Cinta mexicoecuatoriana, se presentó en el Festival de Cine de Guadalajara
Crónicas sacude la conciencia de quienes ven otras realidades: Alcázar
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Guadalajara, Jal., 12 de marzo. Sustentada en la enorme actuación de Damián Alcázar y un solvente John Leguizamo, la noche del sábado, en la segunda jornada de la 20 Festival Internacional de Cine Selección Oficial Iberoamericana de Ficción, se presentó la mejor película hasta el momento: la coproducción mexicoecuatoriana Crónicas.
A pregunta expresa de La Jornada, Alcázar contestó: "La importancia de esta película es sacudir la conciencia de los que ven otras realidades. Solazarse de que 'aquí tenemos al cuarto hombre más rico del mundo', una visión del grupúsculo enquistado en el poder, que no se da cuenta que también tenemos 60 millones de pobres, incluyendo a una importante cantidad de grupos indígenas, que sufren debilidad mental por falta de proteínas".
Crónicas, producida por Bertha Navarro, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Jorge Vergara; completa su reparto con José María Yázpik, la española Leonor Watling y Gloria Leyton; el guión y la dirección es del ecuatoriano Salvador Cordero.
La cinta narra una serie de asesinatos de niños, hallados violados y mutilados, los cuales son investigados por el periodista sensacionalista Manolo (Leguizamo), pero cuando conoce a Venicio (Alcázar), quien casi pierde la vida al ser golpeado por una turba después de arrollar a un niño con su camioneta, el reportero tiene una duda dialéctica/ética: manipular la información o acrecentar su fama a costa del problema de los crímenes que merecen toda su atención.
Mención especial en San Sebastián
Alcázar, quien se llevó una mención especial en el reciente Festival de Cine de San Sebastián por este trabajo, amplía su respuesta: "Esta película es una sacudida para la sociedad; los niños de la calle en México aumentan creciendo, a pesar de que alguien dijo 'sospecho que se ha reducido 15 por ciento la pobreza en este país'; aquí, por ejemplo, tenemos un inversionista rico pero él no usa calcetines y ayer le grité arriba el Atlas".
El actor de La ley de Herodes confesó que su lado oscuro como humano le ayudó el desarrollo de este personaje: "Ya borré ese lado oscuro del personaje, supongo que no voy a hacer otro personaje tan tremendo; cuando termino un proyecto me crea un enorme hueco... aquí cuando terminé mi última secuencia sonreí, me relajé y les dije ahí se ven con su historia y me fui a los Galápagos... fue tremendo hacer este personaje, muy aleccionador y creo que todos los humanos somos capaces de hacer cualquier cosa desde el sicópata que está allá en el norte que borra del mapa a las dos naciones hasta este que se la pasa comiendo niños, una cosa tremebunda".
Diferentes condiciones
Alcázar agregó: "No soy fanático de la literatura de asesinos seriales, conozco poco. La diferencia entre este tipo de criminales está básicamente en las condiciones sociales en las que se mueven; por ejemplo, en Inglaterra no ocurrirían los asesinatos de mujeres de Ciudad Juárez, porque ahí sí trabajarían rápidamente para atrapar a los implicados. Ya sabemos lo que ha ocurrido aquí y lo que sucede en Ecuador, Colombia o Guatemala con la mano en la cintura pueden matar sin que pase nada, se pueden formar escuadrones de la muerte para asesinar niños, como ocurrió en las favelas de Brasil hace unos años".
Finalmente, ante la pregunta sobre si le roba el papel a la estrella hollywoodense, respondió: "Uno nunca se roba ni propone una película, comparte con el equipo que comanda un director, estaba a la disposición de John Leguizamo para resolverle cualquier duda que tuviera sobre el acento, hacerle su réplica en español, hasta que él sintiera que daba el acento. Es un buen muchacho y creo que es uno de los mejores actores latinos en Estados Unidos".
Sobre ese punto Yázpik dijo: "Voy a contar algo que ocurrió en la primera lectura que tuvimos del guión: Damián comenzó a leer y John Leguizamo a palidecer, a ponerse blanco; ellos dos se conocieron en ese momento. Cuando salimos Leguizamo me preguntó: '¡¿Quién es este cabrón?!', sólo como anécdota lo cuento".
Por su lado el cinerrealizador Cordero señaló: "No me gusta definir mi película, la magia del cine permite ver muchas facetas y aspectos de una misma historia, tiene por un lado suspenso, por otro elementos del género de asesinos seriales o es una historia de la moral de nuestra sociedad, de la arrogancia, de la falta de tolerancia en nuestro mundo".
La competencia toma vuelo
En este festival fílmico la contienda entre las dos categorías principales apenas comienza a tomar vuelo en la Selección Oficial Iberoamericana de Ficción. Además de Crónicas, la coproducción de Brasil-Chile y Francia, Casi dos hermanos de Lucía Murat, así como la coproducción México-Chile, La última Luna de Miguel Littin, han sido de lo más sobresaliente según un sondeo entre los jurados participantes.
En la franja de largometraje de ficción mexicano, El club de la eutanasia, de Agustín Oso Tapia, y El mago, de Jaime Aparicio, han sido las más celebradas por la crítica y el público.
En este banquete ha habido algunas fallas en la organización: los programas de mano son laberínticos y algunos los califican como indescifrables; las conferencias de prensa con cineastas y actores después de las proyecciones de las cintas son inoperantes.
Carlitos Marrón, tres veces increíbles
Como se esperaba Carlinhos Brown no decepcionó a su público y ofreció tres horas de cadencia, desparpajo, potencia y contundencia musical en la Concha Acústica de Guadalajara como parte de las actividades extras del encuentro fílmico. Catador musical de espíritus dio al público lo mejor de sí, resguardado con 10 músicos: corista, baterista, tecladista, cuatro percusionistas, timbales, segunda voz y el bajista Carlitos Marrón, como él pidió que lo llamaran en esta ciudad, estuvo tres veces increíble.