Donación, sólo luego de morir
Se aprovechan de la pobreza
La Comisión Episcopal para la Familia insistió en su llamado para no utilizar en investigación células madre de organismos adultos, y reiteró su rechazo a la clonación mediante trasplantes de embriones crioconservados, producidos con la técnica de fecundación inducida u obtenidos de abortos inducidos, para motivar la técnica del trasplante de órganos.
Los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos de Matehuala y Toluca, Rodrigo Aguilar Martínez y Javier Chavolla Ramos, respectivamente, manifestaron que pese a una "deficiente" cultura de la donación, prevalece la injusticia por designar los órganos disponibles "según criterios discriminatorios o utilitarios basados en edad, sexo, raza, religión, posición socioeconómica, capacidad de trabajo", entre otros.
También críticaron a quienes se aprovechan de la pobreza de las personas para traficar con órganos. La asignación, exigieron, ha de hacerse con base en un juicio que considere factores clínicos o inmunológicos.
Reconocieron que la técnica científica ofrece la posibilidad de salvar vidas de una muerte inminente o de sufrimientos intensos, pero a la vez constituye un desafío. La Iglesia católica acepta que órganos vitales únicos en el cuerpo sean removidos solamente después de la muerte. "Hoy día -recordaron- se considera como criterio cierto de que esto ha ocurrido con la suspensión completa e irrevocable de todas las actividades cerebrales en el encéfalo, cerebelo y bulbo raquídeo."
Los obispos Aguilar Martínez, responsable de la Comisión para la Familia, y Chavolla Ramos, encargado del Departamento de Vida de la CEM, enfatizaron que la "desproporción" entre la disponibilidad y demanda de órganos no debe llevar a una promoción indiscriminada del trasplante, sino realizarse con criterios éticos, según el reconocimiento de la dignidad humana. Implica, según el texto, respetar el consentimiento informado, sin coacción o presiones de por medio.
(Alma E. Muñoz)