MICRO CREDITOS |
14 de marzo de 2005 |
Carmen
Castellanos Gaytán
En los países desarrollados una parte relevante de la dinámica de la producción se finca en la actividad de las pequeñas empresas, hecho que se asocia con la disponibilidad de financiamiento para su operación. En México aún tienen que superarse muchos obstáculos para detonar mediante los micronegocios un mayor crecimiento y generación de riqueza y empleo. Este tipo de empresas no verán en un plazo cercano mayor disponibilidad de crédito o tasas más bajas de interés para financiarse mediante los microcréditos. Sin embargo, especialistas y funcionarios insisten en que este tipo de financiamiento mejora la calidad de vida de quienes los obtienen. Las tasas de interés actuales oscilan entre 3.5 y 8 por ciento, dependiendo del plazo y monto del crédito, así como del sector al que se financia. El fortalecimiento de la infraestructura en este segmento del sector financiero es condición relevante para el fomento de los pequeños negocios, además de la preparación que deben tener los que operan este tipo de entidades, pues no sólo se trata del dinero que se presta (que oscila usualmente entre mil 500 y 15 mil pesos), sino que se da orientación y seguimiento a los microempresarios que invierten esos recursos. La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) calcula que existen en el mundo 7 mil instituciones dedicadas a las microfinanzas que brindan microcréditos a casi 20 millones de personas. Se estima que la cifra de usuarios potenciales de este tipo de servicios financieros es de unos 500 millones de personas, lo cual indica que es un importante segmento de los demandantes de crédito y que representa incluso un alto interés comercial para las microfinancieras. María del Carmen Díaz Amador, directora del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), prevé incrementar este año 50 por ciento el número de microfinancieras en las que el gobierno participa mediante recursos y apoyos, por encima de las 94 que existían el año pasado. Díaz Amador dijo que con el Pronafim, esperan beneficiar a cuando menos medio millón de personas más, es decir, la mitad de las que recibieron este tipo de crédito durante 2004. A su vez, y como parte de un intento de la banca privada por llegar a la población que no tiene acceso a sus créditos tradicionales, se prevé que también durante este año, por ejemplo, 100 sucursales de Banorte, ofrezcan microcréditos a personas de bajos recursos. La mujer, al frente De acuerdo con Díaz Amador, el segmento de las mujeres es la parte de la población a la que se dirigen buena parte de estos créditos, además de que presentan un bajo nivel de morosidad en el pago de sus préstamos. "Es un fenómeno mundial, estos créditos los busca la mujer que es jefa de familia o madre soltera con ingresos promedio de 3 mil 500 pesos al mes. Nos queda muy claro ya que 85 por ciento de los microfinanciamientos de nuestro programa está en manos de mujeres con proyectos productivos", explicó Díaz Amador. El gobierno insiste en impulsar este tipo de créditos, luego de que un estudio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México reveló que las personas que acceden a estos créditos pueden mejorar hasta 30 por ciento sus ingresos mensuales al año y medio de haber obtenido un microcrédito. En el marco del Año Mundial de los Microcréditos, encabezado por la Organización de las Naciones Unidas, México será sede de una de las reuniones que se celebrarán en diversos países, el 25 y 26 de abril, y se espera que asistan presidentes de la región o sus representantes "para adoptar estrategias eficientes de inclusión", dijo Díaz Amador. "Estamos esperando a todas las microfinancieras y a los gobiernos". A México vendrán representantes de los principales bancos de microcréditos de países como Bolivia, Perú, India, Bangladesh y Colombia § |