Urge impartir educación sexual sin tapujos: especialista
De adolescentes, 22% de partos en el país: instituto de perinatología
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Durante el mitin musical realizado por organizaciones sociales en demanda de que se cumplan acuerdos en favor de los derechos de la mujer FOTO Guillermo Sologuren
En México es "inaplazable" impartir una educación sexual "sin tapujos" y acorde con la realidad social que viven los adolescentes, si de verdad se quiere detener el incremento del embarazo precoz, afirmó Juan Manuel Grosso Espinosa, coordinador de la Clínica para la Paciente Adolescente del Instituto Nacional de Perinatología (Inper), quien agregó que cerca de 22 por ciento de todos los nacimientos en el país son de madres adolescentes.
El principal factor de riesgo en el embarazo precoz, señaló, es la falta de control perinatal, el cual puede reducir los riesgos de muerte materna y neonatal en casi 80 por ciento. Sin embargo, afirmó que la mayoría de las pacientes atendidas en la clínica "llegan en el segundo o tercer trimestre del embarazo, en gran parte por el peso de la estigmatización y el rechazo familiar".
En entrevista con La Jornada, manifestó que es necesario crear un marco jurídico que proteja a las adolescentes, en especial a las más jóvenes, de cualquier acto de violencia física, sicológica, moral o social que las obligue a iniciar su vida sexual a temprana edad, "pues en México pareciera que el estupro se ha institucionalizado al permitir que niñas de 10 años tengan relaciones sexuales con adultos y consentidas por los padres".
Afirmó que una tarea prioritaria, además de la educación sexual, es informar a la sociedad sobre este problema de salud y "abrir el debate sobre la necesidad de aplicar la interrupción electiva del embarazo en mujeres adolescentes y analizar caso por caso, pues desde un punto de vista personal no podemos cerrar los ojos ante la violencia que se ejerce contra éstas".
Grosso Espinosa destacó que más de 90 por ciento de las madres adolescentes tienen sólo una pareja sexual. No obstante, en casi la mitad de los casos se trata de un adulto que "no tomó ninguna precaución para la anticoncepción o para prevenir enfermedades de transmisión sexual, ya que al menos cinco por ciento de las pacientes con VIH/sida atendidas en el Inper son adolescentes".
La estigmatización y marginación social que aún afecta a la madres adolescentes, "quienes son las únicas que asumen la responsabilidad económica y moral del recién nacido ante el abandono y repudio de la pareja, pues en más de 60 por ciento de los casos se trata de madres solteras, destruye su proyecto de vida y la posibilidad de seguir su formación académica".
Agregó que en sólo 2 por ciento de los casos se acepta violación; "aunque hemos tenido pacientes que saben quién abusó de ellas, no denuncian porque desconocen sus derechos y los mecanismos para hacer que los responsables sean sancionados".
El especialista aseguró que a pesar de que son pocos los casos en que se reconoce que la menor fue forzada a tener relaciones sexuales, "en realidad esta situación se presentan en buena parte de los casos en que a pesar de que no hubo violencia física sí existió coerción sicológica, moral e inclusive familiar, que es otra forma de violencia que no podemos soslayar".
No vamos a generar mujeres capacitadas para ejercer cualquier función pública o privada, agregó, si las privamos del derecho a la salud, la educación y a un trabajo digno, como sucede con el embarazo precoz, con el que se frustra su desarrollo en un contexto que ya es difícil para los jóvenes, donde la violencia y marginación es parte de su vida cotidiana.
Indicó que es "lamentable" que enfrenten una falta absoluta de solidaridad del sistema educativo y laboral para reintegrarse a su vida como jóvenes, pues en la mayoría de los casos "el único camino que tienen es buscar una nueva pareja que las pueda apoyar y que suele dejarlas nuevamente embarazadas en un ciclo que nunca termina y del que no pueden escapar porque no hay opciones".