La modelo ofreció fiesta millonaria al jet set mexicano
Paris Hilton no representa nada: María Conchita Alonso
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Tres momentos de la fiesta de Paris Hilton. En la primera imagen, la llegada de la actriz Lorena Herrera y una amiga, en su auto deportivo; en la siguiente escena, los no invitados a la reuni�uvieron que conformarse con admirar a la modelo en un cartel; por �o, Alejandro Basteri, hermano del cantante Luis Miguel, es revisado en la entrada de la sede de la fiesta FOTO Carlos Ramos Mamahua
Noche de la socialité mexicana. Más de 700 invitados de la millonaria Paris Hilton bailaron al ritmo de travel house de Leo Farina (argentino que, dijo, se nacionalizará mexicano) y el diyei Nicolás, quienes fueron contratados por medio de una productora de Miami para ambientar la fiesta de la heredera del imperio hotelero Hilton, la noche del pasado miércoles, en los jardines de la Fundación Plutarco Elías Calles, de la calle Guadalajara 105.
Desde las siete de la noche decenas de periodistas, algunos internacionales, buscaron el mejor sitio para hacer sus tomas o entrevistas. Se les repartió un pegote que los acreditó para estar ahí, en la calle, pues, salvo dos medios, no tuvieron acceso al reven del jet set mexicano. "Es la primera vez que me dan permiso para pisar el cemento", se quejaron algunos. A los comunicadores se les repartió agua embotellada y un "chayo en especie": una bolsa con el perfume que lleva el nombre de la estrella de la noche, una camiseta y una revista donde el tema central es ella.
Sólo pudieron ver el paso de los invitados sobre la alfombra rosa. Casi todo fue rosa: las flores, las luces, como el color del frasco del perfume que lleva el nombre de Paris. Desfilaron con garbo, a veces indiferentes, los Insburg, Gockman, Rosenberg, Seri, Ozaya, Zeibert, Joanes, Koson; algunos artistas, como Ari Borovoy, quien posó con la espigada modelo (luego cantó para la concurrencia).
También Lorena Herrera, quien a pesar del frío sólo fue cubierta por un poco de tela color blanco; Sara Bustani, Michel Castro (hermano de Cristian), Michel Salas (la hija de Stefani Salas y Luis Miguel), Paty Manterola y Alessandra.
A las 23:20 apareció Paris. Sus padres, Kathy y Rick (que llegaron un poco antes), posaron con ella para los fotógrafos. La llamada Niña rica lució un vestido color mamey, zapatillas blancas, bolso blanco, labios rosas, al igual que sus párpados.
Me alejé de estas frivolidades, pero hay que divertirse: María Conchita Alonso
María Conchita Alonso, tan bella como siempre, expuso que ella se retiró del ambiente un tiempo porque se cansó un poco "de estas frivolidades, pero hay que divertirse un poco".
Mientras hablaba, algunos reporteros gritaron "¡hey, ese es un colado!", como se le llama a algunos seudorreporteros que siempre logran entrar a los cocteles.
María Conchita agregó que "Paris no representa nada. Ella es una muchacha que es como yo lo fui a esa edad. Una muchacha que vive su vida, que le encanta, que hace lo que le da la gana. Yo lo hice también. Le cae bien a algunos, pero a otros no, pero vive su vida como quiere. No se mete con nadie.
"Yo me crié en Suiza, París y España (es venezolana). Vengo un poco de este ambiente. Hay gente buena y gente mala. Hay gente frívola y otros que no lo son. Hay de todo".
A las 12 de la noche decenas esperaban su turno para entrar. Alzaban su invitación, un plástico con letras grabadas envuelta en un sobre color rosa. Las calles alrededor se llenaron de autos último modelo. "¿Quién es ese?". "No sé, pero trae cinco guaruras".
Ayer se fue la muchacha de 24 años que algunos encabezados definieron como "caprichosa", de malos modales y nada puntual.
¿A qué vino Paris? A promover un perfume y a concitar al jet set mexicano. La fiesta costó dos millones de pesos. Pecata minuta para esos bolsillos.