Las discrepancias entre ambos, fraternas y sin riesgo, sostiene el líder perredista

Godoy: evité que las diferencias entre López Obrador y Cárdenas se ahondaran

Próximo a dejar el cargo, define como pendientes la consignación de los responsables del endeudamiento del PRD y la regulación de las corrientes

''Salimos de la crisis''

RENATO DAVALOS

A poco menos de un mes de dejar la directiva nacional perredista, Leonel Godoy Rangel reconoció que su gestión deja pendiente la consignación de los responsables del endeudamiento que postró a este partido tras la presidencia de Rosario Robles, aunque confió en el informe de la Comisión Anticorrupción. ''No debe haber impunidad'', advirtió, y dijo que apoyará el resultado que ofrezca ese grupo de trabajo en el próximo congreso nacional.

También admitió que otro pendiente es la regulación de las tribus perredistas. Su conversión se quedó en el ''papel'', dijo. Estos grupos deben dejar de ser factores de presión.

Del diferendo entre Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, aseguró: ''evitamos que las discrepancias se profundizaran; se mantuvieron en una intensidad controlable, sin riesgo''.

Después de 19 meses al frente del perredismo, Godoy aseguró que la crisis de los videoescándalos fue tan profunda que ''pensamos que no íbamos a salir''.

Sobrevivimos a los videoescándalos

-¿Cómo recibió el partido y cómo lo deja?

-En el momento que fui electo se consideró que había una crisis, aunque en realidad no sabíamos lo que era una verdadera crisis. Lo más difícil era la situación financiera. Llegamos a una profunda crisis de valores éticos y de moral política. Los videoescándalos nos pegaron donde más nos duele y el golpe fue brutal. El partido que presumía las banderas en contra de la corrupción y la impunidad tenía esos actos. Pero sobrevivimos y lo enfilamos a triunfos electorales. Hemos superado la problemática.

-No pocos señalan que quedó pendiente la deuda. ¿Dónde están los responsables: Rosario Robles y compañía?

-No es la única asignatura pendiente. Una, la organización. Aprobamos un programa al respecto, pero los videoescándalos y la crisis financiera nos estallaron y no hubo dinero. Quedó pendiente la regulación de las corrientes para que dejen de interferir en la vida democrática.

-¿Al líder del PRD lo asfixian las corrientes?

-No tanto, pero sí dificultan el funcionamiento. Por decisión del comité logré que las expresiones me permitieran mayoría en este órgano, aunque no la tuve en el Consejo Nacional. Por eso, muchas decisiones del comité fueron echadas abajo en el consejo, como el caso Tlaxcala. Pero en el tema financiero se renegociaron pasivos, aunque está pendiente la explicación del endeudamiento. Falta lo que resuelva la Comisión Anticorrupción.

-¿Quedarán en la impunidad los responsables?

-De ninguna manera debemos dejar en la impunidad a nadie, sea quien fuere; pero eso corresponde a la comisión.

-¿Se sintió presionado en este asunto?

-No. Sí tuvo su grado de dificultad porque en estos tiempos donde las campañas son costosas, la crisis financiera impidió apoyar a muchos estados. Parte de los resultados del año pasado se debieron a la falta de recursos.

-¿El comité se sustrajo de la búsqueda de responsables?

-Algunos piensan así, pero el congreso nacional responsabilizó a la comisión. La hemos apoyado intensamente, salvo el incidente de Jaime Cárdenas.

-¿Qué hizo su gestión para distender el diferendo entre los dos principales liderazgos (López Obrador y Cárdenas)? ¿Por qué no se resolvió?

-Las diferencias nunca han sido profundas. Se resolverán hasta que tengamos candidato. Estoy seguro que entonces el aspirante electo va a apoyar al otro. Estoy convencido. Buscamos mantener la imparcialidad a pesar de que es obvia mi filiación cardenista. Creo que el comité se mantuvo imparcial. Eso nos permitió que esas naturales diferencias no fueran profundizándose y se mantuvieran en una intensidad controlable, una rivalidad fraterna, sin riesgo.

-Algunos dicen que se inclinó hacia el ingeniero Cárdenas.

-Hay una frase que los abogados utilizamos: cuando ninguna de las dos partes queda conforme con tu actuación es la mejor prueba de imparcialidad. En uno y otro equipo fui señalado. He sido imparcial, porque ninguno ha estado contento con mi actuación hacia ellos.

-¿En su gestión se transigieron principios en aras del pragmatismo electoral? ¿Qué pasó en los casos de Guadarrama y ahora de Miguel Angel Navarro, por ejemplo?

-Siempre habrá una lucha complicada entre principios y pragmatismo al momento de elegir candidatos. A veces tienes candidatos muy tuyos que no te garantizan ni siquiera estar en la competencia. Ahí estuvo Sinaloa, Aguascalientes, etcétera. También hemos cometido errores de tener candidatos externos que no han respondido. En esa dicotomía -si los principios se supeditan al pragmatismo-, creo que deben prevalecer aquéllos, pero en casos como Colima, Chihuahua, Oaxaca, Veracruz, Tamaulipas, Tlaxcala e Hidalgo, y ahora en Nayarit, fue la mayoría la que se manifestó por candidatos externos. La obligación de un dirigente es expresar en corto sus opiniones, pero una vez tomada la decisión por los órganos hay que apoyarla.

-En el caso de Hidalgo, ¿no merecía un deslinde categórico en torno a Guadarrama?

-No sólo hicimos un deslinde, sino creamos una comisión. La mayoría fue la que determinó muchas decisiones que no compartíamos otros, pero respetamos.

-¿El caso de López Obrador disipará problemas en la elección del domingo?

-Ante una agresión externa, las fuerzas internas se unen ante el intento de cierre de la vía electoral a la izquierda, con la conciencia de que el problema del desafuero sólo posterga los problemas de fondo del PRD.

-En el caso del desafuero, ¿faltó imaginación para emprender otras vías jurídicas de defensa a López Obrador?

-En parte tienes razón. Dejamos la defensa jurídica al jefe de Gobierno y asumimos la defensa política.