Entrevista a LUIS PEÑA KEGEL, DIRECTOR GENERAL DE GRUPO FINANCIERO BANORTE
Llevar servicios bancarios a mexicanos en EU, plan de expansión de Banorte
Los bancos pueden hacer mucho para bajar comisiones y dar más rendimientos, dice
El intermediario se dice listo para comprar en Estados Unidos una empresa dedicada a las remesas hacia México
Ampliar la imagen Luis Pe�egel, director general de GFBanorte, en la pl�ca con La Jornada FOTO Jos�ntonio L�
El mes pasado, 51 de cada 100 niños que nacieron en Los Angeles, California, eran de origen mexicano. En Estados Unidos, un país donde residen 6 millones de familias mexicanas, con un alto poder de compra, "tiene sentido abrir un banco", expresa Luis Peña Kegel, director general del Grupo Financiero Banorte (GFNorte).
Se trata del operador del único banco de capital mexicano que compite en el país con las filiales de instituciones estadunidenses, españolas e inglesas. Decidido a no vender o asociarse con ninguna firma mundial, Banorte piensa que su estrategia de crecimiento debe estar sostenida por operaciones en Estados Unidos y en apoyar actividades dejadas de lado por sus competidores en México, como el financiamiento a micro empresas, el campo y, en una innovación lanzada hace apenas un mes, el microcrédito a través de una sociedad financiera de objeto limitado (Sofol).
Luis Peña Kegel, en entrevista con La Jornada, anunció que la estrategia de Banorte para expandir sus actividades a Estados Unidos es más ambiciosa que sólo adquirir un banco para tener una red de sucursales propia. "Está listo el proceso para comprar una empresa de Estados Unidos dedicada a las remesas hacia México", anticipó.
Dijo que la estrategia de esta institución, que tiene su sede en Monterrey, es crear una oferta de productos "binacionales": hipotecas, cuentas de crédito o chequeras, que funcionen tanto en Estados Unidos como México.
"Los bancos todavía podemos hacer mucho por bajar los costos al consumidor", en especial las comisiones, y ofrecer más rendimientos al ahorro. "La clave está en que se mantenga el control de la inflación, porque hasta ahora la discusión política y el clima prelectoral no han afectado la estabilidad financiera", añadió
Apenas en noviembre, el banco sacó al mercado una tarjeta, llamada "Banorte Fácil", que busca llevar al sistema financiero a personas que no tienen ninguna relación con los bancos. Este producto no cobra comisiones ni requiere al usuario saldos mínimos mensuales y se puede usar en cajeros y comercios. Algo similar ofrece, con "Enlace Express" para hacer transferencias de dinero desde Estados Unidos. "En lugar de enviar efectivo, que es más costoso, se hace la transferencia a través de una cuenta. El receptor aquí tiene una tarjeta, con la que puede disponer en cajero, guardar el dinero o pagar en comercios", explicó Peña Kegel.
"Banorte no tiene un banco en Estados Unidos, tampoco una empresa de manejo de remesas. Y pensamos que siendo el único banco de capital nacional, tiene sentido llevar la marca Banorte a Estados Unidos", añadió. Hasta ahora la institución no tiene una estimación pública sobre la cantidad de dinero que puede invertir en ambas adquisiciones.
Peña Kegel explicó que la dirección del banco tiene "todo el apoyo del consejo de administración" para realizar las compras. "Va a ser una inversión sustancial, pero manejable". La empresa de remesas y el banco estarán asentadas en California o Texas, estados donde reside la mitad de familias mexicanas en Estados Unidos.
"La empresa de remesas va a ser de tamaño mediano o grande, ya tenemos dos o tres posibilidades. El banco también deberá ser de un tamaño atractivo, no tiene caso abrir unas cuantas sucursales. Aunque tampoco deberá ser tan grande que ponga en peligro nuestro capital", expuso. El director general del GFNorte consideró que esta institución no llegará a Estados Unidos en una condición de desventaja respecto de sus competidores en México, como Banamex, BBVA Bancomer y Santander Serfin, que ya realizan operaciones de banca allá.
Apuntó un dato: en Estados Unidos, 70 por ciento de la población adulta tiene una cuenta bancaria. El porcentaje disminuye a 49 por ciento entre los ciudadanos de origen hispano y, según algunas estimaciones privadas, a 25 por ciento en particular para los mexicanos. "El tamaño del pastel es muy grande".
"El hecho de tener un banco y una empresa de remesas busca abaratar los costos de los servicios financieros para los mexicanos en Estados Unidos", señaló. Dijo que en aquel país existen opciones, por ejemplo, de compra de viviendas con planes similares a los de la Sociedad Hipotecaria Federal de México, que son desconocidos por los residentes mexicanos.
"Esa es una aportación que podemos hacer, dar entrada a los servicios financieros".
También, añadió, tener operaciones en Estados Unidos abre la opción a Banorte de ofrecer productos financieros "binacionales", como medios de pago que funcionen en los dos países o adquirir mediante un crédito hipotecario una propiedad en México con una fuente de pago en Estados Unidos, como ya están haciendo algunas Sofoles.
Además de la atención a mexicanos en Estados Unidos, Banorte está abordando mercados no atendidos por otras instituciones en México. El año pasado, informó, esta institución concedió préstamos al campo por 12 mil millones de pesos, más de los 10 mil a 11 mil millones otorgados por la Financiera Rural. También dice que la institución va a reforzar su atención a la pequeña y mediana empresa.
"Lo nuevo es que vamos a incursionar en un segmento de la banca no atendido por ningún grupo financiero", anticipó. Banorte creó una Sofol llamada Pronegocio, que de manera formal comenzó a operar el mes pasado para otorgar micro créditos de tres mil a 50 mil pesos a unidades de negocio con menos de cinco empleados. En ese periodo, se han concedido préstamos por 32 millones de pesos, en montos promedio de 28 mil pesos. Con una cartera vencida de sólo 1 por ciento de los créditos entregados, tiene 18 sucursales operando y tendrá 42 al cierre de 2005.
Con una oferta de crédito que aumenta y críticas al sistema financiero por los costos de intermediación y cobro de comisiones, Peña Kegel consideró que el mejor antídoto para que los servicios al consumidor sean más baratos está en la competencia.
También considera que la situación política previa al proceso electoral de 2006 no constituye un riesgo, por ahora, que pueda afectar el crecimiento de la actividad bancaria y el nivel de las tasas de interés que pagan los usuarios.
"Las tasas de interés hipotecario (12 por ciento en promedio para el sistema) no están mal. Veo riesgo de que si la inflación no decrece pronto, las tasas se van a presionar y los bancos vamos a tener trabajo para mantenerlas. Los bancos han hecho un esfuerzo importante de sacrificio de margen. La parte política, con todo el ruido, no ha incidido en las variables económicas".