Usted está aquí: viernes 4 de marzo de 2005 Política Nuevas hipótesis sobre la cacería del Chapo Guzmán

Podría tratarse de una estrategia de enemigos del narco

Nuevas hipótesis sobre la cacería del Chapo Guzmán

Nada garantiza que se podrá cobrar la recompensa ofrecida

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

Quien delate el paradero de Joaquín El Chapo Guzmán Loera no tiene ninguna posibilidad real de obtener la recompensa que se ofrece en los carteles que se han colocado en calles de al menos cuatro estados del país y en Internet, la única certeza es que los delatores pueden ser identificados e inclusive localizados.

Lo anterior se debe a que al contactar telefónicamente o por correo electrónico a los operadores de esta campaña explican que la información que proporcionen los delatores será evaluada para ver cuánto se puede pagar por ella, pero quien dé datos debe dejar su nombre, domicilio y teléfono, para que pueda ser localizado en caso de que se le conceda la recompensa.

La respuesta en delatealnarco.com siempre es la misma, "somos una organización seria ¿Tiene información?".

Los operadores de esta página electrónica y de los números telefónicos 01-800-552-86-86 y 554-57-67-75 reciben las llamadas y siempre, una vez que se les dice que se quiere denunciar algún dato del narcotraficante, de inmediato se pide nombre, dirección y teléfono de quien llama.

Esta organización en apariencia estaría ofreciendo la misma cantidad que dará la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) a quienes proporcionen datos que conduzcan a la captura de Guzmán Loera y 36 de sus cómplices.

De acuerdo con fuentes oficiales, la Procuraduría General de la República no ha avanzado en sus indagatorias, pues lo único que se ha corroborado es que las fotografías difundidas son las mismas que las que fueron obtenidas por la autoridad desde el segundo semestre de 2004.

Según funcionarios federales, se han establecido tres hipótesis en torno a quién es el responsable de la elaboración y colocación de los carteles que han aparecido en varios estados, entre ellos Sinaloa, Chihuahua y Nuevo León, la primera de ellas que se trataría del propio Guzmán Loera para saber quiénes tienen información sobre sus movimientos; la segunda es que el Ejército Mexicano trazó esta estrategia para que sin estar legislada esta actividad, ofrezca y pague recompensas de manera anónima a informantes, y la tercer teoría es que se trata de una organización distinta a la El Chapo que busca dar con su paradero.

 
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