Usted está aquí: martes 8 de marzo de 2005 Cultura ''La arquitectura ya no puede competir con lo espectacular''

Peter Eisenman abrió las actividades de la versión seis del congreso Arquine

''La arquitectura ya no puede competir con lo espectacular''

Los ataques a las Torres Gemelas se planearon para ser un ''evento mediático'', expresó el especialista

El docente de la Universidad de Princeton recibió el Premio Mario Pani

MERRY MAC MASTERS

Ampliar la imagen Peter Eisenman, uno de los m�mos exponentes de la arquitectura mundial, durante su conferencia ayer en Bellas Artes FOTO Yazmin Ortega Cort�

Al comenzar la versión seis del Congreso Internacional de Arquitectura y Diseño Arquine, cuyo tema es Límites, Peter Eisenman (New Jersey, 1932) expresó en su conferencia: ''Somos testigos del fin del espectáculo y de los arquitectos que han prosperado con lo espectacular".

El arquitecto, quien radica en Nueva York, vaticinó ante los cientos de estudiantes que hicieron fila para entrar al Teatro de Bellas Artes, que en sus generaciones y las venideras ''veremos el efecto de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el efecto de los medios de comunicación, el efecto en el cambio de conciencia, que son importantes para la arquitectura hoy día".

Ataviado con una camiseta de los Pumas -''en sus intervenciones Eisenman gusta ponerse la camiseta de un equipo local de futbol", anotó Enrique Norten a quien correspondió presentarlo-, el catedrático de la Universidad de Princeton prefirió sentarse en los desniveles del escenario, desde donde habló de los ''límites" de la arquitectura, en particular del espectáculo.

Ojo, mente y cuerpo

De acuerdo con Eisenman los ataques terroristas a las Torres Gemelas, cerca de las cuales vivía, se planearon para ser un ''evento mediático". De manera que ''después de que el primer edificio fue atacado, el segundo avión esperó media hora para que todos los televisores del mundo estuvieran encendidos. Era lo más espectacular que hasta entonces había habido en los medios: mirar mientras los edificios eran golpeados y luego verlos derrumbarse".

Sentenció el especialista: ''La arquitectura ya no puede competir con lo espectacular. Para mí aquel momento fue el fin de lo que llamo la sociedad del espectáculo. Lo que se atacó fue la arquitectura.

''Más allá de lo que piensen de esos edificios, éstos representaban un símbolo y eso, en cierto sentido, es lo que la arquitectura siempre ha sido."

La arquitectura, explicó Eisenman, logró lo que ninguna otra disciplina: crear una condición en la que el ojo, la mente y el cuerpo trabajan juntos.

El ''estar allí", continuó el ponente, se ha vuelto parte de un entendimiento de lo que significa la arquitectura hoy día que, además, tiene que buscar la manera de reconquistar un lugar en nuestra cultura que no necesariamente depende de lo visual.

Mientras que la arquitectura se ha pensado como ''un medio visual por excelencia", al manejar la presencia física, Eisenman propone sobreponerse a dicho límite al ''desplazar la idea de lo óptico como su fuente primaria de información".

''Provocador" en todo momento'', como lo describió Norten, el invitado descalificó a quienes piensan que la arquitectura tiene algo que ver con el cremimiento de las ciudades.

''Mi amigo Rafael Moneo (arquitecto español) me dijo, sabes, los koolhaases del mundo tienen el diagnóstico correcto respecto del problema de la ciudad, pero no así las soluciones adecuadas porque ésas no pueden ser eventos o espectáculos o urbanismo. Sólo puede ser la arquitectura", abundó.

La ciudad de la cultura

Eisenman presentó imágenes de su proyecto, cuyo costo es de 500 millones de euros, que se construye en Santiago de Compostela, España: son edificios que han llamado ''la ciudad de la cultura".

Con más trabajo que nunca, también construye un estadio de futbol en Phoenix, Arizona, seis edificios en España y un memorial del Holocausto en Berlín, lo que resulta ''muy emocionante para alguien que pensó que nunca presenciaría una construcción".

Eisenman aconsejó a los oyentes tener paciencia, aprovechar la oportunidad y tomar riesgos porque, recordó, ''la sociedad no tiene lugar para ustedes antes de los 40 años. No conozco a muchos arquitectos que tengan la oportunidad de construir mucho antes de esa edad".

Terminada su intervención, recibió el Premio Mario Pani de manos del director académico de la Universidad Anáhuac, Cristian Nasar Astorga. Allí, el especialista estadunidense halló significativo ese galardón, pues desde 1960 es maestro universitario y ''nunca pierdo un día de enseñanza".

La inauguración del congreso estuvo a cargo de Saúl Juárez, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, quien dijo que la reunión propone una revaloración de las diferentes y novedosas interpretaciones acerca de los límites construidos a partir de la emergencia de nuevos espacios, entre lo existente y lo imaginable. Estuvo acompañado por Miquel Adriá, director del congreso, y Gina Díaz Barroso, presidenta de Centro, escuela de diseño, cine y televisión.

Arquine prosigue actividades hoy con las conferencias del diseñador vienés Robert Stadler y los arquitectos Shulei Endo (Japón), Felipe Assadi (Chile) y Joan Roig (España).

 
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