Usted está aquí: martes 8 de marzo de 2005 Sociedad y Justicia Trabajan indígenas en favor de sus derechos humanos

Exigieron más recursos para quienes viven en el campo

Trabajan indígenas en favor de sus derechos humanos

La discriminación es igual con PAN, PRI o PRD, dicen

ROSA ROJAS

Indígenas integradas a diversas organizaciones se manifestaron ayer en favor de la preservación de su identidad y la reproducción de valores culturales que respeten los derechos humanos de las mujeres, exigieron que el gobierno destine más presupuesto al campo y se etiqueten más recursos para las mujeres que viven en el campo.

Igualmente demandaron modificaciones a la reforma constitucional de 2001 en materia de derechos y cultura indígenas, para que se cumplan los acuerdos de San Andrés, firmados entre el gobierno y el EZLN.

Durante el foro Voces de mujeres indígenas, realizado en el contexto del Día Internacional de la Mujer, criticaron la desigualdad entre hombres y mujeres que se da en las comunidades indígenas, así como la violencia doméstica.

Coincidieron en que la migración, provocada por la falta de empleo y de inversión productiva en el campo, afecta gravemente a las regiones indígenas dejando muchos pueblos con mujeres, niños y ancianos.

Las mujeres se han visto obligadas a asumir el papel de los hombres en los cargos tradicionales, pero muchas veces sólo en representación del marido y no a título personal, aunque aún así han ido cambiando los equilibrios de poder. Subrayaron la necesidad de desechar los usos y costumbres que afectan los derechos de las mujeres.

Participaron en el foro Marta Sánchez, de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA) y la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (Conami); Brígida Chautla Ramos, de la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red (AMMOR UNORCA); Zoila Reyes Hernández, del Frente de Comunidades Mixtecas de Oaxaca. Moderó Aída Hernández, del Seminario de Género y Etnicidad, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).

Sánchez, amuzga de Guerrero, coordinadora nacional de la ANIPA, aseveró que las mujeres indígenas ya no quieren seguir siendo invisibles en los espacios de conducción de las comunidades y organizaciones. Recordó el levantamiento del EZLN en 1994 como un parteaguas para el país y el mundo. Evocó la fuerza moral que la comandanta Ramona y otras mujeres zapatistas les han dado a las indígenas del país.

Criticó que el gobierno mexicano sea "el primero" en firmar toda clase de documentos y convenios internacionales en favor de las mujeres que se quedan sólo en el papel y no se difunden ni se cumplen.

Chautla Ramos informó que AMMOR es una organización con filiales en 15 estados integrada por mujeres indígenas urbanas y rurales que se han agrupado para hacer frente a la crisis económica, social y política del país, impulsando proyectos productivos, de servicios, talleres de capacitación en temas diversos como derechos humanos, derechos indígenas, campesinos, medio ambiente, salud y género.

Mencionó que el camino que han recorrido para reconstruir su identidad como seres humanos, como mujeres campesinas e indígenas sujetas de derecho, ha tenido que pasar por tres etapas: a escala familiar sensibilizándose a nivel personal y después a la familia en relación al respeto de los derechos humanos, derechos de las mujeres y de los niños, derecho a vivir libres de violencia; en el plano organizativo, enfrentándose con los compañeros para exigir sus derechos políticos y enfrentándose, a nivel social, al sistema de gobierno, a las instituciones de gobierno, haciendo valer sus derechos.

Habló también de la discriminación laboral y salarial que padecen las mujeres, además del acoso sexual, y de la doble jornada que es además realizar las tareas domésticas y el cuidado de los hijos sin horarios, sin remuneración, sin prestigio social. Esta doble jornada sería menos pesada y más equitativa si los hombres asumieran su responsabilidad social en la crianza de los hijos y en los quehaceres del hogar, indicó.

Zoila Reyes habló del conflicto que su pueblo, San Isidro Vistahermosa, mantiene desde hace muchos años con el municipio de Santa Cruz Nundaco, del cual se quieren separar para integrarse al municipio de Tlaxiaco, y el cual les ha valido una serie de agresiones, entre ellas el secuestro de Zoila misma. Mencionó también la represión que ejerce el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, contra las organizaciones indígenas, especialmente de la Coordinadora Oaxaqueña Magonista Popular Antineoliberal (COMPA), varios de cuyos dirigentes están encarcelados en aquellas entidad, e incluso contra ella existe una orden de aprehensión.

 
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