente la legislación.
"Esto es importante también para revisar cómo quedarían finalmente los medios de impugnación que eventualmente puedan promoverse relacionados con el gasto electoral.
"Todo ello en función del aspecto estrictamente organizativo, pero habría que revisar con precisión cuántos son los recursos que pretenden gastarse en estas modificaciones. ¿Cuánto dinero pretende destinar el Poder Legislativo?"
Lo único claro hasta ahora para el IFE es que con los 200 millones de pesos que aprobó la Cámara de Diputados como partida especial para financiar el voto de los mexicanos en el extranjero no es posible cumplir todas las responsabilidades que se derivan del proceso.
Sin duda, subrayó el consejero, se requerirá una ampliación presupuestal para este año "si es que se pretende, como es lo deseable, que la reforma entre en vigor para los comicios presidenciales de 2006. Esto independientemente de los recursos que tendrán que aportarse propiamente durante el año electoral".
Por otro lado, entrevistado luego de reunirse con el secretario de Gobernación, Santiago Creel, el legislador de extracción panista Jeffrey Max Jones aseveró que en el Senado de la República existe voluntad de aprobar la reforma que posibilite en definitiva el voto de los mexicanos en el extranjero, pero asumió que, "como dicen: el diablo está en los detalles".
Consideró que se avanza por buen camino y que hasta ahora las diferencias que se han presentado son "salvables".