La ''visión'' de un binomio artístico

Las puertas de Christo y Jeanne-Claude se desplegaron en el Central Park de Manhattan entre el 12 y el 27 de febrero pasados, a partir de un concepto desarrollado en 1979, pero que recibió permiso hasta el 22 de enero de 2003. Las 7 mil 500 puertas, originalmente ideadas para ser el doble, cubrieron una distancia de casi 37 kilómetros y tuvieron una altura idéntica de cuatro metros 87 centímetros, con anchura variable de entre metro y medio y cinco metros y medio, dependiendo de las veredas peatonales del parque. La distancia entre cada una fue de tres metros con 65 centímetros.

En cada puerta colgaba una cortina de tela color naranja azafrán, a dos metros y 13 centímetros del suelo.

El conjunto creó la ilusión de un río dorado sobre las veredas y bajo las ramas secas de los árboles. A la vez, el movimiento luminoso de los lienzos subrayó el entorno urbano de altos edificios.

La realización del proyecto significó la creación de miles de empleos temporales y atrajo a centenas de miles de espectadores que sumaron su río humano al de las cortinas ondulantes. Al cabo de su instalación, casi todo el material se destinó al reciclaje.

Con base sobre todo en la venta como ''obra de arte'' de los planos, bocetos y dibujos, las puertas fueron financiadas totalmente por los artistas, sin ningún cargo al erario.

Los envolventes artistas Christo Vladomirov Javacheff y Jeanne-Claude Denat de Guillebon nacieron el mismo día del mismo año, a la misma hora: el 13 de junio de 1935. El, en Garovo, Bulgaria. Ella, de origen francés, en Casablanca, Marruecos.

La pareja se conoció en París en 1958, y su único hijo, el poeta Cyril Christo, nació el 11 de mayo de 1960. Desde 1964 los artistas radican en Nueva York, pero ésta es la primera ocasión que ''intervienen'' a gran escala el paisaje de la ciudad que eligieron para residir hace ya cuatro décadas.

Hermann Bellinghausen