ASTILLERO
Patio trasero
Corral peligroso
Sucesión asistida
Bipartidismo deseado
Presidente campechano
LOS PARANOICOS HALCONES vecinos están decididos a impedir que el poroso corral mexicano sea controlado por algún gallito tropical no desplumable. Por ello insisten en pintar a México como una nación potencialmente inestable, cuyas turbulencias políticas podrían afectar la seguridad del imperio, entre otras razones porque el desorden previsto facilitaría el ingreso de terroristas a Estados Unidos.
ESTA A LA VISTA LA estrategia de la verdadera desestabilización (que comienza con la repetición por consigna de la tesis sísmica, para que de inmediato provoque histerias y atropellamientos, en una espiral programada). Todas las gringas voces autorizadas coinciden en exhibir la peligrosidad del vecino irresponsable al que tarde o temprano habrá que ayudar (o complementar, o suplir) para que no acabe de incendiar su jacal colindante con la gran mansión regente. Ayer, para no ir más lejos, el director de la CIA ha vuelto a su discurso no sólo intervencionista sino, además, inmobiliariamente incorrecto: patio trasero dijo, con todas sus letras, al referirse a las naciones al sur del palacio boreal, reiterando así la oficina mayor del espionaje gringo una posición discriminatoria, ofensiva, hacia una región a la que la geopolítica del arbusto-Bush quiere entender como espacio yermo.
LA REITERACION PROVOCADORA del tal (por cual) jefe de la CIA (Porter Goss, su nombre) se da a menos de una semana de que a un rancho texano concurra un Presidente de México en las peores condiciones imaginables. A Vicente Fox se le escapa diariamente el poder, y el funcionamiento institucional de la nación está en riesgo de rupturas y enfrentamientos civiles a causa de la obsesión presidencial contra el jefe de Gobierno capitalino, a tal grado que la reciente visita a México de la virtual comandante de las operaciones "libertarias" estadunidenses, la temible Condoleezza Rice, pareció haber tenido entre otros propósitos el de ponerle un alto a la contraproducente espiral declarativa de Los Pinos respecto al desafuero (Rubén Aguilar, vocero de Fox, hizo el anuncio de retiro verbal unas horas después de que Rice había dejado el país).
UN PRESIDENTE FUERA de control, rebasado por las ambiciones de los miembros de su gabinete, desbordado por el narcotráfico, relevado virtualmente por la Triple Eme Ultraderechista (Marta, Manuel Espino y Ramón Muñoz) e incapaz de garantizar un proceso electoral sin violencia, es para la Casa Blanca un riesgo que no debe ser tolerado. Desde ese punto de vista, los halcones encabezados por Bush no tienen duda de que la sucesión mexicana debe ser asistida, e inducida a que se resuelva en un marco bipartidista aceptable, que sólo contempla como posibilidades las del PAN y el PRI, competidores cuyas diferencias de fondo acabarían siendo en el pragmatismo gubernamental como las de republicanos y demócratas en la nación vecina.
LOS ZARPAZOS DEL imperio no mueven ni siquiera a inmediata reacción declarativa de los órganos mexicanos idóneos. Luis Ernesto Derbez huye del posible pecado de hablar en contra del gobierno del que aspira a ser empleado en la OEA, y en todo caso habilita a un improvisado subsecretario de nombre Gerónimo Gutiérrez (otra de las creaciones de la nada; burócrata de tercer nivel, especializado en asuntos económicos, al que Derbez habilitó como responsable de asuntos de América del Norte) para que juegue a pronunciar el mayor número posible de palabras elusivas sin plantar cara al atrevimiento estadunidense. Pobre patria mexicana que ni siquiera tiene funcionarios capaces de responder con gallardía a una afrenta, aunque, claro, el hombrecito de Bucareli debe estar listo para lanzar una nueva proclama de campaña echando bravatas a sabiendas de que en Washington ni lo ven ni lo oyen, pues saben que no es sino un candidato oficial que usa el cargo para proselitismos personales.
MIENTRAS TANTO, el Presidente de México se la pasaba bien campechano, de gira por el sur del país. Por allá andaba el Zorro del Patio Trasero, hablando de la protección del jaguar (el felino, no el automóvil). En la capirucha, el cardenal PRImado Norberto Rivera se hacía bolas porque unas diputadas perredistas con las que había hablado aseguraban que él, el gran profeta, dueño de claves profundas, decía que el mentado desafuero nomás no se realizaría. Luego un vocero de Beto River diría que no había dicho eso, sino algo parecido pero no igualito. Y en el Senado de la República los legisladores se sentían bien contentos porque habían eliminado la pena de muerte que desde muchas décadas atrás no se aplica.
EL PEJE CENTRAL, a su vez, hacía convenientes ejercicios de transparencia, pues como muestra de su vocación informativa plena dio a conocer los nombres de algunos empresarios con los que se había reunido para hacerles saber sus programas y propuestas rumbo al 2006. Frente a reporteros mantuvo el discurso contra el innombrable, a pesar de que entre sus empresariales oyentes había estado Luis Téllez, y siguió hablando ante la prensa de las transas del Robaproa, aunque entre los convidados a reunirse con él estaban representantes de bancos y empresas de esa calaña. Y bien comprensivo y conciliador que se le oyó cuando le preguntaron si era injusto que Carlos Slim fuera el cuarto hombre más rico del mundo, pues en un descuido y hasta Forbes anda calumniando a pobrecitos ricos: "Vamos viendo primero. Quiere decir que nosotros no tenemos nada contra quienes con esfuerzo, con trabajo y legalmente logran un patrimonio. Nosotros estamos contra la riqueza mal habida, contra quienes al amparo del poder público se hacen inmensamente ricos". ¡San Carlos and Charlie oportunamente exonerado! ¡Telmex como ejemplo de negocio bien habido que no tuvo nada que ver con ayudas desde el poder público!
Y, MIENTRAS LA Universidad de Guadalajara organiza marchas de decenas de miles de personas para protestar contra alzas en el transporte urbano tapatío, que en realidad son amagos para frenar el intento del Congreso de Jalisco de auditar las cuentas de la empresa familiar Padilla, ¡feliz fin de semana!
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