Nunca he menospreciado el orden jurídico, sostiene
Me tratan como enemigo a destruir: López Obrador
Usan retórica de Echeverría para justificar actos de poder
Ampliar la imagen Ayer, durante una gira de trabajo en Guadalajara, Jalisco, el presidente Vicente Fox fue recibido por un grupo de personas que protestaba contra el desafuero de Andr�Manuel L� Obrador FOTO Mart�Andr�Carre��
Nunca he menospreciado el orden jurídico, ni soy quien está degradando la institución presidencial, respondió el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, al llamado de Presidencia para que se sujete a los procedimientos de la ley y respete las instituciones. Aseguró que el presidente Vicente Fox es quien retuerce la ley, usa de manera facciosa las instituciones y "siempre se ha caracterizado por incumplir sus compromisos" y utilizar un tono "beligerante e imprudente".
Anunció que continuará ejerciendo su legítimo derecho a defenderse "contra la arbitrariedad y la descalificación política que promueve Vicente Fox", quien, aseveró, ordenó y sigue alentando el desafuero, hecho que consideró una injusticia no sólo contra él, sino también contra todos los ciudadanos a quienes representa y "pudiera representar".
En un mensaje dirigido a los habitantes de la ciudad de México y a la opinión pública, López Obrador advirtió que le están dando trato de "enemigo a destruir", con una retórica parecida a la que usaron en el pasado los ex presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Alvarez para justificar actos autoritarios del poder.
Acerca de los señalamientos de Presidencia, que en un comunicado lo acusa de utilizar recursos públicos para su defensa personal, dijo que el titular del Ejecutivo federal es quien financió ilegalmente su campaña política, con donativos de particulares nacionales y extranjeros, y quien se ha caracterizado por no cumplir sus compromisos, como el que hizo en julio de 2000, en su discurso de cierre de campaña, cuando ofreció investigar todo lo que pasó en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Compromiso cuyo incumplimiento, como muchas otras promesas, demuestra "la muy corta memoria del ciudadano Presidente", apuntó.
López Obrador llegó ayer al Antiguo Palacio del Ayuntamiento después de las 6:20 horas, y se reunió en su oficina, durante casi 60 minutos, con sus asesores José María Pérez Gay y José Zamarripa de la Peña para redactar el documento.
Casi a las 7:30 horas entró a la sala de prensa Francisco Zarco para leer un escrito con cinco puntos y tres reflexiones finales. Una vez más, ofreció disculpas a quienes consideran que no debería seguir en esta polémica, pero insistió: "yo no soy quien está degradando la institución presidencial, ni tampoco soy quien está por encima de la ley y las instituciones. Por el contrario, conmigo, y con los que puedan y a los que pueda representar, quieren cometer una injusticia".
En el primer punto, señaló que no abundaría sobre "las consideraciones del documento que hablan de la ley, la legalidad y el estado de derecho, porque considero que se trata de la vieja y gastada retórica que parece recoger los discursos de Gustavo Díaz Ordaz y de Luis Echeverría Alvarez, y que siempre se invoca para tratar de envolver y justificar los actos autoritarios del poder".
A continuación ratificó su convicción de que el desafuero lo ordenó y lo sigue impulsando el presidente Fox, y en el tercer punto negó que menosprecie el orden jurídico, ya que ha presentado ante la sección instructora de la Cámara de Diputados las pruebas que demuestran las irregularidades en el proceso de desafuero. "Tan es así, que se ha publicado un libro sobre este tema (Contra el desafuero. Mi defensa jurídica), el cual, por cierto, ya envié al ciudadano Presidente".
En cuanto a la acusación sobre el uso de recursos públicos para su defensa, que hace Presidencia en el comunicado leído la noche del miércoles por el vocero Rubén Aguilar, el jefe de Gobierno dijo: "soy un hombre de principios y nunca en mi vida pública he utilizado recursos ilegales para fines electorales, ni he aceptado dinero de grupos de intereses creados. Algo de lo que no puede presumir, en honor a la verdad, el ciudadano Presidente quien, como es de dominio público, financió ilegalmente su campaña política con donativos de particulares nacionales y extranjeros, como lo sentenció, en el caso Amigos de Fox, el máximo tribunal electoral del país".
Finalmente, al leer el punto cinco, se refirió a la parte del comunicado de Presidencia donde señala que quienes ejercen el poder están obligados a la prudencia, y agrega, textualmente, que "la manera como se actúa hoy no es más que un ejemplo de lo que pretenderá hacer en el futuro". En respuesta, López Obrador sostuvo que no está acostumbrado a engañar a nadie, por su convicción de que "los hombres se miden por la entereza de sus convicciones y por la coherencia entre lo que piensan y lo que hacen.
"Por el contrario -agregó-, el ciudadano Presidente siempre se ha caracterizado por incumplir sus compromisos y por decir una cosa y hacer otra. Y, por cierto, en un tono mucho más beligerante y nada prudente."
Después enlistó algunas promesas del entonces candidato presidencial, como el crecimiento de la economía a 7 por ciento y la creación de un millón de empleos al año, créditos para vochos y changarros, y el combate a la corrupción del Fobaproa, entre otros.
Agregó: "decía (Fox), refiriéndose al presidente Zedillo, que no podíamos depender, cito textualmente, 'del de Los Pinos que se levanta crudo o de mal humor', mientras que de Carlos Salinas señalaba: 'lo de Salinas, ni madres, ni madres; con el Salinillas ni al baño'".
Retomó parte del discurso de cierre de campaña de Fox del 28 de junio de 2000, y recordó que entonces dijo que "al iniciar su gobierno, el primero de diciembre, creará una comisión que investigue todo lo que pasó en el sexenio de Salinas de Gortari: investigaremos los nexos del narcotráfico con las altas esferas del poder; las privatizaciones; las oscuras negociaciones de 1988; las finanzas familiares de los Salinas y los asesinatos políticos".
Todo esto, apuntó, "no sólo demuestra el incumplimiento de sus promesas sino la muy corta memoria del ciudadano Presidente".
Finalmente, en el apartado de las reflexiones, López Obrador reiteró que el desafuero se deriva de la decisión del Presidente de quitarle sus derechos políticos para atajar su proyecto alternativo de nación, ante el "rotundo fracaso del modelo económico neoliberal del llamado gobierno del cambio".
Anunció que continuará defendiéndose por la vía pacífica y, después de agradecer el apoyo de la gente, convocó a una manifestación en el Zócalo el día que la Cámara de Diputados vote el dictamen del desafuero.