''No va a caerle el mundo encima'', dice el especialista
Desechar dudas por el voto en el extranjero, pide Ross al IFE
Lo aprobado por los diputados puede corregirse, señala
Detrás de las críticas que se han vertido en contra de los términos en que la Cámara de Diputados aprobó el voto de los mexicanos en el exterior existe una oposición abierta de diversos sectores -algunos en el interior de partidos-, que no externan su rechazo abierto por temor al costo político, consideró Dan Ross, uno de los coordinadores de la Coalición por los Derechos Políticos de los Mexicanos en el Extranjero.
En entrevista telefónica, Ross admitió que la minuta aprobada por los diputados sin duda tiene deficiencias, pero con voluntad política puede corregirse sin cancelar por ello la posibilidad de que los residentes fuera del país puedan sufragar en las elecciones federales de 2006.
Ross manifestó extrañeza por aquellos críticos -entre ellos miembros del Instituto Federal Electoral- que rechazan la iniciativa, porque eso no es compatible con otras legislaciones. Es muy claro, sin duda, que tras la reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales se harán necesarias otras modificaciones colaterales a otras legislaciones, adelantó.
Y si se hubieran realizado primero los cambios en leyes colaterales, igualmente dirían que es absurdo, porque no se habría reformado la legislación electoral. Por eso, para detectar realmente la voluntad de concretar este derecho es preciso leer no solamente que acepten en lo general el voto de los mexicanos en el extranjero, sino qué es lo que dicen concretamente después del ''pero'', porque esa es realmente su postura.
Agregó que también en estos días se han difundido algunas estimaciones de costos y votantes que escapan a la realidad, con objeto de desacreditar esta posibilidad. Se habla de hasta 14 millones de potenciales votantes, que distan mucho de la verdad, y esto desata nuevas especulaciones de costos de este ejercicio, sin que sea muy confiable. Si hay 8 millones de mexicanos en California, no significa que todos vayan o quieran votar, particularmente por las modalidades que se tienen para poder ejercer el sufragio.
Pero existen algunos aspectos que sí podrían ser modificados para que en su instrumentación no exista la idea de que ''va a caerle el mundo al IFE''. Ross señala, por ejemplo, el tema del empadronamiento, el cual entre más tarden en aprobar este instrumento más complejo y más costoso resultará para la autoridad electoral realizarlo.
Críticas a consejeros electorales
Cuestionó a algunos consejeros electorales que han rechazado la modalidad adoptada por la Cámara de Diputados, porque lleva implícito en su descalificación un rechazo a este ejercicio, sea por costo o por alcances. ''Nosotros no somos partidarios de que haya una reforma muy ambiciosa de entrada, sino que pudiera iniciarse con una modalidad más sencilla y menos costosa.''
Por ejemplo, afirmó Ross, podría evitarse que para concretar este voto en el extranjero se haga necesario tener una estructura del IFE clonada fuera del país y de manera permanente. Podría hacerse mediante modalidades menos onerosas y por la vía de algunos artículos transitorios que hagan viable su aplicación para los comicios presidenciales de 2006 y discutir, posteriormente, sin la premura del tiempo, otras modalidades.
Lo que preocupa de las críticas y de los cambios que pudieran realizarse a la iniciativa aprobada por los diputados son los tiempos, subrayó Ross. Si el Senado pudiera desahogar la iniciativa antes de la primera quincena de abril, aún sería difícil que la Cámara de Diputados aprobara en definitiva esta reforma, pues queda claro que de no ser en el actual periodo de sesiones prácticamente será imposible que en el 2006 se concrete el voto de los mexicanos en el extranjero.
Queda claro que en la resolución que haga el Senado están implícitos dos calidades de voto en contra de la iniciativa: los de aquellos que de plano nunca han estado de acuerdo con ello y los que tienen sus dudas fundadas sobre la reforma aprobada en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el especialista confió en que se hagan los esfuerzos necesarios para finalmente aprobarla.