¿LA FIESTA EN PAZ?
Rojas Palacios: 77 convivios
''A DIFERENCIA DE otros, a mí nunca me ha gustado tener las plazas vacías", comentó satisfecho el incansable promotor de la cultura taurina en México, Jaime Rojas Palacios, también escritor, dramaturgo, coleccionista y compositor, al término del exitoso evento 76 de su Café, chisme y vino. Convivio taurino, el pasado martes en el restaurante Tío Luis, de la colonia Condesa, fundado por el inolvidable don Pedro Yllana.
CON UN ENTRADON que algunos sólo consiguen una vez al año, no cada ocho días, esta ocasión Rojas Palacios invitó al matador Eulalio López El Zotoluco y a su apoderado José Manuel Espinosa, quienes, con la misma elocuencia y habilidad que han desplegado en sus respectivas carreras, platicaron con los asistentes acerca de sus hazañas en ruedos españoles, y fueron cuestionados sobre el singular concepto de reciprocidad que manejan los empresarios peninsulares -acá novillones pasadores de Julio Delgado para Enrique Ponce; allá la camada completa de la ganadería de Miura para el diestro de Azcapotzalco.
INICIADOS EN NOVIEMBRE de 1992, interrumpidos en octubre de 1993 y reanudados en septiembre de 1998, estos originales convivios taurinos han permitido a los aficionados, cuyo interés por la fiesta de toros va más allá de las plazas, dialogar con empresarios, ganaderos, toreros, subalternos, periodistas, viudas de figuras, jueces, pintores, escultores, fotógrafos, historiadores, médicos y actores, en contraste con las conferencias -145 lleva organizadas Jaime-, donde alguien habla y los asistentes escuchan, con limitadas posibilidades de preguntas al final.
EN ESTOS CONVIVIOS, más que chismear se dicen cosas, se devela con más soltura la personalidad del invitado, se informa y delibera lo que por lo general omiten los medios y la crítica especializada, e incluso se sacan trapos al sol que el tono de una conferencia difícilmente permite.
A SUS 78 años y más de medio siglo como prolífico creador e infatigable promotor cultural en México, Jaime Rojas Palacios, aquejado de cáncer y de Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), se niega a las lamentaciones y a complacerse en el derrotismo, y con ganas, gusto, espíritu de servicio e increíble capacidad de organización y de convocatoria apoya, con hechos concretos y positivos, lo que de nuestra fiesta brava va quedando, gracias a promotores adinerados pero sin idea ni sensibilidad.
PARA EL PROXIMO martes y a manera de sobrero en una brillante temporada en la que destacaron las participaciones de los matadores Mario y Mariano del Olmo, Mariano Ramos, Humberto Flores y Manuel Capetillo padre, Jaime echará al ruedo de la reflexión en voz alta, que no al muro de las lamentaciones taurinas, al autor de esta columna, sobre lo real y lo imaginario que aún sostienen a un espectáculo no por mágico menos degradado.
Y ESTE DOMINGO, a las 12 horas, en la plaza La Florecita, de Ciudad Satélite, se presenta la extraordinaria novillera Elizabeth Moreno, triunfadora en distintos cosos, perturbadora belleza y garantía de una singular expresión tauromáquica. Las reses serán de Atlanga y la asistencia es obligada.