Usted está aquí: sábado 5 de marzo de 2005 Estados Paracho: de autonomía por decreto a autonomía desde abajo

Paracho: de autonomía por decreto a autonomía desde abajo

Luis Hernández Navarro

Ampliar la imagen Los l�res campesinos Federico Ortiz, Lorenzo Isidro, Juan Chavez, Felipe Chavez y Eva Castaneda discuten la autonom�de Paracho Foto Ivan Sanchez

La madrugada del primero de febrero cientos de personas se reunieron en Caltzontzin, municipio de Uruapan, en Michoacán, para celebrar el Jimbani Uéxurhini o Año Nuevo Purépecha. Un mes antes, el primero de enero, decenas de mujeres, niños, hombres y ancianos se encontraron en diversas comunidades del municipio de Paracho para conmemorar con una cabalgata el decimoprimer aniversario del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El Jimbani Uéxurhini se recuerda desde hace 23 años. Sus impulsores sostienen que la ceremonia-rito estuvo viva entre la nación purépecha hasta que la Iglesia católica la suprimió después de la Conquista. En ella se pide que se subsanen los problemas que aquejan a las comunidades.

La cabalgata es parte de las celebraciones que rememoran la llegada de la Comandancia General del EZLN a la comunidad de Nurío, en marzo de 2001, y la realización ahí del tercer cónclave del Congreso Nacional Indígena (CNI). Desde ese día, cada año se celebra la visita y el levantamiento indígena del sureste con un acto cívico-cultural. En 2001 se se recordó el levantamiento. En 2003 se realizó además un trabajo de reflexión sobre autonomías. En 2004 se realizó la cabalgata con el uniforme zapatista y se recorrieron varias comunidades. Ahora, en 2005, nuevamente se efectuó una cabalgata para festejar el aniversario.

El Jimbani Uéxurhini se ha convertido en el principal rito cultural purépecha en un momento privilegiado del encuentro comunitario. Una expresión nítida de la recuperación y reinvención de la identidad de este pueblo.

La cabalgata se ha instituido en una de las ceremonias políticas más notables del pueblo purépecha, y la lucha por la autonomía se ha convertido en la región en una poderosa fuerza movilizadora, que se ha fundido con la rebelión del sureste mexicano.

Tanto el Año Nuevo como la cabalgata son muestra de la vigorosa reconstitución de la nación purépecha que se vive en Michoacán, pero también en las comunidades migrantes en Estados Unidos. Son una expresión de la forma novedosa en la que cultura y política se han imbricado en la meseta tarasca. Un indicador del desgaste que sufre la relación entre movimiento indígena y cardenismo en la región, y el termómetro que mide la temperatura de la emergencia de un nuevo imaginario social.

De guitarras a junta de buen gobierno

Este año, sin embargo, se produjeron algunas sorpresas en la realización de la cabalgata. Las distintas posiciones que atraviesan el movimiento indígena en la región chocaron; las insuficiencias en los mecanismos para elegir autoridades políticas se hicieron evidentes, y la distancia entre el mundo indio y el gobernador Lázaro Cárdenas Batel creció.

Rodeados de decenas de personas que entonaban el Himno Zapatista mientras cubrían sus rostros con capuchas y paliacates, los organizadores originales del festejo -parte del CNI- leyeron un comunicado en el que reivindicaban los derechos históricos de los pueblos indios. "Desde hace 512 años -afirma el documento- nuestro territorio ha sido testigo de las insurgencias y rebeliones por defender nuestra madre tierra contra los despojos e invasiones."

Pero, a contracorriente, en el paraje Tres Esquinas del municipio de Paracho una persona leyó un documento distinto. El orador anunció la creación del Consejo Comunal Autónomo y de una junta de buen gobierno. Es decir, proclamó un municipio autónomo.

Aunque Paracho, el municipio conocido fuera de Michoacán por su abundante producción de guitarras y por sus telas y sus hilos -de allí viene su nombre- no es mayoritariamente indígena, está enclavado en la Meseta Purépecha y vive intensamente la dinámica de los pueblos originarios. El nombramiento de sus autoridades padece simultáneamente las insuficiencias de la democracia formal y los usos y costumbres. Y en las pasadas elecciones locales del 14 de noviembre de 2004 esa insuficiencia hizo crisis.

La maestra Ofelia Cervantes, antigua luchadora social de la región, explica la dinámica del conflicto como expresión de los intereses políticos de una facción. "Parte de las comunidades celebraron el primero de enero con una caravana -explica ella-. Pero a esa caravana llegó un grupo que tuvo problemas electorales en Paracho y se incorporó y presentó la declaración de autonomía. Esa declaración nace de un problema electoral. Quienes proclamaron la autonomía son los resentidos de las pasadas elecciones municipales. Había un grupo dentro del PRD que estaba desde 88 en el gobierno municipal. Pero era tanta su corrupción que perdieron las elecciones dentro del PRD y luego el municipio. El último presidente municipal se asignó un sueldo de 75 mil pesos, y puso a su esposa y a varios familiares en puestos municipales. El PRI ganó las elecciones en el municipio. Entonces ellos declaran la autonomía del municipio."

Según los promotores de la declaración de autonomía, su posición proviene del acuerdo de varias comunidades y del creciente distanciamiento entre partido y movimiento indio. "Existió -afirman- desatención del PRD y del mismo gobierno para entender la lucha social de las comunidades, por lo que con base en los usos y costumbres de los pueblos indígenas, la asamblea general como máximo órgano de gobierno municipal, determinó: caminar el rumbo de las comunidades sin los partidos políticos y defender los derechos históricos indígenas, pues queda claro que los institutos políticos sólo dividen a las comunidades, además de que traicionan y permiten que los individuos utilicen el poder para enriquecerse con los recursos de las propias poblaciones indias".

Pero, de acuerdo con Juan Chávez, maestro rural bilingüe y uno de los más reconocidos dirigentes indígenas, la declaratoria de autonomía "confunde a la opinión pública sobre el verdadero sentido de la celebración. Son cosas diferentes el camino de quienes participaron en el tercer congreso del CNI y lo que dicen quienes perdieron las elecciones de Paracho".

Salvador Campanur precisa: "Nosotros no estamos de acuerdo con la proclamación de esa autonomía. El movimiento no es nada que esté ligado con cuestiones electorales. Es algo distinto. Busca la autonomía, busca la libre determinación. Busca caminar con los usos y costumbres, con la propia cultura. El movimiento no espera a que haya un problema electoral para que las comunidades lleguen a declararse autónomas. No. Tiene sus valores, sus principios. Pero los que declararon la autonomía son parte de un partido político. Ese grupo de compañeros que hablan del municipio autónomo de Paracho es gente que participó en el PRD, que perdió dentro del PRD, y que a raíz de esa derrota es que comienza a hablar mal de los partidos y decreta la autonomía. Lo suyo es una maniobra electoral. Aprovecharon la caravana".

Según Aristeo Orozco Damián, comunero de Urapicho, se trató de "políticos que se filtraron en la caravana para tirar dos puntos favorables a ellos: uno, para humillar o poner mal al partido ganador, y otro para lastimar a los zapatistas. Y hacen esta confusión. Son políticos que confunden".

Los impulsores del municipio autónomo no niegan su pasado. Alfonso Romero afirma que la iniciativa se precipitó "a partir de la selección interna de los precandidatos del PRD a la diputación por el distrito de Uruapan y para la presidencia municipal de Paracho, proceso que fue manipulado y violentado por instancias y representantes del mismo partido". Pero no lo limita a ello, sino que lo explica, también, como producto del "desencanto y el sentimiento de las comunidades, ante la falta de cumplimiento de las políticas del Plan Estatal de Desarrollo de Michoacán".

Sin embargo, de acuerdo con Federico Ortiz, asesor legal de organizaciones indígenas en la región, el hecho es aún más delicado, pues "quienes desviaron el sentido de la cabalgata son perfectamente identificables como parte de las mismas instituciones. Uno de los impulsores del municipio autónomo es el profesor Alfonso Romero Vargas, coordinador de la región por parte del DIF estatal. Hay, además, asesores del gobierno del estado".

Para Juan Chávez, la autonomía que decretó ese grupo se le está imponiendo a las comunidades sin esperar a que haya una fuerza desde abajo. Desde su punto de vista, el camino a seguir "es la autonomía en los hechos. Un camino a partir del derecho histórico de los pueblos indígenas. No hay que pedirle permiso al gobierno. Hay que ir construyendo las condiciones para que haya autonomía real. Hay que hacer mucho trabajo de base. Trabajar mucho para que se den las condiciones y la determinación de la autonomía surja de las bases, del pueblo".

Haciendo la fuerza pareja

La región purépecha fue, desde 1988, un baluarte del cardenismo. En las buenas y en las malas esta corriente histórica tuvo allí una implantación social real. La situación ha comenzado a cambiar conforme el desencanto con el gobierno local avanza por las promesas incumplidas, el apoyo a grandes inversionistas en demérito de las comunidades, la no solución a los 49 conflictos agrarios que existen en la región y el intento de imponer una ley indígena que no satisface las necesidades de las comunidades.

Lorenzo Isidro, comunero de Caltzontzin, asegura: "Este gobierno no nos quiere. No es competente para resolver lo que nos han quitado. Lo ignoran a uno. Nos hace pelear en lugar de que haya solución a los problemas."

Felipe Chávez, un abogado purépecha con muchos años de experiencia y un gran conocedor de la historia de su pueblo, coincide: "Lo que hay es pura demagogia. Los problemas no se resuelven. Actualmente hay muchos caciques que van con el gobernador Lázaro Cárdenas y luego nos tiran a nosotros. Además, el PRD dice 'Yo no ataco a los empresarios', así lo ha declarado. Pero, ¿cómo va a defender a los ricos y a los pobres al mismo tiempo? ¿Cómo va a defender intereses contrapuestos?"

Y el legendario asesor de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata (UCEZ), Efrén Capiz, quien puede resumir casi cualquier situación de la lucha social reciente declamando unas coplas, puntualiza: "El gobernador está en plan de apoyar proyectos turísticos. Pero estos señores todo lo están acaparando. Los proyectos turísticos son para ellos, no para nosotros. Ahí está la lucha de Zirahuén".

Juan Chávez no olvida. Según él, "hay desconfianza y viene desde más allá. Viene desde el momento en el que como senador, Lázaro Cárdenas Batel votó por una reforma indígena en contra del espíritu de los acuerdos de San Andrés. Ahora como gobernador se quiere reivindicar y habla por los indígenas, pero en los hechos sigue reforzando la política integracionista".

Por supuesto, franjas del mundo indio no comparten esta visión. Alfonso Romero, ligado al municipio autónomo de Paracho, señala que "es justo decir que la gente reconoce el esfuerzo honesto de las políticas del gobierno del señor gobernador, su disposición para escuchar y atender a la gente".

Sin embargo, el descontento con la administración cardenista es real. Para la maestra Ofelia Cervantes "el gobernador es indigenista a su manera. Acepta resolver asuntos concretos siempre que se le haga caso a la opinión de arriba. Si la opinión de él no coincide con la de los de abajo, entonces ya no. No está dispuesto a aceptar la autonomía". Y cita como ejemplo la Ley Indígena del estado: "Dijo que iba a hacer una consulta y terminó haciendo una consulta manipulada. Y según ese sondeo, los pueblos indígenas están de acuerdo. Propone una universidad indígena que no es un proyecto de los indígenas. Si hay algún capitalista interesado en la tierra él lo apoya y no a los indios. Para este gobierno es más importante un desarrollo turístico que defender las tierras que están en manos de los indígenas. Más importante un club de golf o un centro turístico que el que los pueblos mantengan la posesión de sus tierras".

Marcos Paz, presidente del comisariado de bienes comunales de Zirahuén, seis veces preso, asegura no esperar nada del actual gobierno del estado ni de la presidencia municipal. "Somos nosotros los que tenemos que resolverlo. No es la solución que esté un gobierno u otro. Hay que hacer la fuerza pareja. Vamos a darles órdenes al gobierno, no ellos a nosotros".

Así las cosas, no puede extrañar que los comuneros de esta poblacióon hayan organizado el caracol Erupción de rebeldía en el lago azul de Zirahuén. Una muestra de desobediencia en territorio perredista. Un ejemplo de que la reconstitución de los pueblos camina sin los partidos políticos. Si los purépechas son capaces de reinventar el Jimbani Uéxurhini, su Año Nuevo, y recuperar su historia para ganar la esperanza, ¿por qué no van a hacer su autogobierno?

 
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