Usted está aquí: lunes 14 de marzo de 2005 Sociedad y Justicia Asesinaron en Guatemala a 400 mujeres tan sólo el año pasado, revela activista

Quienes investigan los casos dan las mismas versiones que en México, asegura

Asesinaron en Guatemala a 400 mujeres tan sólo el año pasado, revela activista

Estima la ONU que unos 200 millones de personas padecen esclavitud

VICTOR BALLINAS ENVIADO

Campeche, Camp. En Guatemala, "tan sólo el año pasado, fueron asesinadas 400 mujeres cuyas edades oscilaban entre los 15 y 25 años", cifra que rebasó por mucho los crímenes contra ese sector en Ciudad Juárez, Chihuahua, reveló Ana María Méndez, defensora de la población desarraigada y migrante, correspondiente a la Procuraduría de Derechos Humanos de esa nación.

Al igual que en México, las autoridades de Guatemala "han hecho poco por esclarecer los asesinatos: aducen que son producto de problemas entre pandillas, de ajustes de cuentas, o están vinculadas con el narcotráfico", sostiene María Méndez, participante en el Seminario Internacional Tráfico Ilícito de Migrantes, Derechos Humanos e Instituciones Nacionales.

Por su parte, Emilia Caballero Alvarez, defensora adjunta de la Defensoría del Pueblo de Valencia, destacó que la trata de mujeres ha generado exorbitantes ganancias, con menor riesgo que otro tipo de tráfico, como los de armas y drogas.

Abundó: "El tráfico con fines de explotación sexual genera 7 mil millones de dólares al año", de acuerdo con un informe de 2004 de la Comisión de Derechos de la Mujer del Parlamento Europeo, lo cual representa una cantidad superior al gasto militar mundial, subrayó.

Ante ombudsman estatales e internacionales, visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, procuradores, expertos, académicos y organizaciones civiles expuso que "el aumento de tráfico de mujeres experimentado en décadas pasadas ha sido propiciado por factores como la adopción de medidas regularizadoras o despenalizadoras de la prostitución, el turismo sexual, la feminización de la pobreza. Y es tal la rentabilidad del negocio, que es considerado como el segundo más lucrativo después del tráfico de drogas. La demanda del comercio sexual, asegura su existencia".

La experta refirió que la policía alemana estima, en un reciente estudio, que una joven migrante rusa que trabaja de prostituta gana en promedio 7 mil 500 dólares al mes, de los cuales el propietario del local se queda con 7 mil dólares, y de los 500 restantes, la mujer tiene que pagar el alojamiento, la comida y el vestido, con lo que al final percibe únicamente 12 dólares".

Caballero hizo notar que "la prostitución no debería reducirse sólo a la mera elección del oficio: se trata de una manifestación más de poder y el control social del hombre sobre la sexualidad de las mujeres. El problema de la esclavitud sexual adolece de una falta de comprensión, pues en la sociedad existe la percepción de que esa fue una elección de trabajo voluntario, cuando en realidad la mujer es engañada y forzada a realizar ese comercio sexual".

Coincidió con la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en que "siempre habrá personas dispuestas a arriesgarse por mejorar sus condiciones de vida, porque es innegable que en los países desarrollados hay una demanda de mano de obra para trabajos poco calificados, para la prestación de servicios sexuales a bajo precio, y la trata -de personas- pretende dar respuesta a esa demanda a través de las modernas formas de explotación como son: laboral, sexual, la mendicidad, los matrimonios forzosos, las adopciones ilegales, la introducción de drogas o tráfico de órganos; la explotación para la comisión de hechos delictivos o explotación para cualquier fin degradante".

Advirtió Caballero que el tráfico y la trata de seres humanos constituye un problema del crimen organizado transcontinental, en el que no sólo hay una dramática violación de los derechos humanos de los migrantes, sino que se ha desarrollado "la esclavitud moderna" en que se explota a millones de hombres, mujeres y niños. Se estima que a nivel mundial ese tipo de esclavitud podría alcanzar a 200 millones de personas", de acuerdo con estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Durante su participación en el Seminario Internacional, en la mesa Trata y tráfico de mujeres, Caballero ejemplificó que en 2001, la Organización de Naciones Unidas informó que anualmente unos 4 millones de personas son desplazadas de un país a otro.

En tanto, la defensora de la Población Desarraigada y Migrantes, de la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala, Ana María Méndez, dijo en entrevista que los asesinatos contra mujeres en su país, "en un solo año, han rebasado los crímenes de Ciudad Juárez cometidos en 10 años".

Tan sólo el año pasado, dijo, se registraron 400 crímenes contra mujeres, pero éstos no son investigados, o se ha hecho poco para esclarecerlos. "Las autoridades aducen que son producto de problemas de pandillas, ajustes de cuentas, o vinculados al narcotráfico, u otro hecho delictivo"; sin embargo, ello no justifica que no se investigue y que el Estado de Guatemala se lave las manos ante el feminicidio que ocurre.

Méndez abundó que la violencia contra las mujeres se ha incrementado, y como muestra de ello, explicó, en los pasados tres años los crímenes se realizaron con mucha violencia, y las víctimas eran jóvenes de entre 15 y 25 años.

Subrayó: "nosotros no coincidimos con lo que dice el gobierno de que son crímenes pasionales, vendetas de pandillas, porque otras instituciones que han investigado esos homicidios, señalan que hay un comportamiento misógino y que hay agentes del Estado involucrados en ellos.

"Tienen cierta similitud con los ocurridos en Ciudad Juárez, porque también son mujeres jóvenes, trabajadoras de maquilas, y se advierte algún tipo de racismo en ellos", finalizó.

 
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