CIUDAD PERDIDA
Tomaron distraídos a los perredistas en la Asamblea
La modificación aprobada podría tener importancia en 2006
LA INICIATIVA de reforma al Estatuto de Gobierno, que haría perder el fuero a los diputados locales y al mismísimo jefe de Gobierno, que ayer fue aprobada en la Asamblea Legislativa y que será debidamente estudiada en la Cámara de Diputados para convertirse en realidad, no tendrá efecto para quienes hoy ocupan esos cargos, aunque a decir verdad, con alguna confusión de por medio, la noticia causó gran alegría entre panistas y priístas, que supusieron que la reforma alcanzaría a López Obrador.
DESPUES DE las 13 horas, en el recinto de Donceles el diputado Obdulio Avila, de la fracción del PAN, hizo uso de la tribuna para dar a conocer las razones que fundamentan la ampliación de los trabajos legislativos de la Asamblea y allí, de pasada, frente a todos, lanzó también las razones de ese órgano para pedir que se retirara el fuero a los diputados locales y al jefe de Gobierno, cuando alguno de ellos pida licencia para separarse del cargo.
LOS DIPUTADOS, como corresponde a su estirpe, se hallaban en discusiones -sobre todo los perredistas-, seguramente de mucho mayor calado que la que explicaba en tribuna el panista.
ASI, LA iniciativa de reforma pasó sin discusión, sin el clásico a favor o en contra, y se aprobó por unanimidad. Parecía que todo estaba dentro de la normalidad, hasta que uno de los asesores de la diputada Lorena Villavicencio llamó la atención de su jefa por lo sucedido.
DE INMEDIATO se prendieron los focos rojos. La votación ya estaba dada y la interpretación temprana, por no decir malintencionada, era que se había votado una reforma que dejaría sin fuero al actual jefe de Gobierno, en caso de que éste pidiera licencia.
PERO LAS aguas fueron tomando su nivel. La iniciativa que levantó tanto polvo fue idea de otro perredista: del diputado Gerardo Villanueva, quien en los momentos de la votación no se hallaba en el recinto; la iniciativa había permanecido dormida cuando menos desde 2001, cuando se dio a conocer.
ESA REFORMA, al principio, hablaba de quitar el fuero a todo aquel que lo detentara, en el momento de separarse del cargo para el que había sido electo, por los motivos que fueran.
SE TRATABA, según comentó Villanueva, de proteger el cargo y no a la persona, pero en aquellos momentos la propuesta no fue muy bien recibida por priístas, panistas y por algún sector del propio PRD.
DESPUES VINO la reforma que ayer presentó el panista Avila, que es parecida pero no es igual. Sin embargo, de aprobarse en la Cámara de Diputados, porque corresponde a ese organismo la modificación del estatuto de gobierno de la Asamblea Legislativa y, en su caso, la reforma constitucional que aplicara para todos los servidores públicos, la ley no podría ser aplicada de manera retroactiva.
TANTO EL jefe de Gobierno, como los diputados locales, seguirían gozando de la protección de la ley y tendrían que pasar por un juicio de desafuero, dado que fueron electos según las leyes que deberán regir hasta 2006.
DE ESA forma, los cambios legales tendrían que ser aplicados a partir de la nueva legislatura y de la siguiente jefatura de Gobierno. Pero para Villanueva como para Lorena Villavicencio, la iniciativa de reforma panista tiene como verdadero fondo la discusión del manto de impunidad que hoy protege a quienes gobiernan el país entero.
SI ESO es verdad, se está frente a una reforma de mayor importancia, que deberán tener en cuenta quienes resulten electos en 2006. Nada más, pero lo que sí es de hacer notar es que si esta vez pasó cerca la bala, en la próxima, gente como Obdulio Avila, que tiene como carta de recomendación haber sido el asesor de Federico Döring, aprovechará la constante distracción en la que viven los perredistas para meter un gol de grandes consecuencias. Así que ¡aguas!