Prueba video inocencia de ecologista preso

Arreaga estaba en una fiesta cuando ocurrió el homicidio que le imputan

ROSA ROJAS

Una videocinta y un acta de defunción son dos elementos de prueba que se suman a los testimonios ofrecidos para demostrar que el campesino ecologista Felipe Arreaga Sánchez es inocente del homicidio que se le imputa, acusación por la que está preso en el penal de Zihuatanejo, Guerrero, desde el pasado 3 de noviembre.

La videocinta de una boda celebrada en el poblado Las Mesas, municipio de Petatlán, el 30 de mayo de 1998, corrobora lo que ya había sido declarado ante el juzgado por varios testigos: que Arreaga estaba en ese lugar con su esposa y dos de sus hijas, lejos del sitio en que fue asesinado en esa fecha Abel Bautista, homicidio que le atribuyen a él y a otras personas.

Por otra parte, el acta de defunción de Crispín Cortés, quien con Arreaga y otras personas es uno de los coacusados en el homicidio de Abel Bautista en 1998, asienta que aquél fue asesinado en 1996, lo que demuestra que los acusadores mintieron, aseveró el abogado Gaudencio Aguilar, del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan.

Celsa Valdovinos, esposa de Arreaga, informó a su vez que en la celebración del tercer aniversario de la Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán (OMESP), efectuada en el poblado de El Zapotillal, a la cual asistieron incluso algunos invitados de Alemania, se firmó una carta para apoyar la candidatura del ecologista preso al Premio al Mérito Ecológico 2005, que otorga el gobierno federal.

Esa organización, cuya creación impulsó y asesoró Arreaga, se inició con 12 socias, pero en sólo dos años "ya va aprendiendo a caminar sola", cuenta con 60 integrantes de 13 comunidades de la sierra de Petatlán y logró sembrar 170 mil cedros; produce abono orgánico mediante lombricultura y promueve el cultivo de hortalizas en huertos familiares.

"En el primer año aprendimos a conocer la semilla de algunas hortalizas gracias a un donativo que recibimos de Francisco Guevara, miembro de la Red para el Desarrollo Rural. Nos alegramos de poder comer calabazas, coles y repollo frescos, sin tener que ir a Petatlán ni gastar dinero que no tenemos.

"Después nos decidimos a reforestar y a cuidar el bosque, porque aprendimos que parte de nuestra vida son las plantas y los animales, que ellos viven del suelo, que la humedad y el sol permiten que crezcan las plantas y los árboles de los que viven y se alimentan los animales y las personas."

Informó también que han realizado talleres de derechos humanos en la oficina de la OMESP en Petatlán; con su esfuerzo han logrado el apoyo de organizaciones internacionales como Misereor, Fundación Angélica y Mareas, que han aportado fondos para la siembra y cercado de huertos familiares y el cuidado del bosque, así como para adquirir una camioneta para trasladar equipo y árboles para la reforestación.

Del gobierno sólo han recibido los arbolitos. Por iniciativa de la OMESP se formaron 10 comités campesinos para prevenir y combatir los incendios en la cuenca del río Petatlán, "los cuales esperamos que tengan la atención y el apoyo que merecen de parte de la Comisión Nacional Forestal, a la que notificamos la organización de los grupos".

Desahogo de pruebas

Gaudencio Aguilar explicó que Crispín Cortés Santana falleció en 1996 por arma de fuego y se abrió la averiguación previa AZUE/II/033/96 en Petatlán el 6 de marzo del mismo año ante la agencia del Ministerio Público. La defensa de Arreaga solicitó copia de la investigación, pero como el agente del Ministerio Público de Petatlán se las negó, pidió al juez que él requiera la información.

Añadió que el expediente de la acusación contra Arreaga se encuentra en la etapa de ofrecimiento y desahogo de pruebas, con un plazo de 10 meses que puede ampliarse. En tanto, como el acusado sigue padeciendo malestar en la columna, se valora si puede ser atendido por un especialista en el penal o se solicita su traslado a algún hospital.

En la carta de apoyo a la candidatura de Arreaga Sánchez para el Premio al Mérito Ecológico se asienta que desde la década de los años 70 se destacó en la lucha contra la tala inmoderada de los bosques en su ejido de Fresnos de Puerto Rico, en la sierra de Tecpan, y pugnó porque el gobierno otorgara el apoyo necesario a los núcleos agrarios para que fueran éstos quienes aprovecharan integralmente y de manera sostenible el recurso forestal.

"A finales de la década de los 90 participó como miembro fundador de la Organización Ecologista de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán en el ejido del Mameyal, municipio de Petatlán, distinguiéndose en la lucha contra la voracidad de la empresa estadunidense Boise Cascade, la que desde mediados de esa década y aprovechándose del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se estableció en Papanoa, con la intención comprar toda la madera en rollo que fuera posible, para reponerse de las pérdidas que le provocó en su país de origen la veda de la extracción de madera en los bosques del noroeste de Estados Unidos.

"La empresa Boise Cascade, asociada con compradores locales inescrupulosos, extrajo madera en rollo de alrededor de 30 ejidos y comunidades de la sierra, convirtiéndose en una amenaza seria para el bosque. Esa fue la razón principal que animó la lucha de los ecologistas, quienes luego de demandar, sin éxito, la intervención de las autoridades federales para detener la deforestación, en 1998 se vieron obligados, con el apoyo de los pueblos, a bloquear los caminos para detener el saqueo de madera, lo cual tuvo como consecuencia, aparte de la persecución de la que fue víctima Felipe Arreaga, junto con muchos de sus compañeros, la aplicación de la primera auditoría forestal por parte de la Profepa, cuyo resultado confirmó la razón de los campesinos ecologistas y explicó la salida de la empresa maderera", apunta.

Señala asimismo que el fruto más reciente de su lucha ecologista es la creación, junto con su esposa, de la OMESP. "Para nosotros la experiencia ecologista que se vive en esta región del país constituye un aporte importante de la sociedad rural al desarrollo sustentable, representada por personas como Felipe Arreaga Sánchez, quien ahora se encuentra privado de su libertad, acusado injustamente por un delito que no cometió, sufriendo un castigo que asume con dignidad sabiendo que es el precio a pagar por la defensa del bosque, del agua y de la vida", agrega el documento.