Agradeció el Presidente "con todo el corazón" aportaciones de petroleros al presupuesto
Alianza contra "eventuales trampas", ofreció Romero Deschamps a Fox
Insistió el Ejecutivo en buscar el apoyo a reformas que garanticen la competitividad de Pemex
Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox durante la ceremonia del 67 aniversario de la expropiaci�e la industria petrolera, en Ciudad del Carmen, Campeche FOTO Notimex
Ciudad del Carmen, Camp., 18 de marzo. En un tácito restablecimiento de los vínculos políticos entre el presidente Vicente Fox y el sindicato petrolero, la conmemoración del 67 aniversario de la expropiación de esa industria logró la reaparición en tribuna del líder sindical Carlos Romero Deschamps, quien ofreció al jefe del Ejecutivo una alianza que "con discreción y audacia'' comience en Petróleos Mexicanos (Pemex) una "cruzada diferente y ajena a las eventuales trampas y provocaciones de quienes pretenden aprovechar la coyuntura para desestabilizar''.
Agradecido por tal reivindicación pública, Romero Deschamps endulzó los oídos presidenciales y acusó de tales pretenciones perturbadoras a aquellos, "los mismos, los tenemos identificados -que tomaron pozos petroleros cuando eran oposición y siembran descontento siendo gobierno''.
(Hablaba así el mismo líder que está aún sujeto a dos procesos penales por los cuales cada lunes debe acudir al juzgado 13 del Reclusorio Sur, a firmar el libro de procesados y vive al amparo de la libertad bajo fianza.)
Reconciliación entre gobierno y sindicato petrolero
Al aplauso para el dirigente sindical se sumó Vicente Fox, quien enfundado en el uniforme caqui de los operarios de fajina, recurrió por su parte a las arengas de su campaña presidencial, al exigir se tomen las decisiones que demanda Pemex, "hoy, hoy, hoy''.
Y es que hoy, la reconciliación entre el gobierno federal y el liderazgo sindical llegó a tal punto, que hasta se prestaron frases y conceptos.
De ese modo, cuando Fox aseguró que se sufrirán las consecuencias si por miopía, indolencia, egoísmo, "estéril conservación o irresponsable derroche'' no se toman las decisiones que urgen a la industria petrolera, eran -las entrecomilladas- expresiones idénticas a las empleadas por Romero Deschamps.
Así, la premura por lograr la reforma energética obligó al jefe del Ejecutivo a hacer tabla rasa de las acusaciones que hizo la Procuraduría General de la República (PGR) contra Romero Deschamps y otros líderes, acusados de desviar dinero de Pemex, hacia la campaña presidencial del PRI en 2000, el sonado Pemexgate.
De igual modo, en Ciudad del Carmen pareció quedar sepultado el irresuelto diferendo entre la empresa y el sindicato, por el convenio que firmó, en julio de 2004, el anterior director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos, por unos 7 mil 900 millones de pesos.
Aún más, hace un año, el presidente Fox decidió -para marginar a Romero Deschamps- adelantar un día la conmemoración y trasladarla a Reynosa, Tamaulipas. Y a la ceremonia del 18 de marzo, en la ciudad de México, envió entonces en su representación al que era secretario de Energía, Felipe Calderón Hinojosa.
Hoy todo fue distinto, si bien al menos un par de fuentes comentaron que varios miembros del gabinete de Vicente Fox manifestaron por diversas vías su desacuerdo con este acto de desagravio al líder sindical.
Aunque los aplausos y porras de los petroleros se manifestaron con cierto recato, Carlos Romero relanzó su invitación a un "factible y necesario'' compromiso patriótico entre sindicato y gobierno; habló de la necesidad de enmendar el "nada halagador'' panorama de una empresa con obsolescencia en sus plantas, instalaciones, ductos y transportes, y de paso recordó a Fox que la revisión contractual está en puerta y sus términos constituyen "un capítulo especial y decisivo para la marcha institucional''.
Así, mientras Luis Ramírez Corzo, director de Pemex, ubicaba a esta empresa como la más endeudada del mundo en su ramo, Romero Deschamps reclamaba "sensibilidad'' para no escatimar a los trabajadores legítimas percepciones y beneficios. Negociar, pedía, en voz alta, con franqueza, sin ambigüedades, pues, "en momentos en que el escenario nacional muestra polarización y controversia, los petroleros daremos, como siempre, muestra de unidad''.
Fox Quesada, por su parte, no escatimó reconocimiento a los obreros de esa industria y destacó que la aportación de 600 mil millones de pesos, que los petroleros hicieron en 2004 al presupuesto federal, representó 35 por ciento de la construcción de escuelas, universidades, hospitales y carreteras, así como lo destinado al Seguro Popular, el programa Enciclomedia y a las acciones para abatir la pobreza.
"México entero, los pobres, los marginados, los que estudian, los que trabajan se los agradecen de todo corazón'', clamó Fox. Tampoco cesó de repetir aquello que expresa cuando habla del petróleo: "Pemex permanecerá como patrimonio de la nación; no será privatizada... lejos de privatizar Pemex, de lo que se trata es de fortalecerla apoyados en nuestro compromiso histórico, con la soberanía sobre nuestros recursos naturales. Debemos actuar ahora''.
Ingresos récord con deterioro financiero
Con el mismo énfasis, insistió en lo inadmisible que resulta obtener producciones e ingresos récord por la vía del petróleo, mientras la situación financiera de Pemex se deteriora y le impide tener suficientes recursos para el futuro.
Apeló a la responsabilidad de los mexicanos para apoyar las reformas en Pemex, para hacerla producir más y mejor, ser más competitiva, sustentable, crecer y cuidar los impactos de la actividad petrolera sobre el medio ambiente.
Así transcurrió la ceremonia del 67 aniversario de la expropiación petrolera. Con un presidente presentando proyectos urgentes para el sector, pero con la reiterada queja de no tener dinero suficiente para realizarlos; con un líder petrolero que reivindicó para los trabajadores las tareas de extracción, procesamiento, reparación y mantenimiento, y al mismo tiempo denunció la preocupación gremial ante la "afectación de la tranquilidad política'' y ofreció "nuevamente, nuestra mano extendida".
Finalmente, con una empresa, Pemex, agobiada en deudas que, sin embargo, fletó hoy tres vuelos charter para desplazar a invitados y periodistas desde el Distrito Federal hasta la ciudad carmelita.