En enero sumó $1,200 millones de pesos contra $24,700 millones del mismo mes del 04
Cayó más de 90% el superávit fiscal del gobierno: Hacienda
Es inaplazable una reforma fiscal, opinan los analistas del sector privado
La simplificación del sistema reducirá la resistencia al pago de impuestos y facilitará su cumplimiento, afirman
Ampliar la imagen Fachada de la Secretar�de Hacienda en el Distrito Federal FOTO La Jornada
El superávit fiscal del gobierno federal en enero cayó más de 90 por ciento, al ubicarse en mil 200 millones de pesos, contra 24 mil 700 millones del mismo mes del año pasado, según reportes de la Secretaría de Hacienda. Para los analistas, esto hace inaplazable una reforma fiscal, e indicaron que es necesario simplificar el sistema fiscal para reducir la resistencia al pago y facilitar su cumplimiento.
Este proceso, precisaron los economistas del sector privado, es importante porque el sistema simplificado en Estados Unidos permite que el grado de evasión fiscal sea de sólo 5 por ciento, mientras en México se estima que llega a 40 por ciento. México concretó cambios en el impuesto sobre la renta que incentivan la inversión, pero falta todavía mucho por hacer, precisaron.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó que en México no se están dando los pasos necesarios para generar los ingresos del sector público que se necesitan para hacer frente a los pasivos como son deuda, pensiones, política social e inversión física y de capital.
A su vez, la consultora Bursamétrica precisó que la caída en los ingresos públicos fue resultado de que tanto los recursos provenientes de la venta del petróleo, como de los tributarios, mostraron retrocesos importantes. Los no tributarios ascendieron a 49 mil 200 millones, monto inferior en 6.3 por ciento con relación a enero de 2004, reconocieron las autoridades hacendarias.
Según los expertos de Bursamétrica, las finanzas públicas podrían mejorar en los próximos meses si los precios del petróleo se mantienen por encima de los 36 dólares por barril para la mezcla mexicana, pero no se puede depender de manera permanente de esos ingresos.
Indicaron que el tropezón de enero en las finanzas públicas se puede revertir, pero ''a los inversionistas no les deja de preocupar que la paraestatal petrolera tenga números negativos, porque de no invertir lo requerido para los próximos 10 años, no tendrá ya mucho que vender''.
Agregaron que datos recientes de la paraestatal indican que durante 2004 presentó pérdidas netas por 14 mil millones de pesos, resultado que se derivó, en su mayoría, del pago de impuestos, aprovechamientos y derechos que Pemex hace al gobierno, cantidad que representa 60 por ciento de sus ventas totales.
De acuerdo con el balance trimestral de la empresa, durante 2004 realizó ventas totales por 779 mil millones de pesos, cifra que representa 18 por ciento más respecto a un año antes, de los cuales pagó al gobierno 473 mil millones.
De esta manera, la empresa se encuentra con pocas posibilidades de sobrevivir, sobre todo tomando en cuenta que su deuda es mayor al valor producido. Es decir, debe más de lo que puede ingresar en un año.
En su reporte, el CEESP precisa que las reformas fiscales en Estados Unidos son una muestra de fortaleza política interna y una enseñanza que bien puede ser extrapolada a aquellos países que tienen un régimen fiscal insuficiente. La reforma de 1986 confirma la fortaleza del binomio bipartidista estadunidense, que responde a las divergencias con consensos.
Explicaron que no sólo en México se necesitan cambios al sistema fiscal para generar más ingresos para el sector público, sino que también es el caso de Estados Unidos, donde a diferencia de nuestro país ya trabajan en un problema que tendrán dentro de tres años, como es el relativo a las pensiones. Adicionalmente, trabajan con un objetivo común donde tanto los beneficios como los costos de la reforma fiscal serán compartidos a través de decisiones bipartitas.
Los analistas del sector privado puntualizaron que Estados Unidos trabaja ya sobre la reforma fiscal que necesitan para hacer frente a las presiones presupuestarias y, aunque no está decidido cómo se modificarán las tasas impositivas, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ya señaló su preferencia por un impuesto al consumo, más que gravar los ingresos.
Esa posibilidad, concluyeron, también sería viable en México para generar un mayor nivel de inversión y ahorro. La reforma fiscal en México es un asunto que se sigue postergando sin razón, y una tasa única de impuesto sobre la renta sería positiva porque generaría mayor inversión para impulsar el empleo que requiere la población.