MEXICO SA
Garbanzo de a libra
Fortunas incrementadas en modesto 71%
Elemental principio físico olvidado
NADIE PODRIA LLAMARSE a engaño, pues la advertencia fue pública mucho antes de concluir 2004: el crecimiento económico en el cuarto año del "cambio" será un garbanzo de a libra que difícilmente se mantendrá en el corto plazo.
EN TODAS PARTES se habría tomado puntual nota del aviso, para actuar en consecuencia. Todos, menos en Los Pinos, donde lo cotidiano es hablar -más allá del desafuero y de lo mal que se gasta el dinero en los viejitos chilangos- del estancamiento económico y social del país como "cosa del pasado", como situación "ya superada".
DEBE SER GRATO vivir en el éter, pero de acuerdo con la información más fresca del INEGI la tempranera advertencia del año pasado parece que tomó forma desde el primer mes de 2005.
EL INSTITUTO INFORMO que la producción industrial en México aumentó en términos reales 3.1 por ciento en el primer mes de este año respecto a enero de 2004, un avance sustentado en los incrementos que registraron los cuatro sectores que la integran.
LA INDUSTRIA MANUFACTURERA creció 2.9 por ciento: la producción de las empresas de transformación 2.6 y la de las maquiladoras de exportación 6.6, mientras que la industria de la construcción reportó un incremento a tasa anual de 5.2 y la minería de 2.9; ésta por el avance en la producción no petrolera. La generación de electricidad, gas y agua lo hizo 0.8 por ciento. Cifras desestacionalizadas indican una variación de 0.56 por ciento en enero pasado en comparación con diciembre de 2004, según el reporte del INEGI.
LA ANTERIOR ES la parte positiva de la información, porque la proyección original establecía que la producción industrial crecería 4.15 por ciento en enero de 2005, es decir, poco más de un punto porcentual por arriba de lo que realmente se registró, aun en el entendido que la actividad comercial con Estados Unidos normalmente reporta un descenso en el primer mes del año.
LA SITUACION SE complica si las cifras de enero de 2005 son comparadas con las de diciembre de 2004 (siempre respetando la tesis de Los Pinos, de que el boom económico mexicano es ya realidad), con información también del INEGI: la producción industrial en México aumentó en términos reales 3.9 por ciento en el último mes del año pasado en comparación con igual periodo de 2003; la industria manufacturera creció 4.2 por ciento (la producción de las empresas de transformación 3.7 y la de las maquiladoras de exportación 11.1 por ciento); la industria de la construcción se elevó 6 por ciento y la generación de electricidad, gas y agua lo hizo en 0.7; la minería presentó una disminución de 4.1 por ciento "como efecto de la caída en la producción tanto petrolera como no petrolera", y cifras desestacionalizadas de la actividad industrial reportaron una variación de 0.77 por ciento durante diciembre de 2004 en comparación con noviembre del mismo año.
EL AVANCE ECONOMICO que celebra el inquilino de Los Pinos y que sólo beneficia al primer círculo de su democracia (el gran capital foráneo y autóctono, en ese orden) parece desinflarse -si en realidad algún día existió-, aunque la fiesta se mantenga, pero lo peor del caso es que el supuesto boom ni siquiera ha permitido alcanzar los indicadores de empleo observados en el advenimiento del "cambio", aunque en el discurso México está más que sobrado en este renglón.
MIENTRAS ALGUNOS EMPRESARIOS lograron incrementar sus fortunas en un modesto 71 por ciento (que se traduce en la imperceptible cantidad de 10 mil millones de dólares), el balance laboral del "cambio" arroja una pérdida de 280 mil empleos permanentes sólo en el registro del IMSS, aunque se cacaree la creación de 90 mil plazas eventuales en los últimos cuatro años. De hecho, en el primer bimestre de 2005 de los nuevos registros laborales en la nómina del IMSS (76 mil), 70 por ciento corresponde a empleos eventuales.
LAS CIFRAS DEL INEGI reportan incrementos en la producción industrial, pero todo indica que dichos avances se logran con un número cada vez menor de mano de obra. Por ejemplo, a lo largo de la administración foxista la industria manufacturera reporta una pérdida de casi 222 mil empleos, mientras que en la industria maquiladora de exportación el registro indica alrededor de 210 mil plazas canceladas, y poco más de 103 mil en la industria de la construcción: 103 mil 652 empleos perdidos.
UN GARBANZO DE a libra para el primer círculo de Los Pinos, pero de mentiritas para el grueso de los mexicanos.
PARTE DE ESE boom -versión presidencial- es el mercado mexicano de valores. Ya lo ha dicho el inquilino de Los Pinos: quien invirtió un peso al inicio de mi mandato, hoy tiene cuando menos dos, de tal suerte que ese crecimiento es símbolo inequívoco de lo bien que van las cosas en el país, aunque deje a un lado que en dicho mercado participa y especula tan sólo 0.1 por ciento de la población nacional, y esta mínima proporción todavía aguante una segunda criba.
PUES BIEN, EL sagrado símbolo del guanajuatense reportó ayer la peor caída de los últimos 10 meses (2.17 por ciento), y si se atiende la tesis presidencial de nueva cuenta habría que convocar a la madre Tonatzin para que corrija la situación, no vaya a ser la de malas que alguien piense que el boom del "cambio" es de mentiritas.
Las rebanadas del pastel
MUY ORONDO ESTABA ayer el inquilino de Los Pinos repartiendo becas del Programa Oportunidades (el de a 2.76 pesos diarios por beneficiario), cuando a los jóvenes concentrados en el acto les dijo: "la mayoría de ustedes nacieron en los años 80 y a principios de los 90. Fue una época muy difícil en la que la crisis, el endeudamiento del país, la inflación, los déficit fiscales llevaron al país y a nuestra economía, a las familias, a un periodo en el desarrollo económico y social de México de total estancamiento". Olvidóse el chiquillo mayor que la campaña terminó y que a lo largo de su administración la tasa promedio anual de "crecimiento" ha sido de un raquítico 1.5 por ciento, es decir, estancamiento puro. También les comentó que "hoy ustedes pueden crecer y desarrollarse sin miedo a que la economía se caiga de la noche a la mañana", obviando uno de los más elementales principios físicos: para que algo caiga primero tiene que subir.